viernes, 2 de octubre de 2015

42. Almuerzo familiar.

Para nosotros, los seres humanos, la comida nos hermana. La comida nos une… ¡Siempre nos reunimos alrededor de un plato de comida!

La comida es la excusa, la intención real es compartir un momento con el otro…

Y no, no invitamos a cualquiera para regalarle un momento de nuestra vida. Elegimos a gente especial, elegimos a aquellas personas con las que sabemos que vamos a pasarla bien…

Hacemos elecciones, todo el tiempo, y siempre sabemos a quien queremos alejar de nuestra vida y a quien queremos tener para siempre formando parte de ella.





- ¡Arriba enana! –Dije entrando al cuarto de Delfi.-
- Quiero dormir papá.
- Dale, que tengo una sorpresa para vos.
- ¿Qué cosa?
- ¡Sorpresa dije! -Rio.- Dale, que ya son las diez.
- No quiero pa.
-Me acerqué a ella y destapé su cara.- ¿Preferís dormir o la sorpresa?
- La sorpresa.
- ¿Y entonces? ¡Arriba!
- Tengo hambre.
- Mmm… -Me agaché.- Subite a cococho así vamos a buscar comida.

Ella rio y se subió a mi espalda. Corrí con ella hasta la cocina mientras reíamos, buscamos unas galletitas y le preparé una leche para que se vaya a desayunar al living mientras miraba la tele.

Yo aproveché para comenzar con el almuerzo y sellé la carne mientras cortaba la verdura.

- ¿Me decís qué es la sorpresa?
- ¡Es sorpresa!
- Pero decime papá.
-Reí.- Sos igual a mamá.
- ¿Por qué?
- Porque mamá tampoco soporta esperar.
- ¿Te gusta que me parezca a mamá? –Preguntó.-
-Sonreí.- Me encanta mi amor.

-

Toqué timbre en la casa de Pedro y él vino a abrirme.

- Hola. –Dije.-
- Hola. –Respondió y sonrió, quisimos seguir hablando pero Delfi apareció corriendo y la subí a upa.-
- Hola hermosa.
- Hola mami. –Me abrazó y yo también la abracé.- ¿Ya nos vamos? Papá me dijo que tenía una sorpresa. ¡No vale!
-Reí.- Creo que la sorpresa soy yo.
- ¿Vos?
- ¡Hey, che! ¡Qué maldad! –Y le hice cosquillas en su cuello.-
- La sorpresa es que vamos a almorzar los tres juntos. –Dijo Pedro.- ¿Queres?
- ¡Sí! –Dijo festejando y nosotros reímos.-
- ¿Vos no te ibas a ir a cambiar? –Preguntó Pedro.-
- Sí, pero vino mamá. ¿Me ayudas mami?
- ¿A cambiarte?
- Sí…
- Bueno, dale.

Le di el helado a Pedro y me fui con Delfi hasta su habitación y la ayudé a cambiarse.

- ¿Me das un abrazo? –Pregunté cuando terminé de atar sus zapatillas. Ella sonrió y me abrazó por el cuello.- ¿Vos sabes que yo te amo mucho, mucho. No?
- Sí mami, yo también te amo. –Sonreí y besé reiteradas veces su mejilla.-
- ¿Volvemos con papá?
- Para.
- ¿Qué pasa?
- Hoy papá me dijo que me parezco mucho a vos.
-Sonreí.- ¿Por qué?
- Porque soy muy ansiosa.
-Reí.- Igualita a mí.
- Y también me dijo que le gustaba que sea parecida a vos.
-Suspiré.- ¿Volvemos con él?
- Sí mami.

Salimos de la habitación de la mano y fuimos hasta la cocina.

- ¿Te ayudamos en algo? –Pregunté.-
- ¿Quieren poner la mesa?
- Dale.
- Pasale las cosas a mamá Delfi, vos que sabes a donde están. –Dijo Pedro.-

Y así pusimos la mesa. Delfi no dejaba de sonreír y por un lado me mataba de amor y por otro de tristeza, por no poder regalarle esta realidad cotidianamente.

Suspiré e intenté disfrutar del momento.

Pedro le cortó la comida a Delfi y comenzamos a comer.

- Está rico papi.
-Pepe rio.- Gracias Delfi.
- ¿A vos te gusta mami?
- Sí, está rico. Papá cocina muy bien.
- ¿Te cocinó muchas veces?
-Reí.- Sí, algunas veces.
- ¿Cuándo eran novios?
- Sí. –Dije y por suerte, Pedro me sacó de la situación.-
- ¿Queres jugo Delfi?
- Sí pa.

Pedro le sirvió jugo y me ofreció a mí también, asique acepté.

Almorzamos hablando de cosas cotidianas con Delfi, especialmente de la escuela y luego me ofrecí a lavar y ordenar la cocina. Pedro no quiso en un principio, pero terminó por aceptar.

Ellos levantaron la mesa y yo lavé.

- ¿Y el helado? –Preguntó Delfi.-
- ¿Lo queres ahora? –Preguntó Pedro.-
- ¡Sí!
-Rio.- Ahora lo servimos y vamos a la plaza. ¿Queres?
- ¡Sí! –Repitió.-

-

Fuimos con Pau y Delfi a la plaza y ella corrió a los juegos. Con Pedro reímos y nos sentamos en un banco.

- ¿Cómo estás? –Pregunté.-
- Bien. ¿Vos?
- Bien. –Reímos.- Está feliz.
- Sí… -Suspiré.- Me da tristeza.
- ¿Por qué?
- Porque podría estar así de feliz todos los días.
- ¿Vos crees que no es feliz?
- No, la veo feliz. Pero que estemos separados le duele.
- Lo sé. –Suspiramos y no supimos qué decir.-

Delfi corrió a nosotros y se sentó sobre mis piernas.

- ¿Qué pasa Delfi? –Pregunté.-
- Que una vez que estamos los tres, me quiero quedar con ustedes. –Se paró en medio de nosotros, sobre el banco y nos abrazo por el cuello.-
- ¿Y qué queres que hagamos? –Preguntó Pau.-
- Nada, quedarnos acá.

Con Pepe nos miramos y suspiramos. La abrazamos con fuerza y le dimos un beso sándwichito.

- ¿Queres que te acompañemos a los juegos? –Propuse.-
- ¡Sí! –Dijo y se separó de nosotros, festejando.-
- ¡Vamos entonces!

Paula y yo nos paramos, la tomamos de sus manos y ella bajó del banco pegando un salto.

Corrió hasta la hamaca y Paula la hamacaba de atrás y yo de adelante. Ella reía.

Luego, fuimos al tobogán y nos sacamos algunas fotos, al sube y baja y después, ella escaló con mi ayuda.

- Estoy cansada. –Dijo sentándose en el piso. Paula y yo reímos.-
- ¿Queres que volvamos a casa? –Pregunté.-
- ¿Los tres?
- Sí, los tres. –Respondió Pau y ella sonrió.-
- Entonces sí.

Nos dio una mano a cada uno y  nos dirigimos hasta el auto. Pasamos a comprar facturas para merendar y luego volvimos a casa.

Pau y Delfi estaban en el balcón, porque en realidad era un departamento, esperando a que yo prepare la merienda.

-

- Veni que te acomodo el peinado. –Dije y acomodé sus colitas.- ¿Estás bien?
- Sí. ¿Por?
- Por la tos… Corriste mucho.
- Estoy bien.
- ¿Segura?
- ¡Sí ma! –Reí y vino Pedro.-
- Anoche casi ni tosió. ¿No Delfi? –Dijo él mientras se sentaba.-
- No, pude dormir toda la noche. –Dijo sonriente.-
- Mejor entonces. –Dije y besé su mejilla.-
- ¡Quiero una factura! –Y agarró una medialuna.-

Pedro y yo reímos y comenzamos a merendar.

- ¿Puedo hacer una pregunta?
- Obvio Delfi. –Le dije.-
- ¿Nosotros somos una familia?
-Suspiré.- Obvio princesa.
- Mmm… No sé yo. –Dijo algo triste.-
- ¿Por qué hija? –Le preguntó Pepe.-
- Están separados. –Respondió.-
- Eso no tiene nada que ver, siempre vamos a ser tu familia y tus papás. –La senté en mis piernas.- Hablamos muchas veces esto.
-Suspiró.- Ya lo sé, pero quería preguntarlo.
- Está bien, podes preguntar todo lo que quieras. –Le dijo Pepe.-
- Todo lo que puedas saber. –Dije atajándome.-
- Sí, ya sé. ¡Porque soy chiquita! –Pepe y yo reímos.-


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Quiero que sepan que amo a Delfi y creo que ustedes también la van a amar.

8 comentarios:

  1. Vamos todavía q delfín esta haciendo trabajo fino para q vuelvan a estar juntos!! Genia la enana!!! mimiroxb

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  2. Obviamente Adoracion Cebada es imposible no amarla porque es lo mas. Es muy tierna ♥ Me encanto el capitulo familiar.

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  3. Mas tierno este capitulo!!! Me encanto! ❤

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  4. Que lindo que puedan compartir momentos!! Son re tiernos los 3!
    Que lindas ocurrencias tiene Delfi! ;)

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