Seremos lo que siempre fuimos, honestos en nuestro delirio de querer alcanzar, estrellas en el aire.
Di, si aun nos queda una razón… Si como a mí, aún te queda ese dolor…
Si no te vas te hago un sitio en este corazón hambriento. Tengo una vida para amar.
Si no te vas, tengo tardes de domingo y mil inviernos eternos. Si quieres pasa adentro.
No demos todo por perdido mientras quede vida en un latido y un beso que nos salve y como antes.
Di, si aun nos queda una razón… Si como a mí, aún te queda ese dolor…
Si no te vas te hago un sitio en este corazón hambriento. Tengo una vida para amar.
Si no te vas, tengo tardes de domingo y mil inviernos eternos.
Todo el mundo, si no te vas para verte despertar y mirarnos a la cara…
Tu y yo, tu y yo, quemaremos la soledad con la llama de este incendio.”
Abrió la cerradura de su casa mientras
yo besaba su nuca y la abrazaba por el abdomen.
- ¡Abrí, dale!
-Rio.- No puedo si no me soltas.
- No pienso soltarte. –Y mordí su cuello.-
- Dale, forro.
- ¡Dale vos y abrí!
Por fin abrió y la empujé sin soltarla, hasta que pude cerrar la puerta. Quité las llaves de sus manos y cerré la puerta.
- Las llaves las tengo yo, así no podes echarme.
-Rio.- ¿A vos te parece que te voy a echar sin que me lleves a la cama?
- No sé, por las dudas me prevengo.
- ¿Podes volver a besarme? –Preguntó.-
- Mmm…
- ¿Te vas a hacer desear?
-Reí.- ¡Ni loco! –La tomé por la cintura y la besé.-
- Menos mal.
- ¿Por qué?
-Se encogió de hombros.- Vos siempre decís que hay que disfrutar el ahora. ¿No?
- Ajam…
- Bueno, entonces… -Me besó.- Quiero hacerlo, no sé que va a pasar mañana. Solo sé que esto es mi ahora. –Y volvió a besarme.-
-Rio.- No puedo si no me soltas.
- No pienso soltarte. –Y mordí su cuello.-
- Dale, forro.
- ¡Dale vos y abrí!
Por fin abrió y la empujé sin soltarla, hasta que pude cerrar la puerta. Quité las llaves de sus manos y cerré la puerta.
- Las llaves las tengo yo, así no podes echarme.
-Rio.- ¿A vos te parece que te voy a echar sin que me lleves a la cama?
- No sé, por las dudas me prevengo.
- ¿Podes volver a besarme? –Preguntó.-
- Mmm…
- ¿Te vas a hacer desear?
-Reí.- ¡Ni loco! –La tomé por la cintura y la besé.-
- Menos mal.
- ¿Por qué?
-Se encogió de hombros.- Vos siempre decís que hay que disfrutar el ahora. ¿No?
- Ajam…
- Bueno, entonces… -Me besó.- Quiero hacerlo, no sé que va a pasar mañana. Solo sé que esto es mi ahora. –Y volvió a besarme.-
- Me encanta.
- ¿Qué cosa?
- Mmm… Vos.
-Sonrió.- Y vos a mí.
Nuestros labios volvieron a unirse en un acto desesperado, necesitando la conexión con el otro. La alcé, tomándola por la cola y ella se colgó de mi cuerpo. La llevé hasta su habitación, sin despegar mis labios de los suyos y sus manos acariciaban mi cuello por debajo de la remera.
Cuando llegamos, cerré la puerta y la trabé contra la misma. Mi cuerpo hizo presión sobre el suyo y corrí el pelo de su cara.
- ¿Qué cosa?
- Mmm… Vos.
-Sonrió.- Y vos a mí.
Nuestros labios volvieron a unirse en un acto desesperado, necesitando la conexión con el otro. La alcé, tomándola por la cola y ella se colgó de mi cuerpo. La llevé hasta su habitación, sin despegar mis labios de los suyos y sus manos acariciaban mi cuello por debajo de la remera.
Cuando llegamos, cerré la puerta y la trabé contra la misma. Mi cuerpo hizo presión sobre el suyo y corrí el pelo de su cara.
- Te extraño demasiado. –Dije ya
agitado.-
- Y yo te extraño a vos bonito. –Y volvió a besarme, mientras se desprendía de mi cuerpo.-
- Sos tan linda… -Dije mientras besaba su cuello.-
- Vos sos lindo, vos.
Mis labios bajaron hasta que quedé arrodillado frente a ella, subí su remera, trabándola en sus pechos y mi lengua recorrió los alrededores de su ombligo, mientras mis manos presionaban su cola. Desabroché su pantalón, mientras mi lengua seguía en lo suyo y lo deslicé lentamente hasta que cayó al suelo. Mis manos ahora tenían contacto directo con su piel.
Mis besos bajaron y mi nariz la acarició con tanga de por medio. Ella suspiró y arqueó su espalda. Sonreí y lo hice una vez más, para luego depositar algunos besos en el mismo lugar, que ya es estaba humedeciendo. Subí con besos hasta su boca.
Quise llevarla a la cama cuando reímos al darnos cuenta que su jean estaba trabado en sus zapatos, la ayudé a quitar sus prendas y me empujó hasta que caí en la cama. Quise tomarla del cuello para besarla y no me dejó.
- ¿Todavía no aprendiste que a las mujeres también les gusta tomar el control por un rato?
-Reí.- Hace lo que quieras, pero primero besame. Extraño tus labios.
Ella sonrió pícara y luego de acomodarse sobre mi pelvis, mordió su labio y se acercó a mi boca. Nos unimos en un beso apasionado que terminó en dejarnos sin aire.
Con sus besos bajó por mi cuello, mordisqueó mi oreja y deslizó sus dedos por debajo de mi remera hasta quitarla y humedecer mi piel con su traviesa lengua, mientras yo la disfrutaba.
Sus manos desabrocharon mi pantalón y lo deslizaron por mis piernas hasta tener que quitar mis zapatillas y dejarme en boxer. Volvió a sentarse allí arriba y estaba por matarme. Meneó su cadera sobre la mía y mis manos se posaron sobre su cola, para ayudarla a aumentar la velocidad.
Quitó su remera y su corpiño muy sensualmente y pasó su lengua sobre sus labios, unió sus tetas con sus manos y no pude resistirme. Me senté, dejando que ella se quedará sobre mí y la llené de besos y lamidas.
- Y yo te extraño a vos bonito. –Y volvió a besarme, mientras se desprendía de mi cuerpo.-
- Sos tan linda… -Dije mientras besaba su cuello.-
- Vos sos lindo, vos.
Mis labios bajaron hasta que quedé arrodillado frente a ella, subí su remera, trabándola en sus pechos y mi lengua recorrió los alrededores de su ombligo, mientras mis manos presionaban su cola. Desabroché su pantalón, mientras mi lengua seguía en lo suyo y lo deslicé lentamente hasta que cayó al suelo. Mis manos ahora tenían contacto directo con su piel.
Mis besos bajaron y mi nariz la acarició con tanga de por medio. Ella suspiró y arqueó su espalda. Sonreí y lo hice una vez más, para luego depositar algunos besos en el mismo lugar, que ya es estaba humedeciendo. Subí con besos hasta su boca.
Quise llevarla a la cama cuando reímos al darnos cuenta que su jean estaba trabado en sus zapatos, la ayudé a quitar sus prendas y me empujó hasta que caí en la cama. Quise tomarla del cuello para besarla y no me dejó.
- ¿Todavía no aprendiste que a las mujeres también les gusta tomar el control por un rato?
-Reí.- Hace lo que quieras, pero primero besame. Extraño tus labios.
Ella sonrió pícara y luego de acomodarse sobre mi pelvis, mordió su labio y se acercó a mi boca. Nos unimos en un beso apasionado que terminó en dejarnos sin aire.
Con sus besos bajó por mi cuello, mordisqueó mi oreja y deslizó sus dedos por debajo de mi remera hasta quitarla y humedecer mi piel con su traviesa lengua, mientras yo la disfrutaba.
Sus manos desabrocharon mi pantalón y lo deslizaron por mis piernas hasta tener que quitar mis zapatillas y dejarme en boxer. Volvió a sentarse allí arriba y estaba por matarme. Meneó su cadera sobre la mía y mis manos se posaron sobre su cola, para ayudarla a aumentar la velocidad.
Quitó su remera y su corpiño muy sensualmente y pasó su lengua sobre sus labios, unió sus tetas con sus manos y no pude resistirme. Me senté, dejando que ella se quedará sobre mí y la llené de besos y lamidas.
Volví a su boca y ella continuó con el meneo que me volvía loco.
- Para un poco. –Dije.-
- Que poco aguante tenes.
-Reí.- Es que… -Dije a su oído.- Quiero sacarte esa tanguita.
- Después. –Sentenció y salió de encima de mi cuerpo para poder quitar mi
boxer.-
Se sentó sobre mi abdomen, dándome la espalda y su cola. Sonreí y mis manos
comenzaron a tocar sin pedir permiso. Ella hizo lo mismo con mi zona más
íntima, hasta que estallé en sus manos.
- Así me gusta. –Dijo y sin avisarme se acostó sobre mí, corrió su tanga y
comenzó a hacerlo.-
- ¡Sos una hija de puta!
- ¡Callate y disfruta!
- No tengo forro.
- No importa, tomo pastillas.
Y de a poco comenzó a aumentar la velocidad, sonreímos cómplices y nos
relajamos para disfrutar del contacto más íntimo con el otro.
Cuando no aguanté más, acabé dentro de su cuerpo y ella sonrió. Se corrió de
encima de mí y quitó su tanga.
- Falto yo. –Dijo agitada.-
Sonreí y con mis manos hice lo que me pidió. Su cuerpo temblaba y estaba tan
tentado a hacerlo otra vez que no pude evitarlo, volví a entrar en su cuerpo y
esta vez acabamos los dos a la vez.
Mi cuerpo quedó sobre el suyo, nuestra piel hervía y transpiraba.
Mi cabeza estaba sobre sus pechos y sus manos despeinaban mi pelo.
- Te extrañaba demasiado. –Dijo sin recuperar el aire aún.-
- Yo también hermosa. –Besé su piel.-
- Quedate conmigo esta noche.
- Todas las que quieras.
Nos quedamos en silencio, lo único que se escuchaban eran nuestras respiraciones
que intentaban volver a la normalidad. Mis manos acariciaban su piel y las
suyas mi pelo.
- Perdón. –Musité.-
- No, no hables.
- Te amo. –La abracé con fuerza.-
- Yo también te amo. –Besó mi frente.- Cerra los ojitos.
- ¿Por qué?
- Porque quiero que te quedes a dormir.
- No pienso irme a ningún lado.
- Gracias.
- ¿Por qué?
- Por quedarte.
- No tenes que agradecer eso, lo hago feliz.
- Yo también soy feliz cuando estamos juntos.
Nos dimos un beso y nos sonreímos.
Y, después de un rato, nos quedamos dormidos completamente desnudos y
abrazados.
-
Me desperté y no sabía si reír o llorar.
¿Qué carajo habíamos hecho? ¿Qué hacía Pedro ahí?
Me vestí y salí de la habitación, lo pensé por un rato largo y seguía con la
misma opinión de siempre. Esa noche había sido nuestra despedida.
- Pedro. –Dije entrando al cuarto.- ¡Pedro!
- ¿Qué pasa?
- Andate.
- Hey. ¿Por qué?
-Suspiré y le di su ropa.- ¡Te vas!
- Pero si la pasamos bien.
- Eso no quiere decir que yo te haya perdonado.
- Pero…
- Pero nada, dale.
- Pau, por favor.
-Suspiré.- No la hagas más difícil.
Pedro no dijo nada, se vistió y se sentó en la cama.
- ¿Podemos hablar?
- ¿De qué Pedro? –Me senté frente a él.-
- De nosotros.
- Ya no hay nosotros.
- ¿Y esto que pasó recién?
- Fue nuestra despedida.
- No, por favor no… -Dijo intentando besarme.-
- No, no lo hagas. –Me separé de él.-
- Nos amamos.
- Me lastimaste.
- Ya no sé cómo pedirte perdón.
- No lo hagas, con un perdón no vas a solucionarlo.
- ¿Y cómo lo puedo solucionar?
- No se puede solucionar.
- ¡Fue solo un beso y estaba en pedo!
- ¡No me molesta el beso Pedro!
- ¿Y qué es lo que te molesta?
- Que no me cuidaste.
- Perdón, no lo hice a propósito.
- No voy a tener de nuevo al lado mío un hombre que no me valore.
- Mil veces me dijiste que querías estar conmigo porque yo te valoraba.
- Me valorabas, en pasado… ¡Vos lo dijiste! –Me levanté de la cama.- Andate, te
lo pido por favor.
- Pau… -Se acercó a mí.-
- ¡Andate Pedro!
-Me dio un beso suave y lento que me desarmó.- Esto no se termina acá.
Y con ese beso y esas palabras se fue. Suspiré y me dejé caer en la cama.
¿Qué se suponía que debía hacer?
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Lo subo de madrugada porque no es apto para todo público.(? Jajajaj
¿Qué se supone que debe hacer Paula? Quiero leerlos!
Si no comentan hoy, LOS LINCHO. ¿Estamos?
Si no comentan hoy, LOS LINCHO. ¿Estamos?
https://www.youtube.com/watch?v=8m3r-0XTP84 Corazón Hambriento - India Martinez ft. Abel Pintos.
Lei todo el capitulo esperando esa actitud de Paula. Sabia que nos ibas a hacer esto ajajaj, lo necesitas sino no sos vos. Pobre Pepe no se merece que lo culpe tanto. Necesito el proximo con caracter urgente. Besulis Adoracion Cebada.
ResponderEliminarCreo que me conoces querida, jajaja
EliminarAdmito que me dolió ese final�� hermoso capítulo ��
ResponderEliminar;( gracias!
EliminarPudo mas la piel que la cabeza (por no poner otra cosa ja)! Obviamente se dejaron llevar!
ResponderEliminarSe nota que Pau no tiene las cosas claras xq da doble mensaje! Me intriga saber como sigue con tu adelanto!
Espero mas...