viernes, 28 de agosto de 2015

1. Conocernos.

¿Alguna vez llegamos a conocer al otro por completo? ¿Y a nosotros mismos?

Conocer: busco y no encuentro ningún significado que me parezca suficiente para la palabra. ¿Qué es conocer? ¿Conocerse? ¿Conocernos?

Ante todo, creo que hay que conocerse a uno mismo. Meterse dentro de uno y conocerse, aunque sea difícil y muchas veces dé miedo… Porque si no nos gusta lo que encontramos tenemos que atrevernos a cambiar.

Entonces, el primer paso es: Conocerse.

Y una vez que nos conocimos, hay que atreverse una vez más… Para poder conocer al resto, o al menos a algunos. ¿Y qué es más difícil? ¿Conocer o dejar que nos conozcan?
Definitivamente, lo segundo es más difícil. Una vez que reconocimos nuestras miserias, hay otro que también las va a conocer y eso es lo que da miedo. Eso nos paraliza, no nos deja ser nosotros mismos.

Pero, antes de todo eso… Hay que cruzar miradas por primera vez.

El resto, viene después.

Probablemente, todas las personas en el mundo idealizan el amor y fantasean con encontrar al príncipe azul. ERROR, eso nunca va a cumplirse. Si tenes la suerte de enamorarte, va a ser de una persona de carne y hueso con miserias igual que vos, y eso es lo que tiene que tranquilizarnos. Todos somos iguales.



¿Y qué pasa si es la primera vez que ocurre? Todo es más fuerte, todo se siente el doble, todo es nuevo y todo nos atrapa. A todo queremos acercarnos. Todo lo queremos experimentar, todo lo queremos CONOCER.


Las cosas hoy cambian, peligro vas a encontrar

El llanto no podrá curar la herida de tu corazón. No todo está perdido aún.
Oye, alguien te está llamando
Un ser, dos mundos son, te guiará tu corazón y decidirá por ti…






Acabábamos de bajar del bondi, mis amigos caminaban un par de pasos adelante y el tema de charla era: sus minitas. “Que Maru esto, que Tati lo otro.” Todos cojen, todos la pasan bomba menos yo, y en cierto punto ya estaba acostumbrado a que todo sea así, me había acostumbrado a estar sentado y ver como la vida pasa en el resto.

Tenía 18 años y era virgen, hasta a mí me daba risa y se me ocurrían mil burlas, pero la verdad es que no estaba nada bueno. Necesitaba hacerlo de una vez, mis hormonas no soportaban demasiado tiempo más. ¡Estaba en edad!

- ¡Dale Pepe! –Me gritó Matías.-
- Estoy acá pendejo.
- Pero veni con nosotros.

Suspiré y me acerqué a ellos. Caminé las cuadras que faltaban junto a mis amigos y cuando llegamos nos quedamos en la puerta, debíamos esperar al resto de mis compañeros y a la psicopedagoga de la escuela.

Estábamos por conocer una universidad… ¡Divertidísimo!

Sí, soy estudioso, pero la verdad es que en este momento lo que menos me interesa es pensar en la universidad. Ni siquiera sé que voy a estudiar, considero que es demasiada presión sobre una persona que con apenas 18 años tengas que elegir la carrera a la que te vas a dedicar el resto de tu vida. Repito: Demasiada. Me gustaban muchas cosas, pero lo que más me gustaba era dibujar. Dibujaba cualquier cosa, especialmente mujeres. Mujeres desnudas.

También me gustaba muchísimo el rock nacional y correr, pero eso está muy lejos de ser una carrera universitaria.

- Hola Pepe. –Dijo Clari y se sentó al lado mío.-
- Hola Cla. ¿Cómo andas?
- Bien. ¿Vos?
- Bien. ¿Por qué no fuiste a la escuela? Te extrañé.
-Sonrió.- Me quedé dormida. –Reímos.- ¿Asique me extrañaste?
- Sí, sentarse con estos pelotudos no es lo mismo. –Volvimos a reír.-

No, no es lo que están pensando. No quiero levantarme a Clara, ella es… ¿Cómo explicarlo?

Es mi hermana, sí. Eso es. Vamos juntos a la escuela desde salita de 3 y somos muy unidos.

Clari me conoce más que nadie, sabe leer lo que me pasa con tan solo mirarme y a mí me pasa lo mismo con ella.

Me distraje hablando con mi amiga hasta que… ¡Por fin se dignó a llegar la psicopedagoga!

Entramos a la universidad y creo que mi cara denotaba las poquísimas ganas que tenía de estar en ese maldito lugar, con lo tentadora que estaría mi cama para dormir la siesta.

Ya habíamos terminado la visita guiada y ahora estábamos esperando que vengan a darnos una charla. Estábamos en una especie de auditorio, con las luces tenues. ¿Soy sincero? Me estaba quedando dormido.

Clara me codeó cuando entró el grupo de profesores y no me quedó otra que abrir los ojos.

¡Y menos mal que los abrí!

Esa mina rajaba la tierra, caminaba y se abría una grieta en el suelo. ¡No puedo explicar lo buena que estaba! Con su trajecito de señora, sus lentes y su rodete. No pude evitarlo, mi vista bajó a su escote y mi parte más íntima se hizo eco, como nunca.

No pude escuchar nada de lo que dijo, ni ella ni ninguno de los otros. Solo podía pensar en esa mujer desnuda, ante mis ojos. Besándola y acariciándola. Haciéndola mía.

Ni bien terminó la charla, corrí al baño y allí intente calmarme. Estaba prendido fuego, y no exagero. Es tan literal como lo leen.

No podía dejar de imaginar su perfecto cuerpo completamente descubierto y ante mí.

Si mal no había escuchado, se llamaba Paula y tendía alrededor de 30 años. (Sí, ya sé. Lo que estoy pensando es una locura)

Cuando salí del baño, mis compañeros se habían ido y justo pasó ella caminando. Mis ojos se dirigieron a su parte trasera y la verdad es que si no me limitaba, volvía a terminar en el baño.

- ¡Espere, espere! –Dije corriéndola.-
- ¿Qué pasa? –Preguntó ella y se dio vuelta.-
- Hola, soy Pedro.
- Hola, yo soy Paula.
- Sí, estaba en la charla de recién. La escuché.
- Ah… ¿Le quedó alguna duda?
-Pensé dos segundos.- ¿Usted dijo que daba clases de contabilidad, no?
- Así es.
- Necesito una particular porque no capto ni media en la escuela. –Mentí.- ¿Usted no da clases?
- Sí…
- ¿Puede pasarme su número? Por favor.
- Bueno, está bien.

Busqué mi celular muy torpemente y ella me dictó su número. Luego, yo le dí el mío.

- Gracias, la llamo entonces.
- Está bien, espero su llamado.

La tomé de la cintura y la saludé, dándole un beso en mi mejilla. No volví a mirarla y me fui.

Salí corriendo de la universidad y volví a mi casa, lo más rápido que pude. Llegué y después de evadir el cuestionario de mi madre, me encerré en la pieza y busqué una hoja y mis lápices. No podía sacarme su imagen de mi cabeza, asique la dibujé. Claro que sin ropa y con cada detalle.

No lo pude evitar y bajé mi pantalón y mi boxer, y con ese dibujo frente a mis ojos lo hice otra vez.

Escuché a mi mamá subir y me acomodé la ropa rápidamente, tapé el dibujo con mi notebook y abrió la puerta.

- ¿Qué queres mamá?
- Saber como te fue hijo, no me contaste nada.
-Suspiré.- No hay mucho que contar.
- Siempre hay algo para contar.
- ¡Para vos que sos mujer ma! Para mí no. ¿Me podes dejar solo?
- ¿Tenes que estudiar?
- Sí, sí. –Mentí.-
- Bueno, está bien. ¿Queres que te traiga una merienda?
- No vieja, estoy bien así.
- Cualquier cosa me avisas.
- Sí ma.

Y por fin cerró la puerta, agarré mi celular y me tiré en la cama. Entré en WhatsApp y busqué su contacto, abrí su foto de perfil y sonreí. Era demasiado hermosa.

Quise hablarle, pero no me animé. Dejé el celular a un lado para no ser guiado por un impulso y prendí mi computadora.

La busqué en Facebook y la encontré. ¡Vamos Pepito! Examiné su perfil de punta a punta, pero no había demasiado. Solo algunas fotos que reconfirmaban mi teoría de que se partía sola.

Mis amigos estaban organizando una salida para ese finde en un boliche, asique me sume a su charla, intentando distraerme. (Si es que eso era posible. No podía olvidar su tan hermosa figura)

- Hijo. ¡A comer!
- ¡Ahí voy vieja! –Grité desde mi cuarto.-

No sabía muy bien cómo, pero se habían hecho las diez de la noche. Dejé mi computadora sobre el dibujo y bajé a cenar, fui testigo y debí responder el cuestionario de mi vieja, hasta que por fin pude volver a mi cuarto.

Me puse a estudiar para un oral que tenía al día siguiente y la verdad era que me estaba cayendo a pedazos.

Enchufé el celular porque se me estaba muriendo y me preparé un café para intentar aguantar un poco más.

Las ideas de Aristóteles me las pasaba por los huevos. ¡Qué ganas de joder loco!

No veía la hora de terminar la escuela, aunque como no tenía ni idea de lo que iba a hacer en mi vida, era mejor seguir así.

En fin… Espero poder rendir bien mañana ante la vieja mal atendida esa.

Guardé todo dentro de mi mochila, ya muerto de sueño.

Apoyé la cabeza en la almohada y entró mi vieja…

- ¿Qué pasa ma?
- Vine a saludarte hijo, hasta mañana.
- Hasta mañana vieja.

Apagué el velador y cerré mis ojos.

Pero mi celular sonó y me desconcerté al ver quien era.

▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ 

¡Hola a todos! Estoy por aquí un día antes porque, además de que mi día se alivianó mucho (porque me suspendieron la clase de la facu)... soy muy ansiosa y quería que lean el primer capítulo.

Lo único que pido es que COMENTEN, se los ruego!

En un rato subo adelanto del segundo capítulo al instagram, el domingo lo publico completo acá en el blog. instagram.com/fanficspyp

Notese mi nivel de madurez que el fragmento de canción que puse es de Dos mundos son, de Tarzán: https://www.youtube.com/watch?v=KDWZFoRX3ik ♥

Y obvio, si quieren que se las pase me avisan.

Espero que les guste este nuevo comienzo.☺

¡Buen finde!

14 comentarios:

  1. ME ENCANTO! Aunque yo lo habia leido porque tengo privilegios (que espero seguir teniendo por siempre dicho sea de paso :P jaja) lo volvi a leer entero y me encanto, sobre todo con como quedo con la frase y las imagenes que eso si no lo habia visto :)
    El primer capitulo ya dan ganas de seguir leyendo y estoy segura que a todos los que lean les va a pasar lo mismo. Gracias por subir antes Srta. Ansiedad

    ResponderEliminar
  2. Me encantooo!!! muy buen cápitulo...♥

    ResponderEliminar
  3. muuy pero muy bueno.. muero x saber quien le mando un mensaje

    ResponderEliminar
  4. Genial!!! Me encanta la idea.... Y me encanta como escribisss!!!

    ResponderEliminar
  5. Muy buen capítulo!! Veremos como siguen conociendose!
    Espero el próximo, que será en unas horas...

    ResponderEliminar
  6. Hola, quiero leer este corto pero es sólo este capitulo? Porque después viene el otro "animarse" y no entiendo. Help! ahr

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajja perdón soy un poco corta Jajaja ya entendí que había pasado. No me des bola Jajajajja. Sigo leyendo!

      Eliminar