“Cada vez que toco un poco fondo, cada vez que el
tiempo vuela, un recuerdo más que pasajero, será como empezar otra vez de cero.
Cada corazón merece una oportunidad, y está perdida
sola en medio de la ciudad.
Soy el que piensa por los dos, hasta que sale el sol.
No me importa el problema, no importa la solución, me quedo con lo poco que queda, entero en el corazón.
Me gustan los problemas, no existe otra explicación.
Esta si es una dulce condena, una dulce rendición.
Cada sensación o sentir vulgar, una sola cosa, un sólo lugar.
Un recuerdo... Cada corazón...”
Ese día, Delfi
luego de la escuela se iba a la casa de su amiga Cata y yo había salido
temprano de la universidad, asique me decidí por ir a visitar a mi hermana por
varios motivos:
Quería ver a mi sobrinito.
Quería ver a mi hermana.
Necesitaba una charla seria, de verdad, a corazón abierto.
Le avisé a su celular que había llegado y me abrió con Mateo en brazos.
- Hola hermoso. –Dije mirándolo y él me tiró los bracitos, Virgi me lo pasó y le sonreí.- Hola bonito, hola. –Besé su frente y lo acomodé en mis brazos.-
- Hola hermanita. ¿Cómo estás? ¿Todo bien? –Me dijo.-
-Reí.- Sos una tarada. –La saludé.- Hola Vir.
- Hola Chu, pasa. Dale.
Entramos en su casa y yo, me quité el abrigo con Mateo en mis brazos y luego me senté en el sillón. Él no dejaba de mirarme y era tan lindo.
- ¿Comiste?
- No Vir.
- ¿Me lo entrenes mientras preparo algo?
- Dale.
- Después le doy la teta así duerme y podemos charlar tranquis. –Me guiñó el ojo y le sonreí.- Ya vengo.
- Dale, yo me quedo con el gordo.
Juegué un rato con Mateo, mientras Virgi preparaba algo de comer.
Luego, almorzamos y tal como me había dicho, le dio la teta y lo dejó durmiendo.
- Tu cara me da pánico Paula, así te lo digo.
- A mí también. –Suspiré.-
- ¿Qué pasó ahora?
- Mañana vuelve Pedro.
- ¿Ya?
- Lo mismo dije yo, pero sí. Pasaron seis meses.
- ¿Y qué pasa con eso?
- ¿Cómo qué pasa boluda? No quiero verlo, voy a volver a caer y no…
- ¿Y vos no pensaste en que él puede volver con otra mina?
- ¿Eh? No, ni ahí.
- No sé, es una posibilidad.
- No Vir, no creo. Va a volver a buscarme…
- Y a vos eso te encanta.
- No sé, no quiero seguir sufriendo.
- ¿No habías puesto punto final?
- Sí, pero lo tenía lejos.
- No lo veas.
- Es el papá de Delfi.
- Lo sé, pero ella ya es bastante grande…
- No puedo no verlo, no voy a hacer malabares toda la vida.
- ¿Mañana lo vas a ver?
- Viene a buscar a Delfi a casa. –Suspiré.- Siento que me va a explotar la cabeza.
- ¿Por qué no esperas a ver qué pasa?
- Ya sé lo que va a pasar.
- No, no lo sabes.
- Mmm…
- No sabes, quizás él se olvidó de vos y eso te facilite las cosas. ¿No te parece?
- Creo.
- No te preocupes de ante mano.
- Sabes que eso me cuesta.
- Por eso te lo aconsejo.
-Suspiré.- ¿Y cómo se hace?
- Vos sabrás.
-Reí.- No, te juro que no sé.
- Tenes que poder superarlo Pau, esta vez te lo digo en serio. No da para más.
- Ya lo sé.
- ¿Y entonces?
- ¿Te crees que no lo intenté?
- No, sé que lo intentaste.
- Ya no sé más como probar.
- Tenes que conocer a alguien.
- Dale, ahora saco a alguien de la galera.
- ¿Qué pasó con el chico de la universidad?
- Era un goma.
- ¿Era un goma o vos no querías estar con otra persona que no sea Pedro?
- La segunda opción. –Suspiré.- Siento que ese amor me va a condenar de por vida.
- No, no voy a permitir que sea así.
- Ya no somos pendejas Vir.
- ¿Y? Para el amor no hay edad y vos lo sabes muy bien.
- Gracias por recordame que encima estoy enamorada de un pendejo.
- Ya no es un pendejo.
- Tiene actitudes de pendejo y le sigo llevando la misma cantidad de años.
- ¿Te sigue pareciendo un problema eso?
- No, pero su actitud sí.
- Si hace meses que no te insiste.
- Sí, en eso estuvo bien.
- Para mí, conoció a otra. Ya te lo dije.
-Suspiré.- No sé, no quiero que llegue mañana.
- Pero va a llegar.
- Lo sé boluda.
Me quedé otro rato hablando con mi hermana, hasta que me tuve que ir a buscar a Delfi.
Quería ver a mi sobrinito.
Quería ver a mi hermana.
Necesitaba una charla seria, de verdad, a corazón abierto.
Le avisé a su celular que había llegado y me abrió con Mateo en brazos.
- Hola hermoso. –Dije mirándolo y él me tiró los bracitos, Virgi me lo pasó y le sonreí.- Hola bonito, hola. –Besé su frente y lo acomodé en mis brazos.-
- Hola hermanita. ¿Cómo estás? ¿Todo bien? –Me dijo.-
-Reí.- Sos una tarada. –La saludé.- Hola Vir.
- Hola Chu, pasa. Dale.
Entramos en su casa y yo, me quité el abrigo con Mateo en mis brazos y luego me senté en el sillón. Él no dejaba de mirarme y era tan lindo.
- ¿Comiste?
- No Vir.
- ¿Me lo entrenes mientras preparo algo?
- Dale.
- Después le doy la teta así duerme y podemos charlar tranquis. –Me guiñó el ojo y le sonreí.- Ya vengo.
- Dale, yo me quedo con el gordo.
Juegué un rato con Mateo, mientras Virgi preparaba algo de comer.
Luego, almorzamos y tal como me había dicho, le dio la teta y lo dejó durmiendo.
- Tu cara me da pánico Paula, así te lo digo.
- A mí también. –Suspiré.-
- ¿Qué pasó ahora?
- Mañana vuelve Pedro.
- ¿Ya?
- Lo mismo dije yo, pero sí. Pasaron seis meses.
- ¿Y qué pasa con eso?
- ¿Cómo qué pasa boluda? No quiero verlo, voy a volver a caer y no…
- ¿Y vos no pensaste en que él puede volver con otra mina?
- ¿Eh? No, ni ahí.
- No sé, es una posibilidad.
- No Vir, no creo. Va a volver a buscarme…
- Y a vos eso te encanta.
- No sé, no quiero seguir sufriendo.
- ¿No habías puesto punto final?
- Sí, pero lo tenía lejos.
- No lo veas.
- Es el papá de Delfi.
- Lo sé, pero ella ya es bastante grande…
- No puedo no verlo, no voy a hacer malabares toda la vida.
- ¿Mañana lo vas a ver?
- Viene a buscar a Delfi a casa. –Suspiré.- Siento que me va a explotar la cabeza.
- ¿Por qué no esperas a ver qué pasa?
- Ya sé lo que va a pasar.
- No, no lo sabes.
- Mmm…
- No sabes, quizás él se olvidó de vos y eso te facilite las cosas. ¿No te parece?
- Creo.
- No te preocupes de ante mano.
- Sabes que eso me cuesta.
- Por eso te lo aconsejo.
-Suspiré.- ¿Y cómo se hace?
- Vos sabrás.
-Reí.- No, te juro que no sé.
- Tenes que poder superarlo Pau, esta vez te lo digo en serio. No da para más.
- Ya lo sé.
- ¿Y entonces?
- ¿Te crees que no lo intenté?
- No, sé que lo intentaste.
- Ya no sé más como probar.
- Tenes que conocer a alguien.
- Dale, ahora saco a alguien de la galera.
- ¿Qué pasó con el chico de la universidad?
- Era un goma.
- ¿Era un goma o vos no querías estar con otra persona que no sea Pedro?
- La segunda opción. –Suspiré.- Siento que ese amor me va a condenar de por vida.
- No, no voy a permitir que sea así.
- Ya no somos pendejas Vir.
- ¿Y? Para el amor no hay edad y vos lo sabes muy bien.
- Gracias por recordame que encima estoy enamorada de un pendejo.
- Ya no es un pendejo.
- Tiene actitudes de pendejo y le sigo llevando la misma cantidad de años.
- ¿Te sigue pareciendo un problema eso?
- No, pero su actitud sí.
- Si hace meses que no te insiste.
- Sí, en eso estuvo bien.
- Para mí, conoció a otra. Ya te lo dije.
-Suspiré.- No sé, no quiero que llegue mañana.
- Pero va a llegar.
- Lo sé boluda.
Me quedé otro rato hablando con mi hermana, hasta que me tuve que ir a buscar a Delfi.
Volvimos a mi casa.
- Ma. ¿Me ayudas a prepararme el bolso?
- Dale Delfi. –Me acerqué a ella.- ¿Cuántos días te queres ir?
- Una semana.
- ¿Una semana sin vernos? –Pregunté un poco triste, aunque lo hice
inconsciente.-
- A papá no lo veo hace mucho tiempo.
- Está bien, tenes razón.
- No te enojes.
- No Delfi, no me enojo. –Suspiré y abrí su placard.- A ver… -Comencé a sacar
ropa y ella me abrazó por la espalda.-
- No te enojes mami.
- No estoy enojada mi amor.
- ¿Segura?
- Sí, segura. Solo que me acostumbré a tenerte cerquita todos los días.
- Mmm… Puedo venir a merendar algunos días. ¿Queres?
- Como vos quieras.
- Sí, yo quiero.
- Entonces dale. –Besé su mano.- ¿Papá va a estar de vacaciones?
- Sí, por dos semanas… Por eso puedo quedarme con él.
- Ah, está perfecto entonces. ¿Qué ropa queres llevarte?
La ayudé a preparar el bolso y luego cenamos.
-
“Ya tengo el bolso preparado papi.”
“Qué bueno Delfi. Yo estoy esperando a que salga el avión.”
“¿A qué hora sale?”
“A las 23:30”
“Falta poquito…”
“Falta poquito para que estemos juntos otra vez.”
“Al fin pa… Estoy muy feliz.”
“Yo también Delfi.”
“Qué tengas un buen viaje.”
“Gracias hermosa… Nos vemos mañana.”
“Sí, nos vemos mañana.”
“Te amo… Gracias por bancarme.”
“Te amo papá, y me costó un poco, pero ya pasó.”
“Sos la mejor hija que me podría haber tocado.”
“No exageres.”
“Lo digo de verdad Delfi.”
“Mmm…”
“¿Mmm qué?”
“Mamá tiene razón cuando dice que sos chamullero.”
“¿Lo sigue diciendo?”
“No, lo decía. ¿No están separados?”
“Sí hija.”
“¿No van a volver?”
“Del… No hablemos de eso.”
“Está bien, perdón.”
“Tengo que irme, así puedo volver.”
“Dale pa, te voy a estar esperando.”
▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼
https://www.youtube.com/watch?v=GRHcrqEXapc Dulce condena - Fabiana Cantilo.
OTROOOOOOO
ResponderEliminarjajajaja
EliminarUff, que mal la veo Pau cuando vuelva Pepe con la novia! No se lo espera no ahí, baldazo de agua fría!
ResponderEliminarSubí otro por ser feriado jaja! Justo cuando entré a tw, habías publicado ;)
mmm.. después veo si subo otro
EliminarMe retrase otros caps pero los pude leer!!!! Te odie en el cap anterior! No quería detalles de lo que haria con Macarena a comparación de los detalles con Pau (carita pervertida) si habia juraba no leerlo! Jajajaj
ResponderEliminarY presiento que Macarena va a ser una forra del orto que ya la estoy odiando!
Otro mas por favor!
jajajajaja, perdónnnnnn! ahora subo otro
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