martes, 13 de octubre de 2015

57. Te amo.

“Te amo porque ya no sé qué otra cosa hacer con vos. Te extrañé, te busqué, te odié: y siempre termino amándote.”



Las mantas cubrían nuestra piel desnuda, mi cabeza estaba sobre su pecho y su mano sobre mi espalda. 


Hacía un rato largo estábamos así, creo que ninguno sabía muy bien qué decir.

- Soñaba con esto todas las noches. –Dije.-
-Me rodeó con sus brazos.- Yo también. 
-Suspiré.- No puedo creer que sea real.
-Sonrió.- Creelo. –Besó mi frente.-
- ¿Me puedo quedar con vos?
- ¿Me lo estás preguntando en serio?
-Reí.- Por las dudas.
- Si te vas, te mato. –Reí y besé su pecho.-
- Y yo me muero si me voy.

Pasamos un rato en silencio, hasta que él habló.

- Te amo. –Susurró y besó mi frente.-
-Sonreí, muerta de amor.- Te amo y nunca dejé de amarte. 

Él dio media vuelta y quedó sobre mí, para poder besarme.

- Yo tampoco, es imposible arrancarte de mi corazón.
- Te lo digo otra vez, porque no puedo creerlo, todas las noches deseaba esto.
- Creelo, porque es verdad. –Y mordió mi cuello.- ¿Ves?
-Reí.- Sos un tarado Pedro.
- Extrañaba hasta que me digas tarado. –Reímos, volvimos a besarnos y nos metimos debajo de las mantas.- ¿Qué haces?
- Mmm… -Me agarró de la cintura y me acercó a él.- Quiero que solo seamos testigos nosotros de eso.
-Sonreí.- ¿Desde cuándo sos tan tierno y romántico?
- Delfi me cambió bastante.
-Reí.- A mí también. ¿Te acordas que antes no lloraba? Y lloré antes de que me garcharas. –Reí.- Me siento una boluda, de verdad.
- Sos la boluda más linda.
- Lo de chamullero no lo cambias más. –Lo besé.-
- Eso creo que no. –Reímos y unimos nuestros labios.-

Salimos de allí abajo.

- ¿Queres un café?
- Dale, te acepto.
- Ya vengo entonces.

Pedro se puso su bata y se fue. Yo busqué su camisa y me la puse, extrañaba hasta eso. La cerré, pero dejando un escote y me tapé las piernas porque tenía frío.

Entró al cuarto y sonrió.

- Ay, mira lo que sos.
- ¿Qué? –Pregunté riendo.-
- No te hagas la tonta, sabes que amo que te pongas mis camisas.
- Por eso lo hice. –Sonreí.-

Pedro se metió en la cama conmigo y me dio una taza de café. Tomé un poco.

- Pepe…
- ¿Qué Pau?
- ¿Te volviste a enamorar?
- Me di cuenta que no puedo enamorarme de otra persona que no seas vos. -Sonreí.- ¿Vos?
- Tampoco… 
- ¿Lo intentaste?
- Sí, pero te juro que no funcionó. –Reímos.- 
- Yo también lo intenté, pero no podía dejar de pensar en vos.
- A veces pienso en como hubiese sido todo si no nos separábamos…
- Yo también. –Suspiró.- Pero pienso que quizás no tendríamos a Delfi.
- Eso nunca lo vamos a saber.
- Es verdad.

Y se hizo un silencio. Terminé mi café y lo dejé a un lado, para besar su cuello.

- No te pongas mal tonto.
- No estoy mal.
- Te conozco querido.
-Rio.- Me da culpa que hayamos pasado tanto tiempo separados.
- No es tu culpa.
- Sí Pau.
 -No, de verdad… Yo por eso te perdoné hace muchísimo tiempo.
- ¿Y entonces por qué recién ahora pudimos reencontrarnos?
- Es una pregunta a la que me cuesta encontrarle la respuesta, pero lo que importa es que estamos acá. –Lo besé y quité la taza de sus manos.- No pienses en lo que pasó.

Y me senté sobre sus piernas, dejando cada una de mis piernas a los lados de su cuerpo. Él me abrazó por la cintura.

- De verdad, no seas tonto… -Lo besé.- Y disfruta de lo que está pasando.
- Me hiciste mucha falta todo este tiempo. –Lo abracé por el cuello.- 
- A mí también, pero no quiero que pensemos en eso ahora.
- ¿Y en qué queres que pensemos?
- En que estamos juntos, me tenes en tu cama, desnuda y con tu camisa. ¿Qué más queres nene? –Pregunté riendo y él también rio.-
- ¿La verdad? Nada. –Me besó y nos abrazamos.-
- Así me gusta. –Sonreí y besé sus labios.- ¿Podemos hacer algo?
- ¿Qué?
- Ir a ver el amanecer, por favor.
- ¿Te sigue gustando?
- Sí, mucho.
- Entonces dale.

Me levanté y él también, sacamos una manta de la cama y fuimos hasta el living, nos sentamos en el sillón, yo sobre él y nos enroscamos en la manta… Desde allí miramos el amanecer. (Hacía mucho frío para salir al balcón)

El amanecer, sus brazos rodeando mi cuerpo, escuchar el latido de su corazón, sentir que me respiraba tan cerca… Me sentía plena, como hacía muchísimo tiempo no me pasaba.

Cuando el sol estuvo bastante alto, Pepe cerró la persiana y volvimos a la habitación.

- Tengo mucho frío. –Dije.-
- Veni…

Me acomodé sobre su pecho y metí mi mano por dentro de su bata. Él me tapó y luego me abrazó.

 - ¿Queres dormir?
- Mmm… Sí.
-Besó mi cabeza.- Descansa.
- Vos también.

Y al ratito, nos quedamos dormidos.

Cerca del mediodía, me desperté y él seguía completamente dormido, asique me levanté con cuidado, me puse mi bombacha, jean y medias (pero me quedé con su camisa) y preparé el desayuno.

Volví a la habitación y dejé la bandeja sobre la comoda para ir a despertarlo.

- Buen día hermoso. –Dije besando su nuca.- Dale remolón, que es tarde.
-Abrió sus ojos y sonrió.- No fue un sueño.
-Sonreí.- No, fue de verdad.

Se dio vuelta y me agarró de la cintura, haciendo que caiga sobre su cuerpo. Me besó.

- Buen día.
- Buen día. –Respondí y volví a besarlo.- Preparé el desayuno. ¿Queres?
- Bueno, dale.

Nos dimos un último beso y fui en busca del desayuno, lo dejé sobre la cama y comenzamos a desayunar.

- ¿Vamos a buscar a Delfi juntos? –Propuse.-
- Sí, dale. Le va a encantar.
-Sonreí.- ¿Arreglaste hora?
- No, pero Clari le dijo que la iba a llevar a almorzar al Mac.
- Entonces tenemos un ratito más. –Lo besé.-
- Así es. –Sonreímos y nos dimos otro beso.-
- Igual, quiero llamarla.
- Terminamos de desayunar y le habló a Clari.
- Dale. –Lo besé.- 
- ¿Estuviste mucho para preparar al desayuno?
- ¿Por?
- Está todo muy despelotado en mi cocina.
-Reí.- No tanto…

Lo besé y le di una galletita en la boca.

Cuando el desayuno se terminó, nos volvimos a meter en la cama y cuando nos miramos, empezamos a reírnos.

- ¿De qué te reís? –Preguntó.-
- De lo feliz que estoy. –Le sonreí.-
- Ay, te morfo toda. –Dijo tirándose sobre mí y besando mi cuello.-
-Lo abracé por el cuello.- Quiero estar así, toda la vida.
- Vamos a estarlo.
- ¿Me lo prometes?
-Se separó un poco de mí, para poder mirarme.- Te lo prometo.
-Mordí mi labio, muerta de amor.- ¡Te amo!
- Te amo mi amor. –Volvimos a besarnos y giramos en la cama, riendo.-
- Me siento una tarada. –Dije riendo.-
- ¿Por qué? –Rio también.-
- Siento esa cosa en el estómago. –Reí.-
- Me pasa lo mismo. –Reímos y nos abrazamos.-
- Te extrañé y te necesité mucho.
- Yo también Pau. –Nos abrazamos más fuerte.- Pero ahora estamos juntos.
- Sos lo único que le faltaba a mi vida para sentirme completa.
- Siempre voy a estar en tu vida yo.
- ¿Siempre? –Besé su sien.-
-Me miró.- Siempre. –Sonreímos y nos besamos.-


▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼

Tuve unos días tiernos cuando escribí estos capítulos, jajaj ♥

Fue capítulo de regalo y festejo que me pidieron ayer, jajaja ♥

5 comentarios:

  1. Yo se que estas por caer con alguna maldad... dejanos disfrutar unos dias de la felicidad por favor ajaja

    ResponderEliminar
  2. Yo se que estas por caer con alguna maldad... dejanos disfrutar unos dias de la felicidad por favor ajaja

    ResponderEliminar
  3. Haces que se vuelvan a pelear y yo te juro que te mato!! Los amo mucho a estos dos, y amo como escriben vos y Johi. Las dos tienen mucho talento, de verdad♡

    ResponderEliminar