domingo, 4 de octubre de 2015

46. Buscando un símbolo de paz.

Estás buscando un viejo camisón, estás buscando alguna religión, estás buscando un símbolo de paz. 
Estás buscando un incienso ya, estás buscando un sueño en el placard. 
Estás buscando un símbolo de paz. 
Y damos vueltas a la heladera y solo queda un limón sin exprimir. Nos divertimos en primavera y en invierno nos queremos morir. 
Estás buscando un porro de papá, estás buscando un saco de mamá porque si nada queda nada da. 
Estás buscando un incienso ya, estás buscando un sueño en el placard, estás buscando un símbolo de paz. 
Y damos vuelta a la discoteca, y ya no quedan ganas de sonreír. Nos divertimos en primavera y en invierno nos queremos morir. 
Será porque nos queremos sentir bien que ahora estamos bailando entre la gente.
Será porque nos queremos sentir bien que ahora todo suena diferente."

Siempre buscamos ese algo que nos dé paz, eso que nos alivie un poco el dolor o simplemente los detalles tediosos que tenemos que soportar todos los días.

Todos tenemos nuestro símbolo de paz, ese lugar al que acudimos con el propósito de respirar más tranquilos.



Delfi se había dormido hacia un rato y yo estaba terminando de ducharme, lo único que quería era meterme en la cama y dormir porque no podía más.

Me estaba quedando dormida cuando Delfi vino a mi cuarto.

- ¿Qué pasa hija?
- ¿Puedo dormir con vos? –Preguntó llorando.-
- Veni hermosa. –Abrí la cama y ella se sentó a mi lado.- ¿Qué pasa?
- No sé.

Escondió su cara en mi pecho y lloraba cada vez más.

- ¿Te duele algo? –Pregunté.-
- Acá mami. –Y tocó su pecho, separándose un poco de mí.-
- ¿Qué es lo que sentís?
- Que me duele.
- ¿Pero cómo? ¿Te arde? ¿Sentís presión? ¿No podes respirar? 
- Todo eso.
- ¿Todo?
- Sí. –Y volvió a acurrucarse entre mí.-
- Tranquila mi amor. –La di vuelta, haciendo que quedé sobre mi cuerpo pero mirando hacia arriba y posé una de mis manos en el pecho.- Intenta respirar conmigo. ¿Sí?

Delfi asintió con su cabeza, pero cada vez se ponía más nerviosa y la realidad era que no sabía qué hacer. Intentaba no perder la calma para no transmitirle nervios a ella, pero ya no podía.

- Quiero que venga papá.
- Es tarde Delfi, quedate conmigo.
- ¡Quiero que venga papá! ¡No seas mala!
-Suspiré.- No es que soy mala, es que son las tres de la mañana hija.
- ¡Si yo lo llamo seguro viene!
- Delfi, por favor… Tranquilizate, porque te va a hacer peor.
- Si lo llamas.
- Bueno, yo lo llamo. Vos acostate.

Hice que se acostara a mí lado y ella no podía dejar de llorar. Tenía una crisis de llanto que no sabía cómo controlar y en cierto punto, llamar a Pedro me daba un poco de calma.

“Pepe, perdón la hora.”

“Pau. ¿Qué pasó?”

“Delfi, no deja de llorar hace una hora y me pide que vengas.”

“¿Pasó algo?”

“No, no sé. No me dice nada y está agitada.”

“Decile que me cambio y voy para allá.”

“Usa las llaves si queres.”

“Dale.”

- En un ratito viene.
- ¿Viste?
- No te enojes conmigo Del…
- Es que quiero que venga papá.
- Está viniendo.
- Bueno.
- ¿Queres que yo me vaya?
- ¡No! –Y me abrazó.-
- ¿Me contas qué pasa? 
- No.
- ¿Pero pasó algo?
- Sí.
- ¿Cuándo venga papá nos contas?
- No sé.
- Te va a hacer bien Delfi.

Y no respondió más, yo la tapé y la abracé por la espalda.

- Tranquila. ¿Sí? –Besé su mejilla y me quedé con ella hasta que llegó Pedro.-
- ¡Papá! –Dijo y se fue corriendo a buscarlo.-


- ¡Papi! –Corrió a mí y yo la alcé.-
- Hija. ¿Qué pasa? –Delfi me abrazó por el cuello y yo también la abracé.- ¿Qué pasa hermosa? –Ella negó con su cabeza y yo fui con ella a upa hasta la habitación de Paula.- Hola Pau.
- Hola. –Respondió y suspiró.- No entiendo qué le pasa. –Me dijo modulando los labios.-
- Tranquila. –Respondí del mismo modo.-

Me senté en la cama de Paula, con Delfina sobre mí y corrí el pelo de su cara.

- ¿Nos contas qué pasa mi amor?
- No.
- Dale princesa, te va a hacer bien. –Ella volvió a negar.-
- Hija… -Dijo Paula.- Dale, somos papá y mamá. Podes confiar en nosotros.
- Soñé algo feo.
- ¿Qué cosa? –Preguntó Pau.-
- Soñé que papá se iba y que no volvía nunca más. –Y se colgó de mi cuello, abrazándome.- 
- Eso no va a pasar jamás hija. –Dije con lágrimas en los ojos.-
- No quiero que pase.
- Nunca va a pasar, nunca, nunca. –La abracé con fuerza.- Nunca podría estar lejos tuyo mi amor.
- ¿De verdad?
- De verdad hija. 
-Pau secó sus lágrimas.- Que papá y yo no estemos juntos no quiere decir que eso te separe a vos de alguno de nosotros, nunca va a ser así. Nunca vamos a dejar que sea así, porque vos no tenes la culpa de lo que pasó entre nosotros… Vos sos lo más lindo que nos pasó en la vida hija.
- Nunca podríamos alejarnos de vos, ninguno de los dos. –Agregué.-
- Pero era feo. –Repitió Delfi.-
- Pero fue un sueño hija. –Dijo Pau.-
- Nunca va a pasar eso Delfi. –Dije y hacía fuerza para no llorar.-
- ¿Te podes quedar conmigo hoy papi?
- Obvio que sí hermosa, obvio.
- ¿Queres ir a lavarte la cara mi amor? –Preguntó Pau.-
- Sí, pero me esperan acá eh. 
- Anda tranquila.

Delfi se fue y yo estallé en llanto. Paula, sin decir nada me abrazó y acarició mi espalda.

- Me hace mierda que sienta eso. –Dije.-
- Fue un sueño Pepe.
- Pero, en algún lado de su inconsciente está la posibilidad.
-Se separó un poco de mí.- Vos y yo sabemos que eso nunca va a pasar.
- Tenemos que hacer algo por ella.
- ¿Qué?
- Tratar de tener momentos los tres, darle una familia.
-Suspiró.- Yo no tengo problema en estar con vos y lo sabes, la paso bien cuando estamos juntos los tres.
- ¿Y conmigo?

Y en ese momento, volvió Delfi. Sequé mis lágrimas rápidamente.

- ¿Vamos a mi cama pa?
- ¿La vamos a dejar sola a mamá?
- Vayan, no hay problema.
-Delfi se acercó a darle un beso.- Gracias por llamar a papá.
- De nada hija. –Y la abrazó.- Y no pienses en cosas feas. –Delfi negó con su cabeza.- Que descanses.
- Hasta mañana Pau. –Dije.-
- Hasta mañana.

Delfi se subió en mi espalda y reímos, así fuimos hasta su cuarto y ella se metió en su cama. Yo me acosté a su lado.

- ¿Me abrazas pa?
- Siempre princesa.

La abracé contra mi pecho y besé su cabeza.

- Descansa mi amor.

Volví al cuarto de Pau, una vez que estuvo dormida y me quedé en la puerta.

- Tenemos que hacer algo.
- No uses esto como excusa. –Dijo Paula.-
- ¿Por qué sos tan dura?
- Anda con Delfi.
- Delfi ya duerme.
- No vas a dormir acá eh.
- Te encantaría.
-Suspiró.- Pedro, basta. –Dijo acercándose a mí.- Deja de embarrar todo.
- Ya está embarrado.
- Andate de mi cuarto.
- ¿No vamos a hablar?
- No.
-Suspiré.- Está bien. –Besé su mejilla.- Hasta mañana.
- ¡Andate!

Me fui antes de que me revoleara algo y volví al cuarto de Delfi. Me acomodé en su cama y me quedé dormida junto a ella.



▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼

Yo estoy subiendo capítulos a lo loco, asique ustedes tienen que comentar a lo loco también! jajaja (posta)

Les estoy cortando muuuuchos días de Paula terca, ajajajaja!


Y si hablamos de temones -----> https://www.youtube.com/watch?v=OgO4v6W72YY (Buscando un símbolo de paz - Charly García)

7 comentarios:

  1. Me encanto este capitulo. Me mata que Pepe sea tan tierno con Delfi ♥ Y Pau tmb, pero Pepe me puede mas ajaja.

    ResponderEliminar
  2. Son un amor con Delfi! No hay dudas que Pedro nunca se va a cansar de insistir, aunque se puede dar vuelta la tortilla jaja! Que Pau no tire tanto de la cuerda... :/

    ResponderEliminar
  3. Muy buenos los caps de hoy!! Me parte el alma delfín pobrecita! mimiroxb

    ResponderEliminar
  4. Es normal que lo que más me haya llamado la atención de esto es que Pedro tiene llaveeees? Si, ya se, "es por la nena", pero Paula siempre fue re independiente y es como que me emociona (? Amo esta novela!

    ResponderEliminar