Todas soñamos con estar encerradas en la soledad y que un príncipe azul venga a buscarnos y nos enseñé lo que es el amor… Todas soñamos con un “fueron felices para siempre” y un vestido lleno de tules. Ese amor eterno, fue el sueño de nuestra infancia.
Pero… Uno crece y se da cuenta que los príncipes azules no existen, tampoco existen de otro color. Solo existen hombres reales, con sus virtudes y defectos, quienes nos harán sentirnos princesas un día, y al siguiente, plebeyas.
Existe un hombre capaz de cuidarnos y amarnos, eso sí puede ser… Pero es humano y puede equivocarse, al igual que nosotras.
Finalmente, había conseguido las
entradas para ir al teatro como quería Delfi y ella estaba sumamente feliz.
Cuando terminó la función, salimos del teatro y fuimos a cenar.
- ¿Te gustó Delfi?
- Sí papi, gracias. –Y me abrazó.-
- De nada princesa. –Se separó de mí y besó mi mejilla.-
- ¿A vos te gustó mami?
- Sí, me encantó. –Sonrió y acomodó el pelo de Delfi.-
- A mí lo que más me gustó es que fuimos los tres juntos.
Con Pau nos miramos sonriendo y vinieron a dejarnos la comida.
- Quiero un vestido como el de la Bella Durmiente.
-Pau rio.- ¿De verdad?
- Sí ma.
- Bueno, vamos a ver si lo conseguimos…
Cenamos charlando con Delfi y salimos del restaurant. Fuimos hasta la casa de Paula y Delfi no dejaba de saltar en los sillones.
- Hija, para un poco. –La reté.-
- ¡No me quiero ir a dormir!
- ¿Y qué queres que hagamos?
- ¡Jugar!
- ¿A qué?
- A que ustedes son los reyes y yo la princesa.
- ¿Y cómo sería eso? –Preguntó Pau viniendo de la cocina.-
- Así. –Me agarró de la mano y me llevó al lado de Pau.- Ustedes se tienen que agarrar de la mano.
Con Paula reímos, era tremendo como siempre lograba lo que quería.
Cuando terminó la función, salimos del teatro y fuimos a cenar.
- ¿Te gustó Delfi?
- Sí papi, gracias. –Y me abrazó.-
- De nada princesa. –Se separó de mí y besó mi mejilla.-
- ¿A vos te gustó mami?
- Sí, me encantó. –Sonrió y acomodó el pelo de Delfi.-
- A mí lo que más me gustó es que fuimos los tres juntos.
Con Pau nos miramos sonriendo y vinieron a dejarnos la comida.
- Quiero un vestido como el de la Bella Durmiente.
-Pau rio.- ¿De verdad?
- Sí ma.
- Bueno, vamos a ver si lo conseguimos…
Cenamos charlando con Delfi y salimos del restaurant. Fuimos hasta la casa de Paula y Delfi no dejaba de saltar en los sillones.
- Hija, para un poco. –La reté.-
- ¡No me quiero ir a dormir!
- ¿Y qué queres que hagamos?
- ¡Jugar!
- ¿A qué?
- A que ustedes son los reyes y yo la princesa.
- ¿Y cómo sería eso? –Preguntó Pau viniendo de la cocina.-
- Así. –Me agarró de la mano y me llevó al lado de Pau.- Ustedes se tienen que agarrar de la mano.
Con Paula reímos, era tremendo como siempre lograba lo que quería.
- Y ahora, tienen que bailar.
- ¿Bailar? –Pregunté.-
- ¡Sí! ¡El vals!
- Es tremenda. –Dijo Pau modulando y yo asentí. Reímos.-
- ¡Abraza a mamá por la espalda! –Hice lo que me pidió.- ¡Y vos por el cuello a
papá! –Volvimos a reír y comenzamos a bailar mientras Delfi cantaba la canción
de la bella durmiente.-
“Eres tú, el príncipe azul que yo soñé,
eres tú, tus ojos me vieron con ternuras de amor,
y al mirarme así, el fuego encendió mi corazón y mi ensoñación se hará realidad.
Y te adoraré como aconteció en mi sueño ideal."
Después de un rato, en donde Pau y yo nos habíamos olvidado de que Delfi estaba
allí, nos interrumpió.
- ¡Yo también quiero bailar! –Reprochó.-
- ¿Y cómo hacemos? –Pregunté.-
- Subime a upa.
Yo hice lo que me pidió y ella se colgó de mi cuello y del de su mamá.
Intentamos bailar con ella en medio y terminamos riendo. La llevamos hasta su
cama así y cuando quisimos dejarla allí, no quiso.
- ¡Quiero hamaquita de oro!
- Delfi, es tarde. –Dijo Pau.-
- ¡Son vacaciones y es sábado!
Con Paula reímos y comenzamos a hamacarla durante un ratito hasta que la
hicimos caer en la cama.
- ¿Podemos jugar a las cartas? –Preguntó Delfi.-
- Dale. –Respondí.-
- ¿Queres café Pepe?
- Sí, dale.
- ¿Y vos una chocolatada?
- ¡Sí!
Y así pasamos varias horas, jugando con Delfi que no se dormía ni de
casualidad.
- Ya tenes sueño Del. –Dijo Pau.-
- Sí. –Respondió refregando sus ojitos.-
-Pau buscó su pijama y se lo dio.- Cambiate, dale.
Delfi se puso su pijama mientras yo fui a dejar las tazas en la cocina y volví
con ellas.
Delfi se metió en su cama y suspiró.
- Me gustó mucho esta noche. –Pau y yo sonreímos.-
- A nosotros también hija. –Respondí y acaricié su frente.-
- Descansa hermosa. –Pau besó su frente.-
- Hasta mañana Delfi. –Dije.-
Y salimos de la habitación. Pau se fue a lavar las cosas a la cocina y no la
iba a dejar escapar.
- ¿Qué pasa Pepe?
- No te hagas la tonta.
- ¿Qué no me haga la tonta?
- Me muero por besarte.
- ¡Hacelo!
Reímos y nos besamos, la trabé contra la heladera y continuamos con aquel beso
sin que nada nos importara tanto como los labios del otro.
- Está Delfi. –Dijo apartándose tan solo unos centímetros.-
- Si viene la vamos a escuchar.
-Rio.- Sos tremendo.
- Vos sos tremenda y por eso no puedo dejar de besarte. –Dije y volví a
besarla.-
-Suspiró y rio.- Pepe, para un poco.
- ¿Qué pasa?
- Tengo calor.
- ¿No podes evitar que te mueva todo adentro?
-Rio y me besó.- En serio. ¿Abrís la ventana?
Yo reí y abrí la ventana, para volver a ella y besarla.
- ¿Mejor?
- Mmm… Un poco. –Dijo abrazándome por el cuello.-
- Relajate.
- Estoy en eso. –Rio y volvimos a besarnos.-
-
Escuchamos la puerta de la habitación de Delfi y nos separamos rápidamente.
- Delfi. ¿Qué pasa? –Me acerqué a ella.-
- Tengo frío ma.
- Bueno, anda a meterte en la cama que ahora te llevo otra manta.
Delfi se fue y yo suspiré, busqué una manta en mi habitación y se la llevé. La
tapé y besé su cabeza.
- ¿Mejor?
- Sí, gracias.
- De nada mi amor.
Y me fui de su habitación, cerré la puerta y Pedro estaba frente a mí, me quiso
besar y lo frené.
- Para un poco que casi nos ve. –Susurré.-
- ¿Podemos ir a tu habitación?
- Anda, yo ahora voy.
- Te espero eh.
- Sí Pedro, dale. –Me robó un beso, reí y se fue.-
Apagué las luces y cerré la puerta, pasé por el baño y entré en mi pieza. Pedro
me abrazó por el cuello y me besó.
- Pepe…
- ¿Qué?
- Para un poco.
- No, dejame besarte.
Y no me dejó responder, tan solo volvió a besarme y yo odiaba no poder negarme.
- Delfi está durmiendo acá al lado.
- No voy a llevarte a la cama si eso es lo que te preocupa, lo que no quiere
decir que no quiera. –Sonreímos cómplices y nos besamos.-
- Yo no aguanto más.
-Acarició mis brazos.- Yo tampoco. –Nos besamos.- Te prometo que voy a
organizar todo para que podamos pasar una noche solos.
- ¿Lo dejo en tus manos?
- Sí, confía en mí.
-Sonreí y lo besé.- Que sea pronto.
- Me volves loquito con lo que decís.
- Vos me volves loquita a mí.
- ¿En serio?
- Como te gusta hacerte el boludo eh.
-Rio.- Me gusta que me lo digas.
- Me volves loca y me encantas. –Lo besé.- ¿Así está bien?
- Perfecto. –Sonreímos y nos besamos.-
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https://www.youtube.com/watch?v=JeasDmHl3m8 mi infancia y el vals de mis 15... A nadie le importa, pero bueno.
Ojala les guste el capítulo y COMENTEN por favor!☺
Otroo ♡♡
ResponderEliminar☺
EliminarMe encanto!!! Otro porfiiii!!
ResponderEliminargracias!
EliminarQue lindo capitulo!!!!
ResponderEliminargracias!!
EliminarMe encanto el capitulo... Delfi es tremenda, es las lectoras hecha personaje ajajaja.
ResponderEliminarMe mata que Pau este prendida fuego ajajaja. Necesita a Pepe YA
jajajajaa, no había pensando así a Delfi...
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