martes, 22 de septiembre de 2015

28. Feliz cumpleaños.

Cumplir años nos mueve un poco el piso, seamos sinceros. Hay que aceptar que tenemos un año más encima y hay un balance que es inevitable… 

¿Cómo fue el año anterior? ¿Y cómo queremos que sea el próximo?

No sé si es una fecha para festejar… Pero, las costumbres dicen que hay que hacerlo, asique lo hacemos. ¡Porque a veces nos comportamos como malditas máquinas! Repito: seamos sinceros…

Festejemos si hay motivos, y si no los hay, tenemos que encontrarlos, que ese sea nuestro objetivo: encontrar siempre razones para festejar.

Es imposible esperar a que todo esté bien para festejar, hay que aferrarse a esas pequeñas felicidades y hacerlo. Es ahora o nunca.






Finalmente, la relación de Virgi y Joaquín había prosperado y los cuatro ya nos conocíamos.

Como mañana era nuestro cumpleaños, ellos nos habían convencido de salir, les frenamos la idea de boliche y terminamos en un bar.

Pepe rodeó mi cuello con su brazo y yo le sonreí.

- ¿Qué tomas?
- Un daikiri.
- ¿Vos Virgi?
- Igual.
- ¿Y vos Joaco?
- Una cerveza.
- ¿Compramos una grande y compartimos?
- Dale.
- Voy a pedir entonces. –Me dio un beso y se fue.-

Y así pasó la noche, en medio de un poco de alcohol y risas.

Cuando fueron las doce, como hacíamos siempre, nos fundimos en un abrazo interminable con mi hermana. “¡Feliz cumple hermanita!” dijimos a coro.

- Te amo Chunita.
- Yo te amo a vos Virgi. –Nos abrazamos más fuerte.- Amo, amo que seas mi melli.
- Sabes que es mutuo. –Reímos y nos separamos un poco.- Y sabes que vamos a poder solucionar todo lo que pasa.
-Suspiré.- Eso espero.
- Vas a ver que sí. –Volvimos a abrazarnos.-

Ni bien me separé de mi hermana, Pedro me besó abrazándome por el cuello.

- Feliz cumple hermosa.
-Sonreí.- Gracias Pepe.
- Mi deseo para vos es que seas muy feliz.
- Si te tengo conmigo, eso va a pasar.
-Sonrió.- Acá me tenes.
-Lo besé.- Gracias por ser parte de mi vida. –Volvimos a besarnos y creo que hasta nos olvidamos que estábamos en un lugar publico.-

Pepe saludó a Virgi y Joaco me saludó a mí. Intercambiamos regalos con Virgi y alrededor de las tres de la mañana, nos fuimos del bar.

Cuando llegamos a casa, Pedro sacó de su mochila un regalo.

- Feliz cumple mi amor.
-Sonreí, era la primera vez que me decía así y me desarmó.- Gracias. –Lo besé.-
- Espero que te guste.
- A ver…

Me senté en el living y lo abrí. Sonreí al verlo.

- Lo hice el día que nos conocimos.
- ¡Sos un zarpado!
-Rio.- Me parece que te imaginé muy bien igual.
-Reí.- Gracias, me da un poquito de pudor, pero está muy bueno. Dibujas increíble.
- De nada. –Me besó.-

Era aquel dibujo de ella desnuda, enmarcado.

Para ser sinceros, estábamos un poco pasados de alcohol y nuestros cuerpos se llamaban a los gritos, tanto que ni siquiera nos preocupamos por ir hasta la cama.

Su cuerpo estaba sobre el mío, haciendo presión. Sus labios capturaban los míos y mis manos se deslizaban por su espalda. Mi piel comenzaba a erizarse y mi cuerpo a estremece.

Quitó mi chaqueta y me quedé en top, sus besos recorrieron mis hombros y subió mi top, dejando mi delantera al viento. Lo tomé por su nuca y lo obligué a sumergirse allí, su lengua humedeció mi piel y mi cuerpo comenzaba a ser tomado por la excitación.

Siguió con sus dientes, generando un pequeño dolor que me llenaba de placer.

Terminó de quitar mi top y volvió a mi boca. ¡Amaba el contacto de sus labios con los míos! Sentía que era ideal, que no había nada con un sabor más exquisito.

Sus labios besaron toda mi cara mientras yo sonreía y quité su buzo junto con su remera, para que mientras él seguía besando mi cara, yo me encargara de que las puntas de mis dedos recorrieran su cintura.

Los besos de él quisieron bajar, pero no lo dejé. ¡Yo también quería besarlo! Me senté, haciendo que se acostará hacia el otro lado del sillón y me senté sobre su pelvis para besar todo su pecho mientras él sostenía mi pelo, para que no interrumpiera en la acción.

Volví a su boca y mientras desabroché su pantalón. Me obligó a sentarme sobre él y sus dedos recorrieron lentamente mi zona más íntima, yo estaba en calza asique lo sentía demasiado.

No aguante más y me quité lo que quedaba cubriendo mi cuerpo.

Hizo que me acostará en el piso y terminó de desnudarse. Sus dedos volvieron a hacer lo mismo que hacía unos instantes, pero ahora sobre mi piel. ¡Me volvía loca!

Por supuesto, que luego hice lo mismo con él. Porque también amaba hacerlo disfrutar.

Sin avisarme, me hizo parar y con su cuerpo me hizo caminar de espaldas hasta quedar contra una pared. Sonreímos, cómplices. Levanto una de mis piernas y lo hizo sin previo aviso. Mis uñas se clavaron con fuerza de su espalda y sus manos me sostenían con fuerza.

¡No podía hacerme sentir tan bien!

-

Al día siguiente, preparé el desayuno y fui a despertarla. Dejé la bandeja a un lado y aproveché que estaba acostada boca abajo, bajé la sábana hasta su cintura y llené su piel de besos.

- Buen día cumplañera.
- Buen día. –Sonrió.- Seguí un ratito más.
-Reí.- Hermosa.

Besé su espalda por un largo rato.

Acerqué la bandeja a la cama y nos sentamos.

Paula se puso mi remera y comenzamos a desayunar.

- No puedo creer que seas tan tierno.
- ¿Por?
- Por el desayuno.
- Es solo un desayuno.
- Es la primera vez que me regalan un desayuno.
- ¿De verdad?
- Sí.
- Entonces lo voy a hacer más seguido. –Sonrió y me besó.- Igual, falta algo.
- ¿Qué cosa?
- ¿Me esperas un cachito?
- Bueno, está bien.

-

Pedro se fue y volvió al poco tiempo con una torta, reí.

- ¡Qué los cumplas feliz! ¡Qué los cumplas feliz! ¡Qué los cumplas mi amor! ¡Qué los cumplas feliz! –Y se sentó a mi lado sosteniendo la torta.- ¡Los deseos!

Asentí con mi cabeza y cerré mis ojos.

* Que Pedro siga a mi lado.
* Salud.
* Poder ser feliz.

Apagué las velitas y reí.

- Feliz cumple mi amor. –Me besó.-
- Me encanta que me digas mi amor. –Confesé.-
- Es lo que sos.
- Gracias, mi amor. –Reímos y nos besamos.-

Corté la torta y comimos un pedazo cada uno.

- ¿De dónde la sacaste?
- Tengo mis trucos.
- En serio nene.
- La hice yo y la traje anoche.
- ¿Cuándo?
- Tengo mis trucos te dije.
-Reí.- ¡No vale!
- Sí vale. ¡Así puedo seguir sorprendiéndote!
- Siempre me sorprendes vos.
- ¿Siempre?
- ¡Siempre! –Y lo besé.-

Llevamos todo a la cocina y lavamos.

Ella me abrazó por la espalda y besó mi nuca.

- ¿Te quedas conmigo hoy?
-Tomé sus manos y las besé.- Creí que lo dabas por sentado.
-Rio.- Pregunto por las dudas.
-Giré y la besé.- Nunca hay mejor plan que estar con vos, mucho menos el día de tu cumple.
-Sonreí.- ¿Podemos salir?
- A donde quieras.
- Mmm… A caminar, por ahí, no sé, a cualquier lado.
-La besé.- Después pensamos algo.
-Sonrió.- Dale. –Me besó.-
Ahora podemos ir a hacer un ratito más de fiaca.
-Reí.- ¡Sos una vaga!
- Es temprano y es sábado, dale.
- No me puedo negar.

Ella comenzó a correr hasta la habitación y se dejó caer en la cama, yo reí y me tiré sobre ella también riendo y llené de besos su cuello.

- Feliz cumple Pau.
-Sonrió.- Gracias, te juro que mi mejor regalo es que estés conmigo.



▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼

Disfruten del amor en el aire ♥♥

(yo me voy a seguir sufriendo con asuntos facultativos *llora*)


Gracias por leer y no se olviden de comentar!☺

9 comentarios:

  1. Me mato de ternura que le lleve el desayuno y encima la torta ♥♥♥ Quiero uno asi para mi.

    ResponderEliminar
  2. Y nos mata de amor pp!! mimiroxb

    ResponderEliminar
  3. Me encanto el capitulo! Es re tierno ❤

    ResponderEliminar
  4. Voy a sonar cursi pero me encantó que le diga mi amor, la primera vez es lo mas lindo, como que das un paso mas en la relación!
    No lo imagino a este Pepe cambiado, es un tierno total!! Que siga así!

    ResponderEliminar
  5. aaahiii q lindo cumpleaños .. jajaja muy bueno el cap

    ResponderEliminar