Qué linda esa inocencia de la
niñez y que duro es perderla. Qué tan poco complicado sería el mundo si esa
inocencia nos acompañara por el resto de nuestra vida.
Qué bello sería todo, si miráramos el mundo con la misma ingenuidad de siempre…
Qué simple sería el mundo, si la mayor maldad que podemos cometer, es robar un caramelo.
Pero no… Crecer es duro y dejar esa inocencia nos convierte en personas frías y calculadoras, alejándonos de aquello que alguna vez, nos prometimos ser para siempre.
Con el correr de las horas, Delfi hablaba pero, se sentía muy dolorida.
Era la madrugada.
- Delfi, intenta dormir que te va a hacer bien. –Dijo Pau.-
- Me duele.
- Ya lo sé mi amor, pero si descansas te vas a sentir mejor.
- ¿Ustedes se van a quedar acá?
- No hay nada ni nadie más importante que vos, asique obvio que nos vamos a quedar acá, llenándote de mimos. –Dije y ella sonrió.- Dale, si dormís mañana tenemos una sorpresa para vos.
- ¿Qué cosa?
- Además de que seguro vengan las tías y todos los abuelos…
- ¿Qué es la sorpresa? –Preguntó sonriente.-
- ¿Por qué no se lo damos ahora Pepe? –Preguntó Pau, metiéndose en la conversación.-
- Mmm… ¿Vos decís? –Le pregunté a Pau.-
- Yo digo que sí. –Respondió.-
- ¿Vos decís que le va a gustar? –Pregunté ignorando a Delfi.-
- Para mí sí. –Respondió Pau entusiasmada.-
- ¿Me dicen qué es y me lo dan? –Dijo Delfi enojándose y con Pau reímos.-
Busqué el regalo, que estaba detrás del sillón que había en la habitación.
Pau la ayudó a sentarse y se lo dimos entre los dos.
- Así te recuperas más rápido. –Dijo Pau y Delfi sonrió.-
Delfi rompió el papel y sonrió enormemente al ver la caja.
- ¿Es la muñeca? –Me preguntó.-
- Mmm… Sí. –Respondí sonriendo y su carita de iluminó.-
- ¿Me la abren? –Preguntó.-
- Dale hermosa. –Dijo Pau agarrando la caja, entre los dos sacamos la muñeca de allí dentro y se la dimos.-
- ¡Gracias! –Dijo Delfi.-
- De nada mi amor. –Respondimos al unísono y reímos.-
- Ahora Nina tiene una amiga. –Dijo sonriendo.-
- Y vos dos amigas para dormir… -Dijo Pau.-
- Es verdad. –Y volvió a sonreír.-
- ¿Estás bien o tenes frío? –Preguntó Pau.-
- Entonces dale, a dormir que son las tres de la mañana. –Dije bostezando y Delfi rio.-
- Me duele cuando me rio.
- Ya se va a pasar… -Dijo Pau acomodando su pelo y luego apagó la lámpara que había sobre una mesita.-
Delfi se acomodó, como pudo y Pau acomodó las mantas que la tapaban.
- Que descanses mi amor. –Besó su frente.-
- Dale que seguro cuando te despiertes, te vas a sentir mucho mejor. –Besé su manito.-
La mimamos hasta que se quedó dormida y los dos estábamos muertos de sueño.
- ¿Dormimos un rato en el sillón? –Propuse.-
- Por favor. –Respondió ella.-
Nos sentamos en el sillón y sin decirnos nada, nos besamos.
Hice que se acostara, apoyando su cabeza en mis piernas y la tapé con mi campera.
- Intenta descansar.
- Vos también Pepe.
Pau se quedó dormida al ratito y creo que yo también. Estábamos fusilados.
Al día siguiente, vinieron a visitarlas sus dos tías y sus abuelos… Si bien era lindo ver como la mimaban, con Pau lo único que queríamos era estar tranquilos con ella, por suerte, se fueron rápido.
-
Delfi me pidió que me acostará con ella, asique me senté en su cama y ella se acomodó sobre mi cuerpo.
- ¿Pasa algo Delfi?
-Negó con su cabeza.- Solo quería estar con vos.
-Sonreí y besé su cabeza.- Sos tan linda.
- ¿Y papá?
- Se fue a buscar unas cosas tuyas.
- ¿Qué cosas?
- Ropa.
- Ah…
- ¿Te duele ahora?
- Un poco, me pica en realidad.
- Eso está bien, porque quiere decir que se te está cerrando la herida. No te rasques, porque te vas a lastimar.
- Está bien. ¿Y cuándo voy a poder comer?
- Esta noche.
- ¡Tengo hambre!
- ¿Mucha?
- No, poquita.
-Reí.- Entonces se queje señorita. –E hice cosquillas en su cuello.-
- Mami.
- ¿Qué Delfi?
- ¿Cuándo vamos a volver a casa?
- Mmm… Me parece que mañana o sino, pasado mañana. No sé.
- Quiero volver.
- Lo sé, pero tenes que aguantar unos días acá.
- Cuando volvamos. ¿Puedo dormir en tu cama?
-Reí.- Obvio.
- ¡Sí! –Dijo festejando y reí.- Me gusta mucho dormir con vos, porque me hace estar tranquila.
Y en ese momento la quise matar a besos.
- Vos también me das mucha tranquilidad a mí.
- ¿De verdad?
- Sí, desde que estabas en mi panza.
- ¿Yo entraba ahí adentro? –Preguntó y reí.-
- Sí… Hasta que naciste.
- Es re loco eso mami.
-Volví a reír.- Sí, es muy loco.
- ¿Y yo me movía?
- Muchísimo, no me dejabas dormir.
-Rio.- ¿Y no te gustaría tener a otro bebé adentro de tu panza?
- ¿Vos queres tener un hermanito?
-Se encogió de hombros.- No, no sé.
- Mmm…
- De verdad, solo pregunté.
- Bueno, está bien.
- Me gustaría, solo si papá también fuese su papá.
Y no supe que responderle, era tan chiquita para explicarle que no lo haría con alguien que no fuese su papá.
- Me gusta ser la única a la que cuidas igual.
-Reí.- ¡Sos tan celosita!
- Bueno, pero me gusta tenerte toda para mí.
- ¿Yo soy toda tuya?
- ¡Sí! –Respondió riendo.-
- ¿Y vos sos toda mía?
- ¡Sí! –Gritó y reímos.-
- Sh… No grites.
- Perdón. –Dijo riendo.-
- No pasa nada.
- Ma…
- ¿Qué hija?
- ¿Alguna vez te operaron a vos?
- No.
- ¿Y a papá?
- Sí, cuando era chiquito.
- ¿Cómo yo?
- No, mucho más chiquito.
- ¿Por qué? –Preguntó.-
- Porque tuvo un accidente con la abuela en la bici.
- Ah… Pero ahora está bien. –Sonrió.-
- Vos también vas a estar bien.
- ¿Cuándo ma?
- Dentro de unos días.
-Suspiró.- Quiero dormir un ratito.
- Dormí entonces.
- ¿Puedo dormir con vos acá?
- Obvio hija.
Me dio un beso en la mejilla y sonreí.
Ella se acomodó en mi pecho y no dijo más nada. Yo cerré mis ojos y comencé a divagar por distintos pensamientos…
¿Cómo de tanta inocencia terminamos convirtiéndonos en esto?
¿Cómo puede ser que esa ingenuidad se convierta en tanta bronca y resentimiento?
Mi infancia no había sido mejor, pero creía en la idea de que un príncipe azul me iba a enamorar y me iba a regalar un zapatito de cristal todos los días. Soñaba con una vida llena de magia y la magia no existe. Hay que aceptarlo.
Mi príncipe azul es de todos los colores, menos azul.
El polvo de hadas no existe y el “Fueron felices para siempre” menos que menos…
Lo único real que existía hoy para mí, era ese abrazo con mi hija. Ese abrazo que quería hacerlo eterno, esa chiquitita que no quería que crezca. Esa chiquitita que quería que sea mi chiquitita, para siempre.
▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼
Mas tierno este capítulo!! Me encanta la relación que tienen!
ResponderEliminarDelfi cuando puede tira un palito jajaja...
Que lindo capitulo ♡ Que ternuritaaas
ResponderEliminarAwww mas lindo el cap!! Creí que aveces delfi mete presión
ResponderEliminar