La cena
fue incómoda, muy incómoda. Con Paula casi ni habíamos cruzado palabras y lo
único que nos salvaba es que Delfi hablaba hasta por los codos.
- Delfi, ya es tarde… -Dijo Pau.- ¿Dormís acá o en la casa de papá?
- Acá.
- Anda a ponerte el pijama.
- ¿Y la bota?
- Veni que te la saco.
- ¿Ya puedo caminar?
- Un poquito y despacio. ¿Sí?
- Está bien.
Pau le sacó la bota y ella fue hasta su habitación, Pau levantó la mesa y dejó
todo en la cocina, porque Delfi nos estaba llamando.
- ¿Se pueden quedar hasta que me duerma?
Paula y yo asentimos, nos sentamos en el suelo, a su lado y yo la tapé.
- No quiero que estén tristes. –Dijo con sus ojitos cerrados.-
- Nunca vamos a estar tristes, porque vos nos haces muy felices. –Dije y
acaricié su mejilla.-
- Siempre vamos a ser felices porque somos tus papás princesa. –Agregó Pedro.-
- Los amo. –Dijo ella y morimos de amor.-
- Nosotros también te amamos hija. –Dijo Pau y besó su mano.-
- Muchísimo te amamos.
Tanto te amamos que estamos con vos acá, sin poder ni siquiera cruzar miradas.
No era tanto el hecho de la pelea, era el hecho de que nos moríamos por haber
evitado esa situación… O al menos yo.
Nos quedamos con ella hasta que se quedó dormida y Paula salió corriendo hasta
la cocina, esperé en el living a que terminará y cuando ella vino, le pedí que
se siente conmigo.
- No quería que pase esto Pedro.
- Yo tampoco.
-Suspiró y abrazó sus piernas.- No soporto verla llorar.
- Ya se le va a pasar.
- ¿Y mientras tanto?
- Mientras tanto podríamos tratar de arreglar esto.
- No tiene arreglo.
- Si queremos que lo tenga…
- Ya quisimos y no se puede, es un plato que se estalló contra el piso y ya no
están todas las partes.
- Pero está lo más importante.
- ¿Qué cosa?
- El amor.
- No alcanza, al menos de mi parte.
- Por favor Pau…
- No Pedro, no. Lo que menos quiero es que sigamos sufriendo, ni vos, ni Delfi,
ni yo.
- Dale…
Acaricié su mejilla y ella besó la palma de mi mano, pero luego tomó mi mano y
la quitó de allí.
- Por favor.
- Por favor vos… -Dije acercándome a ella.-
- Pedro.
- Sh… No digas nada. –Y la besé, pero Pau rápidamente me separó de ella y
salió corriendo a su habitación.-
¡La puta madre! La seguí y entré en la habitación, cerré la puerta y ella se
paró frente a la ventana, dándome la espalda.
- Me duele todo esto Pedro, me duele hacernos mierda y me duele hacer mierda a
Delfi.
- A mí me duele que no podamos cuando hay tanto amor de por medio.
- Si hicimos un mundo de la boludes que pasó, es porque no se puede.
- ¿Vos no confías en mí? Respondeme con la verdad. –Me paré a su lado y ambos
mirábamos a la ciudad, con nuestros brazos sobre el marco de la ventana.-
- Me cuesta mucho cuando sé que estás solo.
- No volvería a hacer lo mismo, además… No fue del todo mi culpa.
- No metas a ese tipo en el medio.
- ¿Pero te diste cuenta que por lo que hizo nos está cagando la vida hace casi
una década?
- Sí, ya lo sé.
- ¿Y entonces?
- Y entonces, no puedo evitar desconfiar.
- ¿Y no puedo hacer algo para volver a ganarme esa confianza?
- ¿A vos te parece que nosotros estamos para intentar algo?
- No se pierde nada probando.
- Yo si sigo así, voy a perder la poca fuerza que tengo.
- Está bien. –Suspiré.- No voy a presionarte más, pero prometeme que si en
algún momento cambias de parecer, me lo vas a decir.
- Sí, te lo prometo.
-Sonreí.- ¿Te puedo pedir otra cosa?
- ¿Qué?
- Lo de hoy fue especial, yo tampoco podía negárselo… Pero tratemos de no
perder eso de vernos los tres, porque a Delfi le hace bien.
- Tenes razón, opino lo mismo.
-Suspiré.- Al menos coincidimos en algo. –Rio y yo sonreí.- Creo que mejor me
voy.
- Veni a buscarla mañana si queres.
- Mañana hablo con ella y vemos.
- Bueno, dale.
- Chau… -Besé su mejilla y me fui antes de que me tirara con algo.-
-
Escuché que cerró la puerta de mi casa y suspiré. ¿Qué carajo iba a hacer con
vos Pedro? ¿Qué? ¿Me explicas?
Cerré todo el departamento y antes de irme a dormir, me di una ducha para
intentar relajarme. Me puse la bata y salí del baño, me acerqué al cuarto de
Delfi y me arrodillé a su lado. Acaricié su mejilla y besé su frente.
- Te amo mi amor… -Susurré y ella agarró mi mano, sonreí y acomodé sus mantas.-
Volví a mi cuarto y me metí en la cama, para intentar aclarar mis ideas… ¡Cómo
si eso fuese posible!
“¿Me explicas que voy a hacer con vos?”
“No quiero decirte mis ideas…”
“Jajajaj, me haces reír y te estaba hablando en serio.”
“Yo también.”
“Me va a estallar la cabeza si pienso tanto.”
“Intenta descansar…”
“Como si eso fuera tan simple. ¿No?”
“Yo tampoco puedo dormir, si eso te consuela…”
“No, no sé si me consuela. Jajajaj”
“Bueno, entonces no sé qué decirte… Jajaja”
“Vamos a terminar para el carajo.”
“Hicimos un mundo de una boludes Pau.”
“Por eso te lo digo.”
“¿Podemos hablar de verdad?”
“¿Para qué?”
“Creo que lo merecemos.”
“No sé Pedro.”
“A mí me parece que sí sabes.”
“¿Qué se supone que yo sé?”
“Que me amas.”
“Pensé que eso estaba claro.”
“Yo también te amo.”
“Lo sé, pero siento que no alcanza.”
“No podemos echar todo a perder de nuevo por una boludes.”
“Me parece que lo mejor es que apaguemos los celulares.”
“No me evites.”
“No te evito, solo que no sé qué decirte.”
“¿Me prometes que lo vas a pensar?”
“Está bien.”
“¿Me lo prometes?”
“Sí, te lo prometo.”
“Así me gusta más.”
“Me voy a dormir.”
“Qué descanses.”
Y no le respondí más, tan solo apagué mi celular y me tapé ya que hacía frío.
-
Hay misiones difíciles en esta vida, pero entender a una mina encabeza en
subrayado y negrita. ¡Y sobre todo si esa es la mujer que amas! Porque claro,
todo importa mucho más y entenderla se convierte en la tarea más importante. (Y
complicada)
Quería tenerla a mi lado.
Quería ser su hombre y que ella sea mi mujer.
Quería que seamos los padres de Delfina, y además, marido y mujer.
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Ay dios! Encerralos en una habitacion YA jajaja
ResponderEliminarJAJAJAJA JOHANNAAAAA
EliminarAy dios!!! Me vuelven loca con sus vaivenes!! Jaja mimiroxb
ResponderEliminarJajajaja me encanto! Quiero otro!
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