“Gritos de agonía en el aire, tantos sueños rotos me causaste.
Éramos tan perfectos, brillaba nuestro cuento... Pero
ahora entiendo que me miento.
Y sentir todo este dolor... Para mí, esto no acabó.
Y vivir, así me cambió. Cierro los ojos y te siento en mi interior.
En caída libre voy volando con todos mis sueños en tus manos.
Corriendo hacia tu puerta, sintiéndome dispuesta a entrar en tu juego, en tu infierno.”
Llegamos a la
casa de mi hermana y tocamos timbre.
- Hola Chu. Hola Del. –Dijo cuando abrió la puerta y nos saludamos.-
- Está re grande la panza. –Dijo Delfi.-
- ¿Viste? –Le preguntó mi hermana.- Pasen.
Virgi nos sirvió algo de tomar y nos sentamos en el sillón.
- Tía…
- ¿Qué mi amor?
- ¿Puedo? –Preguntó mirando la panza.-- Hola Chu. Hola Del. –Dijo cuando abrió la puerta y nos saludamos.-
- Está re grande la panza. –Dijo Delfi.-
- ¿Viste? –Le preguntó mi hermana.- Pasen.
Virgi nos sirvió algo de tomar y nos sentamos en el sillón.
- Tía…
- ¿Qué mi amor?
- Obvio… Justo ahora se está moviendo. –Delfi posó su mano en la panza y sonrió.-
- Un montón. –Dijo sonriendo.-
- ¿Cómo se va a llamar?
- Mateo. ¿Te gusta?
- Sí, me encanta. –Besó mi panza.- Hola Mateo. –Sonreímos.-
Pasamos un ratito con Delfi y luego ella se fue a mirar la tele.
- ¿Cómo estás?
-Suspiré.- Estoy que no es poco.
- Cómo estás es el tema…
- No sé Vir, te juro que no sé.
- ¿Seis meses?
- Seis. –Sentencié.-
- ¿Pensas perdonarlo?
- Por más que lo piense… No puedo.
- ¿Por qué?
- Porque se fue a la mierda y le importó muy poco su familia.
- Sos muy dura con él.
- Él es duro con nosotras.
- Deberías entenderlo un poco…
- ¿Y a mí? ¿Quién me entiende?
- Afloja un poco Pau.
- Por ahora no puedo, y necesito que cambiemos de tema.
- ¿Segura?
- Sí, por favor… -Hice una pausa.- ¿Cómo está esa panza? ¿Cómo estás vos?
- Hermoso, todo.
-Sonreí.- ¿Se mueve mucho?
- Muchísimo, sobre todo de noche.
- Ah, divino entonces. –Reímos.- ¿Y Joaco?
- Me estoy dando cuenta que lo amo mucho más de lo que pensaba.
- Qué lindo hermanita. –Sonreí.-
- Sonreíme de verdad.
- Hago lo que puedo Vir…
-Tomó mi mano.- ¿Qué es lo que pasa? Se te llenaron los ojos de lágrimas.
- Que con Pedro habíamos hablando un montón de tener otro hijo y yo me imaginaba el embarazo con él, muy distinto a como fue con Delfi y nada… Eso. –Suspiré.- Pero, por favor… No quiero hablar de esto.
- ¿Qué queres que hagamos?
- Quiero dormir y despertarme sin ganas de llorar.
- Llora si lo necesitas.
- No puedo.
- ¿Por qué?
- Por Delfi, no quiero ponerla peor.
- Delfi no está ahora.
- De verdad.
- ¿De verdad qué?
- Quiero intentar ser fuerte.
- No siempre se puede Chu.
- Lo sé, pero ahora no quiero llorar…
- Podes contar conmigo, siempre.
-Sonreí.- No quiero tirarte mis negativas.
- No seas boluda Paula.
-Me encogí de hombros.- En serio… Me voy a buscar a Delfi.
- ¿Ya se van?
- No, solo quiero ir a ver como está.
- ¿Te espero con terere?
- Dale.
Fui hasta el cuarto de mi hermana, donde estaba Delfi y entré.
- Mami… ¿Ya nos vamos?
- No… ¿Vos queres ir?
- No, no. ¿Y qué pasa?
- Solo quería saber cómo estabas.
- Bien.
- ¿Segura?
- Sí ma.
- ¿Queres venir a tomar terere con la tía y conmigo?
- ¡Sí!
-Sonreí.- Apaga la tele y veni entonces…
Comencé a caminar y ella, después de apagar la tele, me siguió y me abrazó.
- ¿Qué pasa hija?
- Quería abrazarte.
-Sonreí y tomé sus manos.- Veni y nos sentamos juntas. –Asintió con su cabeza y nos acercamos al living.-
Me senté y Delfi se sentó a mi lado.
-
El día que llegué lo tuve libre, pero hoy ya había que ir a trabajar y en cierto punto creía que eso me iba a ayudar… Ocupar mi cabeza en algo me permitiría distraerme, al menos un poco.
Trabajé toda la mañana y toda la tarde, hasta ahí todo bien.
Pero, cuando volví al hotel la angustia volvió a invadirme. Busqué mi celular y le hablé a Pau.
“Hola Pau. ¿Cómo estás? ¿Está Delfi? Quiero hablar con ella.”
“¿Queres que le diga que prenda la compu y hablan por Skype?”
“Dale, gracias.”
“Lo hago por ella.”
“¿Siempre vas a ser así de dura?”
“Te dije que hago lo que puedo.”
“Amarme podes.”
“Dejar de amarte es lo que tengo que hacer.”
“Me duele mucho que me digas eso.”
“A mí me duele que nos hayas dejado. ¿Y qué hacemos con eso?”
“¿De verdad no hay vuelta atrás?”
“No me atosigues Pedro.”
“Bueno, perdón. Es que no soporto que estés enojada conmigo.”
“¿Esperabas que reaccione bien?”
“No, no sé. Pero nunca creí que así.”
“No me conoces tanto como creía entonces.”
“Pau…”
“Pau nada, ahora le digo a Delfi que se conecte.”
- ¡Hola papi! –Dijo sonriente.-
- Hola Delfi. ¿Cómo estás?
- Bien, hoy fuimos a visitar a la tía y tiene una panzota ya.
-Reí.- ¿En serio?
- Sí, se va a llamar Mateo. –Sonrió.- ¿Vos? ¿Cómo estás?
- Todo bien mi amor.
- ¿Y cómo es todo allá?
-Reí.- Igual que allá, solo que hablan en español.
- ¿Cómo?
- Todo con zeta… -Dije exagerando la zeta y ella rio.-
- ¿Ya fuiste a trabajar?
- Sí, fui hoy.
- ¿Y son buenos esos compañeros?
-Sonreí.- Sí mi amor.
- Ah….
-
No pude evitar quedarme detrás de la puerta y escuchar la charla.
Me deslicé por la pared y me dejé caer al suelo, me estaba desarmando otra vez. No soportaba tenerlo lejos. Las lágrimas nacieron en mis ojos y no podía evitarlo.
- Chau papi. ¿Hablamos mañana?
- Dale princesa. Te amo.
- Yo también pa.
- Hasta mañana hija.
- Hasta mañana mi amor.
Delfi salió de su cuarto y me miró.
- Mami, no llores. –Dijo y me abrazó.-
- Perdón Delfi. –La abracé también.-
- No llores más, yo te abrazo. –Sonreí y besé su mejilla.-
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Bueno, he aquí el capítulo de hoy. Triste, y se vienen más así. Mil disculpas, ajaja
https://www.youtube.com/watch?v=UQGDgYcthQ4 Te siento - Lali.
Quiero tenerle compasion a Paula y no puedo Cami jajaja, perdon pero quiero cachetearla. Que dura es!
ResponderEliminarPau podría aflojar un poco y la pasarían mejor todos!
ResponderEliminarVan a seguir así?? :(