Suena horrible y es difícil, pero es un acto demasiado egoísta querer seguir a pesar de que todos los días nos lastimemos.
En el momento, a uno le cuesta entenderlo, pero a la larga aprendemos que era lo mejor…
Que era más sano olvidarnos, que seguir lastimándonos.
Llega un punto en el que la relación está tan estallada que es imposible volver a juntar todas las partes.
- Mami…
-Dijo entrando a mi cuarto.- ¿Qué pasa que lloras?
- Nada mi amor.
- Pero estás llorando.
- Mmm… ¿Me das un abrazo?
- Sí, obvio.
Sonreí y Delfi se subió a mi cama para abrazarme.
- No llores mami.
- Si vos te quedas conmigo, yo no lloro más.
- Entonces me quedo con vos.
-Sonreí.- Te amo mucho princesa.
- Yo también te amo mami. –Se separó de mí, besó mi mejilla y secó mis
lágrimas. Yo me morí de amor.-
- ¿Cómo está ese pie?
- Bien, ya no me duele.
- Buenísimo entonces. –Y volví a abrazarla.-
- No llores más mami.
-Reí.- ¿Queres qué hagamos algo?
- ¿Qué?
- No sé, lo que vos quieras.
- Me quiero quedar acá con vos.
Se acomodó sobre mi pecho y me abrazó por la cintura. La amaba tanto que no me
entraba en el cuerpo lo que sentía por ella. Besé su frente y también la
abracé.
- Gracias hija.
- ¿Por qué?
- Por quedarte conmigo. –La abracé con fuerza.-
- Me gusta estar con vos y no me gusta que estés triste.
- Me hace bien que estés conmigo.
- Por eso me quedo.
Sonreí, esas pocas dudas que tenía para decir lo que sentía me desarmaban. Su
espontaneidad me mataba de amor.
Después de un ratito, logré tranquilizarme.
- ¿Queres que cocinemos juntas?
- ¡Sí! –Se separó de mí y aplaudió. Yo reí.-
- ¿Qué queres comer?
- Mmm… Pizza.
- ¿Pizza?
- Sí, dale. ¡Mañana tengo que volver al colegio!
-Reí.- Está bien, vamos a lavarnos las manos.
Mientras cocinábamos, la realidad era que trataba de distraerme, pero me
costaba. Delfi estaba parada sobre un banquito, para estar a mi altura. Metió
la mano en el paquete de harina y me tiró en la cara.
- ¿Qué haces? –Pregunté riendo.-
- ¡Quiero que te rías mamá!
-Sonreí y besé su frente.- A mí me parece que estás muy loca.
- ¡Reíte! –Dijo y me hizo cosquillas.-
-Reí.- Hey, me vas a manchar la ropa.
- La harina sale mamá. –Dijo y me hizo más cosquillas.-
Y la verdad es que tenía razón, la harina salía de la ropa y ese momento con mi
hija no iba a volver.
Le hice cosquillas yo también y terminamos las dos en el suelo, llorando de
risa.
- Bueno, basta. –Dije acostada en el suelo y ella estaba sentada sobre mi
panza.-
- ¡Ufa mamá!
-Reí e hice cosquillas en su cuello.- ¿Vamos a cambiarnos?
- ¿Ahora?
- Sí, dale. ¡Así terminamos con la pizza! ¿No querías comer?
-Rio.- Bueno, está bien.
Se paró y comenzó a irse, yo me paré y la alcancé para abrazarla por la
espalda.
- Te amo más que a nada en el mundo Delfi. –Y besé su mejilla.-
-Sonrió.- Yo también mami. –Se dio vuelta y me abrazó.-
- Gracias. –La abracé con fuerza.- Me hizo muy bien reírme con vos.
- A mí me hizo bien hacerte reír. –Y la llené de besos.-
Después de cenar.
- Ma.
- ¿Qué Delfi?
- ¿Puedo dormir con vos?
- ¿Por qué?
- No quiero que llores.
¡Y me morí de amor! La senté en mis piernas y acomodé su pelo.
- No te tenes que preocupar por mí.
- Pero no me gusta que estés triste.
-Besé su cabeza.- Pero sos muy chiquita para preocuparte por los grandes.
- ¡Pero vos no sos solo una persona grande, sos mi mamá!
-Dejé caer una lágrima.- Sos tan linda vos. –La abracé y apoyé mi mentón en su
cabeza.-
- ¿Puedo dormir con vos o no?
- Sí, dale. ¿Queres que vayamos ahora a la cama y miramos una peli?
- ¡Sí! -Reí y se separó de mí.-
Al rato, estábamos en mi cama, tapadas y abrazadas, mientras mirábamos la
película.
- Tengo sueño. –Dijo.-
- ¿Apago la peli?
- Sí.
Yo apagué la tele y prendí el velador.
- Dormí mi amor.
- Vos también dormí.
- Sí, yo duermo con vos.
-Delfi apoyó su cabeza en mi pecho y me abrazó.- Te amo mamá.
- Yo también te amo princesa, muchísimo. Qué descanses.
La abracé y ella, al rato, se quedó dormida.
-
Varias horas habían pasado desde que estaba en mi cama tratando de hacer algo
que no fuera pensar en ella.
Pero no, no pude.
Me levanté, solo porque me dolía la panza del hambre y me preparé un tostado de
queso, con el que volví a la cama. Me cambié y me metí dentro de la misma.
Intenté distraerme con la televisión, pero fue en vano… No sabía ni de qué
estaban hablando en aquel programa. Agarré mi celular, con la ilusión de tener
un mensaje de su parte, pero no. No había nada.
“¿Por qué no pudimos valorar que nos animamos?”
“No sé y no quiero pensar.”
“Yo te amo Paula.”
“Yo también te amo, pero no puedo. Te juro que lo intenté y no pude.”
“¿Qué no pudiste?”
“Confiar como quisiera.”
“Era obvio que lo que pasó iba a aparecer en algún momento.”
“Te juro que lo intenté, yo quería que funcionara… Pero no puedo, no pude.”
“¿No puedo hacer nada para hacerte cambiar de parecer?”
“No, nos vamos a seguir lastimando.”
“Por favor…”
“Pepe, no quiero seguir haciéndome mierda. Hoy Delfi me vio llorando y me quise
morir.”
“¿Le contaste?”
“No Pedro, obvio que no.”
“Tenes razón, fue una pregunta muy boluda.”
“Está bien…”
“¿Entonces no hay vuelta atrás?”
“No, porque voy a lastimarme y lo peor es que voy a lastimarte a vos… Y es lo
que menos quiero.”
“Yo tampoco quiero que nos lastimemos.”
“Por eso, es mejor que sigamos como siempre.”
“Es mejor si estamos juntos.”
“Pero no puedo Pedro, perdón…”
“Está bien… No quiero presionarte tampoco.”
“No quiero seguir hablando, me voy a dormir…”
“¿Delfi?”
“Está durmiendo acá conmigo, no me quiso dejar sola.”
“Es tan linda y tierna, como vos.♥”
“Me voy a dormir, un beso.”
“Un beso Pau.”
Suspiré. ¡Había que sacar los remos a relucir!
De casualidad me quedó este capítulo tan tierno entre Delfi y Pau el día de la madre... ☺ ♥
Que capitulo lindo. A pesar de lo triste que estaba Pau, Delfi logro que sonria ♡ El amor de un hijo no se cambia por nada.
ResponderEliminarEspero el proximo capitulo con los remos ya en funcionamiento.
Graciassssss♥
EliminarQ linda delfi!!! Es lo mas!!! mimiroxb
ResponderEliminar❤❤❤❤
ResponderEliminar☺♥
Eliminar