Es ese gran o pequeño encuentro, el que nos recordará que no estamos más solos.
Pau se quedó dormida y yo no podía
separarme de ella, tampoco podía creer lo que había pasado. Había logrado
besarla después de muchísimo tiempo (muchísimo de verdad) y quería quedarme con
ella, toda la vida.
Cuando por fin me decidí a levantarme, su mano me lo impidió.
- Pau. ¿Dormís?
No respondió, por lo tanto creía que lo estaba haciendo. Besé su cabeza e hice que me soltara para poder irme. Pasé por el cuarto de Delfi, la tapé y salí del departamento. El portero me abrió la entrada el edificio y volví a mi casa.
“Acabo de llegar a mi casa y te juro que no puedo dejar de pensar en vos. Gracias.”
Apagué el celular y me dispuse a dormir. (O a intentarlo)
-
Estaba durmiendo demasiado bien, como hacía tiempo no dormía, cuando Delfi vino corriendo a mi cuarto.
- ¡Mami! ¡Mami!
- ¿Qué pasa Del?
- ¡Levantate!
- Es domingo, podemos seguir durmiendo. Veni, acostate conmigo.
- ¡Dale mami!
- Tengo sueño Delfi. –Abrí la cama y ella se acostó a mi lado.- Hace frío a parte.
-Rio.- Sos una vaga ma.
-Reí.- Puede ser. –La tapé y la abracé por la espalda.- ¿Dormimos un rato más?
- Bueno, está bien.
- Qué difícil es convencerte a vos de dormir eh. -Delfi rio.-
Nos quedamos un rato más en la cama y luego prendí mi celular. Sonreí como una boluda al leer el mensaje de Pedro y se lo respondí.
“Hacía demasiado tiempo que no me despertaba tan feliz.”
“Tengo ganas de verte.”
“Yo también Pepe.”
“Entonces tenemos que vernos.”
“Jajajajaja, lo dejo en tus manos.”
“¿Tengo vía libre?”
“No sé, fijate vos. Lo que te parezca.”
“Tirame una pista.”
“Quiero que me sorprendas.”
- Ma. ¡Tengo hambre!
- Ahora preparamos algo.
- ¡Quiero fideos!
- ¿Ya queres almorzar?
- Son las doce.
-Reí.- Ahora hacemos entonces.
- ¿Por qué sonreís tanto?
- Porque estoy contenta.
- ¿Y por qué?
- Porque tengo una hija hermosa. –Y la llené de besos.-
- Pero fue cuando miraste el celular.
- ¡No te hagas la detective! –Dije haciéndole cosquillas.- ¿Me ayudas a cocinar?
-Revoleó sus ojos.- Sí mami.
Nos abrigamos un poco y fuimos hasta la cocina. La senté en la mesada y ella puso la sal en la olla, yo calenté el agua y separé los fideos. Me ayudó a condimentar la salsa y esperamos a que los fideos estén listos.
Almorzamos y luego nos bañamos. Pedro me llamó y atendí, ya que estaba encerrada en el baño.
- Hola. –Dije.-
- Hola Pau… -Reímos como dos tarados.- ¿Cómo estás?
- Muy bien.
- ¿Muy bien?
- Muy, por vos.
- Me matas. –Reímos.- Quiero ir a llenarte de besos.
- ¿Mañana a qué hora salís del trabajo?
- Media tarde supongo.
- Yo tengo que tomar examen, asique mamá viene a cuidar a Delfi.
- ¿Eso quiere decir que...?
- Que si queres nos podemos ver un ratito, pero viste que yo no sé a que hora salgo.
- Quiero, quiero. Igual, te prometo que un encuentro de verdad vamos a tener y ese lo organizo yo.
-Reí.- Delfi está dando vueltas.
- ¿Me pasas con ella?
- Dale, un beso.
- Otro para vos hermosa.
Sonreí muerta de amor.
- ¡Delfi! Papá quiere hablar con vos.
Delfi vino corriendo y se llevó mi celular. Yo terminé de secar mi pelo y el resto del día pasó sin mucho que acotar.
-
Al día siguiente, yo ya había terminado de trabajar y eran las 4 y media de la tarde.
“Pau… ¿Qué onda tu día? ¿Cómo va?”
“Quedan dos alumnos para rendir y termino. ¿Vos?”
“ Esoy saliendo. ¿Queres que pase a buscarte?”
“Dale… Me gustaría.”
“Te aviso en donde pueda estacionar.”
“☺ ♥”
Me dirigí a la universidad y la esperé a un par de cuadras. Cuando la vi venir, sonreí y destrabé las puertas de mi auto. Ella tocó la ventanilla y reímos, le abrí la puerta y ella entró.
- Hola. –Dijo mirando hacia abajo. Yo reí y la tomé por el mentón para besarla.-
- Hola hermosa, hola. –Sonreímos y volvimos a besarnos.- ¿Cómo estás?
- Tenía muchas ganas de verte.
- Yo también. –Acaricié su mejilla y su carita tan sonriente me mataba de amor.- ¿Delfi está con tu mamá?
- Sí, no te preocupes.
Siempre arreglábamos con Lili, porque sabíamos que había veces que ninguno podía estar con Delfi, asique habíamos hecho un acuerdo y le pagábamos. Ella, desde que había pasado todo con su marido, trabajaba con Virgi y ahora con nosotros, al menos así sabíamos que Delfi estaba bien cuidada.
- ¿Queres que hagamos algo?
- No, me quiero quedar acá con vos. –Respondió.-
- ¿Acá?
- Sí, acá. –Me besó.- No puedo volver tan tarde a parte.
- Bueno, está bien. –La besé.- Pero quedate un ratito.
- Eso no lo tenes ni que pedir. –Me besó.- Además, tengo mi auto por acá. No puedo irme con vos y sin mi auto.
- ¿Preferís al auto? –Reímos y nos besamos.-
- No seas boludo.
- ¿Yo soy boludo?
- Bastante. –Y me despeinó.-
- ¡Un poco de respeto che! –Y la besé.-
- Mmm… Lo voy a pensar.
Y no dijo nada, se apoyó en mi pecho y suspiró. Yo la abracé.
- ¿Qué pasa?
- Necesito sentirte. –Dijo y besó mi cuello.-
- Veni.
- ¿A dónde?
- Acá.
Pau se sentó en mis piernas y nos abrazamos, luego de besarnos por un largo rato.
- ¿Estás bien Pau?
- Muy bien, solo quiero estar así con vos.
-La abracé fuerte.- Quedate acá todo el tiempo que quieras.
- No quiero parecer histérica, perdón.
- No te preocupes, sé que sos muy frontal y que lo que haces es para cuidarte y sobre todo para cuidar a Delfi.
- Me deja bastante tranquila que lo entiendas.
-Besé su cabeza.- No te enrosques.
Nos separamos un poco y nos besamos otra vez.
- Sos muy linda. ¿Sabías?
Sonrió y volvió a besarme.
Cuando por fin me decidí a levantarme, su mano me lo impidió.
- Pau. ¿Dormís?
No respondió, por lo tanto creía que lo estaba haciendo. Besé su cabeza e hice que me soltara para poder irme. Pasé por el cuarto de Delfi, la tapé y salí del departamento. El portero me abrió la entrada el edificio y volví a mi casa.
“Acabo de llegar a mi casa y te juro que no puedo dejar de pensar en vos. Gracias.”
Apagué el celular y me dispuse a dormir. (O a intentarlo)
-
Estaba durmiendo demasiado bien, como hacía tiempo no dormía, cuando Delfi vino corriendo a mi cuarto.
- ¡Mami! ¡Mami!
- ¿Qué pasa Del?
- ¡Levantate!
- Es domingo, podemos seguir durmiendo. Veni, acostate conmigo.
- ¡Dale mami!
- Tengo sueño Delfi. –Abrí la cama y ella se acostó a mi lado.- Hace frío a parte.
-Rio.- Sos una vaga ma.
-Reí.- Puede ser. –La tapé y la abracé por la espalda.- ¿Dormimos un rato más?
- Bueno, está bien.
- Qué difícil es convencerte a vos de dormir eh. -Delfi rio.-
Nos quedamos un rato más en la cama y luego prendí mi celular. Sonreí como una boluda al leer el mensaje de Pedro y se lo respondí.
“Hacía demasiado tiempo que no me despertaba tan feliz.”
“Tengo ganas de verte.”
“Yo también Pepe.”
“Entonces tenemos que vernos.”
“Jajajajaja, lo dejo en tus manos.”
“¿Tengo vía libre?”
“No sé, fijate vos. Lo que te parezca.”
“Tirame una pista.”
“Quiero que me sorprendas.”
- Ma. ¡Tengo hambre!
- Ahora preparamos algo.
- ¡Quiero fideos!
- ¿Ya queres almorzar?
- Son las doce.
-Reí.- Ahora hacemos entonces.
- ¿Por qué sonreís tanto?
- Porque estoy contenta.
- ¿Y por qué?
- Porque tengo una hija hermosa. –Y la llené de besos.-
- Pero fue cuando miraste el celular.
- ¡No te hagas la detective! –Dije haciéndole cosquillas.- ¿Me ayudas a cocinar?
-Revoleó sus ojos.- Sí mami.
Nos abrigamos un poco y fuimos hasta la cocina. La senté en la mesada y ella puso la sal en la olla, yo calenté el agua y separé los fideos. Me ayudó a condimentar la salsa y esperamos a que los fideos estén listos.
Almorzamos y luego nos bañamos. Pedro me llamó y atendí, ya que estaba encerrada en el baño.
- Hola. –Dije.-
- Hola Pau… -Reímos como dos tarados.- ¿Cómo estás?
- Muy bien.
- ¿Muy bien?
- Muy, por vos.
- Me matas. –Reímos.- Quiero ir a llenarte de besos.
- ¿Mañana a qué hora salís del trabajo?
- Media tarde supongo.
- Yo tengo que tomar examen, asique mamá viene a cuidar a Delfi.
- ¿Eso quiere decir que...?
- Que si queres nos podemos ver un ratito, pero viste que yo no sé a que hora salgo.
- Quiero, quiero. Igual, te prometo que un encuentro de verdad vamos a tener y ese lo organizo yo.
-Reí.- Delfi está dando vueltas.
- ¿Me pasas con ella?
- Dale, un beso.
- Otro para vos hermosa.
Sonreí muerta de amor.
- ¡Delfi! Papá quiere hablar con vos.
Delfi vino corriendo y se llevó mi celular. Yo terminé de secar mi pelo y el resto del día pasó sin mucho que acotar.
-
Al día siguiente, yo ya había terminado de trabajar y eran las 4 y media de la tarde.
“Pau… ¿Qué onda tu día? ¿Cómo va?”
“Quedan dos alumnos para rendir y termino. ¿Vos?”
“ Esoy saliendo. ¿Queres que pase a buscarte?”
“Dale… Me gustaría.”
“Te aviso en donde pueda estacionar.”
“☺ ♥”
Me dirigí a la universidad y la esperé a un par de cuadras. Cuando la vi venir, sonreí y destrabé las puertas de mi auto. Ella tocó la ventanilla y reímos, le abrí la puerta y ella entró.
- Hola. –Dijo mirando hacia abajo. Yo reí y la tomé por el mentón para besarla.-
- Hola hermosa, hola. –Sonreímos y volvimos a besarnos.- ¿Cómo estás?
- Tenía muchas ganas de verte.
- Yo también. –Acaricié su mejilla y su carita tan sonriente me mataba de amor.- ¿Delfi está con tu mamá?
- Sí, no te preocupes.
Siempre arreglábamos con Lili, porque sabíamos que había veces que ninguno podía estar con Delfi, asique habíamos hecho un acuerdo y le pagábamos. Ella, desde que había pasado todo con su marido, trabajaba con Virgi y ahora con nosotros, al menos así sabíamos que Delfi estaba bien cuidada.
- ¿Queres que hagamos algo?
- No, me quiero quedar acá con vos. –Respondió.-
- ¿Acá?
- Sí, acá. –Me besó.- No puedo volver tan tarde a parte.
- Bueno, está bien. –La besé.- Pero quedate un ratito.
- Eso no lo tenes ni que pedir. –Me besó.- Además, tengo mi auto por acá. No puedo irme con vos y sin mi auto.
- ¿Preferís al auto? –Reímos y nos besamos.-
- No seas boludo.
- ¿Yo soy boludo?
- Bastante. –Y me despeinó.-
- ¡Un poco de respeto che! –Y la besé.-
- Mmm… Lo voy a pensar.
Y no dijo nada, se apoyó en mi pecho y suspiró. Yo la abracé.
- ¿Qué pasa?
- Necesito sentirte. –Dijo y besó mi cuello.-
- Veni.
- ¿A dónde?
- Acá.
Pau se sentó en mis piernas y nos abrazamos, luego de besarnos por un largo rato.
- ¿Estás bien Pau?
- Muy bien, solo quiero estar así con vos.
-La abracé fuerte.- Quedate acá todo el tiempo que quieras.
- No quiero parecer histérica, perdón.
- No te preocupes, sé que sos muy frontal y que lo que haces es para cuidarte y sobre todo para cuidar a Delfi.
- Me deja bastante tranquila que lo entiendas.
-Besé su cabeza.- No te enrosques.
Nos separamos un poco y nos besamos otra vez.
- Sos muy linda. ¿Sabías?
Sonrió y volvió a besarme.
- Vos sos lindo. –Nos besamos.-
-
Más tarde, estaba en mi casa.
“No puedo dejar de pensar en vos, ni en las ganas que tengo de llenarte de
besos.”
“Me vas a matar diciéndome eso.”
“No, por favor. ¡No te mueras! Jajajaj!
“Es que me matas de amor.”
“Vos me matas a mí. ♥ “
▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼
Nuevamente... Love is in the air.♥
Son dos niños me matan de amor ajajaja 💓💓
ResponderEliminar♥♥
Eliminar