martes, 8 de septiembre de 2015

11. No es solo piel.

Entender las relaciones humanas considero que es imposible.

Cada relación es única, y como dicen, un mundo.

Y, hay casos, en donde las relaciones amorosas tienen muchas aristas, varias facetas… Que se unifican y dan como resultado dicha relación.

Podes pasarla muy bien con alguien en la cama, pero eso no implica que puedas mantener una buena charla. O, viceversa.

Ahora… Cuando las dos cosas se unen, podemos decir que no es solo piel. Son momentos juntos, palabras, caricias, besos, miradas, silencios… Son todas aquellas aristas juntas. Como nosotros.

“No es lo mismo el sexo que el amor; pero  a veces se encuentran en el camino y se funden en un abrazo y es ahí, en ese preciso momento, cuando se juntas los dos, cuando por fin entiendes el verdadero significado de la palabra amor.”






No acostumbro a llorar y menos delante de otros. ¡Odio mostrarme sensible! No lo soporto y me odio cuando lo hago. Detesto llorar.

Tengo miedo de dejar sin pasto a la tierra de tanto arrancarlo, es que no sé cómo desquitarme.

Por un lado quiero quedarme acá para siempre y por otro quiero correr y volver a mi vida de cartón. Pensaba en la noche anterior y me enloquecía.

No solo me enloquecían sus caricias o su manera tan dulce y salvaje de tratarme en la cama. También me enloquecía su forma de ser, como habla, su boca, sus ojos.

¡Paula! ¿Qué te pasa?

Suspiré y me dejé caer en el pasto. Quedé acostada allí y cerré mis ojos.

Yo estaba preparando el desayuno con su camisa y nada debajo. Él se acercó a mí y me abrazó por la cintura, besó mi nuca y sin ningún tipo de tapujo, acarició con sus dedos mi cola. Suspiré.

- No podes andar así y pretender que no haga nada.
-Reí.- Nadie te dijo que no hagas igual.
- Menos mal. –Y se agachó para levantar su camisa y besar mi espalda.-
- Podemos desayunar antes igual.
- Después. –Y metió su mano en mi entrepierna, ya no respondía lógicamente a nada.-
- Pepe… -Dije suspirando.-
- Sh… Disfruta. –Dijo haciendo que me dé vuelta.-
- Pero…
- ¡Nadie nos corre! –Se arrodilló frente a mí y besó mi zona más íntima.- Disfruta.
-Sonreí y apoyé mis manos en la mesada, para sostenerme.- Estás loco.
- ¡Por vos!

¡Y nada era lógico desde que lo había conocido!

¿Hacía cuánto lo conocía? ¿20 días? ¿Tanto podía cambiar una persona en tan poco tiempo?

Dejar todo ahora sería una locura, pero ya imaginaba que algún día iba a tener que hacerlo. No por él, sino por mí.  Me estaba dando cuenta que la vida de plástico era una mierda.

Estaba comenzando a notar que nunca había vivido de verdad, hasta ahora.

-

Estaba acostada en la hamaca paraguaya tratando de aclarar mis ideas. Acababa de despertar de una siesta y no sabía muy bien dónde estaba Paula.

Quizás estar acá con ella sea una locura enorme. Quizás no, lo era… Y aunque lo único que me importaba era estar con Paula era todo bastante raro.

¿Cómo se hace? ¿Cómo se ama?

-

¡Qué tema la primera vez! Y no, no hablo de la primer garche mal pensados. Hablo de la primera vez que hacemos algo, la primera vez que nos entregamos a algo que no conocemos.

¿Cómo hacemos para dejarnos caer al vacío sin tener desconfianza? ¿Cómo se deja atrás lo viejo y se le da lugar a lo nuevo?

Es complicado. Sí. Muy complicado.

Cuando el amor (o lo que sea) llega no hay mucho que hacer. Algo en mí me decía que esto no era solo una calentura y eso era lo que más miedo me daba.

Dejar la zona de confort es una de las cosas más complicadas en esta vida.

Me levanté, casi sin pensarlo y fui a buscarlo. Me paré frente a él y le pedí que venga conmigo. Él se levantó y me siguió.

Lo abracé por la espalda y besé su nuca.

- ¿Qué pasa?
- Tenía ganas de estar un rato con vos. –Dije.-
- ¿Y a dónde vamos?
- ¿Queres salir a caminar?
- Bueno, dale.

Salimos de la quinta y comenzamos a caminar por, literalmente, el campo.

Íbamos de la mano y en ese momento nada más me importaba.

De repente, me abrazó por el costado y besó mi mejilla. Sonreí.

- No sé que es esto que me pasa, pero quiero disfrutarlo. –Dije.-
- Estamos en la misma. –Sonreímos y nos besamos. Seguimos caminando.-

Me subió a la mesada de la cocina y se deshizo de la camisa en menos de lo que cualquiera pudiera pensar.

- Para un poquito. –Dije.-
- ¿Por qué?
- Porque no vale que yo ya esté desnuda y vos todo tapadito.

Pedro lanzó una carcajada y lo desnudé por completo.

- Ahora estamos en igualdad de condiciones. –Dije sonriente y lo obligué a que estuviese cerca de mí.-
- Ahora podemos hacer cosas más interesantes.
-Mordí mi labio.- ¿Decís?
- Digo…

Rodee su cintura con mis piernas y él sonrió, lo besé e hice que entrara en mi cuerpo.

- Sos una forra. –Dijo mordiendo mi hombro.-
-Reí, en medio del placer.- Vos dijiste que teníamos que disfrutar. ¿O no?
- No podes fascinarme tanto. –Dijo agitado en mi oído y sonrió.-

Era difícil explicar la piel que teníamos y también era complicado de explicar que eso no era lo único que nos unía.

-

Volvimos a la quinta y después de preparar mate con galletitas, nos sentamos en el pasto.

- No te creo que nunca hayas tenido novia.
-Reí.- ¿Tengo cara de mentiroso?
- No, pero no puede ser.
- ¿Por qué?
- Porque me tratas tan lindo que no puede ser que sea tu primera mujer.
- Sos la primera y me encantaría que seas la única.
-Se sonrojó.- ¡Ah bueno!
- ¿Qué?
- Te tiraste a la pileta.
- ¿No podía?
-Me encogí de hombros.- No sé.
- Era un chiste igual.
- ¿No te alcanzo? –Pregunté riendo.-
- Lo único que sé es que no quiero perderte.
- No me vas a perder.
- ¿No?
- No.
-La besé.- Vos a mí tampoco.

Se hizo un silencio y ambos reímos.

- Parecemos novios de hace años. –Dijo.-
- ¿Está mal?
- No sé. –Rio.-
- Me parece que lo único que importa es el ahora.
- En eso tenes razón.
- Entonces dejemos de maquinar tanto.
- Ojala fuera tan simple. ¿No?
- Todo sería más fácil si eso fuese simple.
- Es verdad.
-Me abrazó por la espalda y besó mi cuello.- Relajate.
- Estoy relajada.
- ¿Segura?
- Sí.
- A veces me da la sensación de que pensas mucho en cosas que no son parte del ahora.
-Suspiré y tomé sus manos.- Hago lo que puedo.
-Acarició mi  nuca con su nariz.- Relajate y disfruta.
- Me estás enseñando a hacerlo.

Lo tomé de sus manos e hice que quedara frente a mí otra vez, lo besé.

- Gracias por eso. –Volví a besarlo y nos separamos.-

Suspiramos y reímos. No sabíamos muy bien qué decir a veces.

- Pau…
- ¿Qué?
- No, nada, nada.
- ¡No! ¡Ahora decime!
- De verdad, no es nada.
- Pedro…
- ¿Qué?
- Decime.
- Que sos muy linda, eso era.
-Sonrió y me abrazó por el cuello.- Vos sos lindo. –Nos besamos y nos sonreímos.- ¿Vamos adentro? Tengo frío.
- Se me ocurre algo mejor.
- ¿Qué?
- Esto. –Y me abrazó. Yo sonreí y me acurruqué en él.-
- Tenías razón, era mejor.
- Tenes que confiar en mí. –Sonreí.-

▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼

Hola, buenas tardes! Acá vengo a dejarles el capítulo de hoy y a confesar que a mí también me matan de amor estos dos.. jajaja ♥

Por favor, sigan comentando ☺☺☺.

12 comentarios:

  1. Amo tus introducciones, amo a Pepe tan dulce y salvaje a la vez. Me encantan estos dos locos ♡ Espero el proximo capitulo para seguir descubriendo esta historia, y que ellos se sigan descubriendo.

    ResponderEliminar
  2. And ame mucho el cap me matan de amor ❤

    ResponderEliminar
  3. Amo esta novela... Me encanto el capitulo!

    ResponderEliminar
  4. Son hermosos juntos! Quiero disfrutar el ahora como ellos xq siento que pronto algo va a cambiar, estoy equivocada?
    Siempre hay una primera vez para todo, da miedo lo desconocido pero hay que animarse...

    ResponderEliminar
  5. Q lindos q son juntos!!! mimiroxb

    ResponderEliminar