Nos olvidamos que hoy estamos y mañana… ¿Quién sabe?
¿Por qué no hacerlo ahora ¿Qué nos impide que lo hagamos? ¿Para qué esperar? ¿Para qué seguir esperando? ¿Para qué seguir mirando como la vida pasa?
No, basta de quedarnos sin hacer nada. Es ahora.
“Tienes tres opciones: te beso, me besas o nos besamos.”
Un mes
llevaba de terapia y sinceramente estaba mejor, bastante mejor.
Aún en mi cabeza existían muchas cosas por re-ver y arreglar, pero al menos esos
ataques de ansiedad casi no aparecían y había logrado aclarar que lo único que
deseaba en la vida, era estar con Paula y poder formar una familia con Delfi… Y
en algún momento, con más hijos.
Claro que Paula no estaba pasando un buen momento y por eso decidía esperar, al
menos un tiempo, hasta que el dolor por su papá cesara un poco. A pesar de
ello, intentaba estar con ella y cuidarla desde donde podía.
“El ambiente de hoy no
me agrada para salir, es una excelente
ocasión para encadenarnos aquí…
No te suelto más, yo no te suelto más. Este es un rapto de inconsciencia nena, yo no te suelto más.
Cierro el puño tal vez para no ver mi mano vacía. Si pudiera decírtelo de alguna otra manera lo haría.
No te suelto más, yo no te suelto más. Este es un rapto de inconsciencia nena, yo no te suelto más.
Somos hijos del rigor, más la cuerda aprieta el cuello, más perverso es el consuelo.
No te suelto más, yo no te suelto más. Tu defensa es hoy mi cable nena, yo no te suelto más.
Vamos a tenernos aquí mi amor alimentando la utopía. Duermo en tus labios por favor no sonrías, o caeré.
No te suelto más, yo no te suelto más. Este es un rapto de inconsciencia nena, yo no te suelto más.”
-
Tocaron timbre y ya sabía que era Virgi.
- Hola gorda. –Dije cuando abrí.-
- Hola Chu. –Nos abrazamos.-
- ¿Cómo estás?
- Mmm… Estoy que no es poco. ¿Vos?
- Igual.
- Pasa…
Nos separamos y entramos.
- Veni a la cocina. –Le dije.- Así podemos hablar sin que Delfi escuche.
- ¿Está mal?
- Por mí. –Suspiré.-
- Es tan linda.
- Te juro que no me entra tanto amor en el cuerpo, pero no quiero que esté mal
por mí.
- Es tu hija… Es lógico.
- Lo sé, pero quiero cuidarla. ¿Se entiende?
- Sí, te entiendo.
- ¿Queres un café?
- Sí, dale.
Preparé café y nos sentamos en la mesa.
-Tomé las manos de mi hermana y ella sonrió.- ¿Cómo estas?
- Ya preguntaste.
- Te pregunto otra vez porque te veo lágrimas en los ojos.
- Hago lo que puedo Pau.
- Lo sé, yo también.
- Me mata la culpa, lo tratamos demasiado mal.
- Yo creo que de tanta mentira que acumuló, le terminó explotando en el cuerpo.
- Eso puede ser.
- Dicen que es así.
- Sí, eso dicen… Pero la culpa la tengo igual.
- Yo también.
- ¿Y qué se hace?
- No sé, te juro que no sé.
Y en ese momento, vino Delfi.
- Hola tía. –Dijo y se acercó a abrazarla.-
- Hola Delfi. ¿Cómo estás?
- Yo bien. ¿Vos seguís triste como mamá?
- Un poco.
Delfi se separó un poco de su tía y besó su mejilla.
- No me gustan que estén tristes.
- Estamos mejor igual. ¿No Chu?
- Sí… -Respondí y suspiré.- ¿Queres merendar Del?
- Sí mami.
Me paré para prepararle la merienda y se quedó con mi hermana.
- Delfi… ¿Nos dejas un ratito solas? –Le dije.-
- Bueno, pero si antes de que se vaya la tía, vienen a jugar un rato conmigo.
- Dale, la tía te lo promete. –Le dijo Vir.-
- Acuerdense eh. –Dijo y se paró.-
- Anda Delfi, después vamos. –Dije y ella se fue.-
- Así está todo el día. –Dije.- Me mata de culpa.
- ¿Por qué?
- Porque no quiero que esté triste por mí.
- Debería darte orgullo.
- ¿Por qué?
- Por la personita tan linda que criaste.
-Sonreí.- Pero es una nena.
- Es una nena muy madura y lo sabes.
- Sí, eso es verdad.
- Deja que te acompañe, ella lo necesita.
- Sí, puede ser. –Suspiré.- ¿Y vos?
- ¿Yo qué?
- ¿Joaquín está con vos?
- Todo el tiempo.
-Le sonreí.- Te sacaste la lotería eh.
- La verdad que sí… -Hizo una pausa.- ¿Vos?
- ¿Yo qué?
- No te hagas la boluda Chunita.
-Reí.- Nada.
- ¿Nada qué?
- Nada, con Pedro nada.
- Te conozco.
- Bueno. ¿Entonces qué preguntas?
- Nada, está conmigo, pero no somos nada.
- Nada, claro…
- No pasó nada desde que nos separamos.
- Pero queres que pase.
- Sí, ahora más que nunca.
- ¿Y por qué no se lo decís?
- Prefiero esperar.
- ¿Qué queres esperar?
- No sé, pero ahora estoy muy hecha mierda como para intentarlo otra vez.
- No te duermas.
-Suspiré.- ¿Vamos con Delfi?
- Evita el tema, dale.
-Reí y me levanté para dejar las tazas en la pileta de la cocina.- ¿Vamos?
- Dale.
Fuimos hasta el cuarto de Delfi y ella nos estaba preparando con todo listo
para jugar.
- Bienvenidas a la peluquería. –Dijo sonriendo.- Siéntense.
Nos hizo sentar en las sillitas de su habitación y agarró un peine.
- Primero la tía.
La peinó a mi hermana con varias hebillitas y luego a mí.
- Así están más lindas. –Dijo sonriendo.-
- A ver… -Dije y agarré mi celular, puse la cámara frontal y al verme reí.-
Nos sacamos varias fotos y terminamos la tres riendo en la cama. Eran las
mujeres de mi vida y las amaba más de lo que estaba permitido en esta vida.
“Hola Pau. ¿Cómo están?”
“Delfi nos agarró a mi hermana y a mí en su peluquería.”
-Y le envié una foto.-
“Jajajajaja, están divinas.”
“Lo hizo porque nos vio tristes.”
“Esa nena se da cuenta de mucho más de lo que nosotros creemos.”
“Lo sé. Lo sé.”
- Mami.
- ¿Qué Delfi?
- ¡Tengo hambre!
- ¿Y qué queres comer?
- Sándwich de milanesa.
- Ahora preparo.
- ¿Podemos comer en el sillón?
-Sonreí.- Dale. ¿Queres ayudarme a cocinar?
- ¡Sí!
Puse las milanesas al horno, mientras ella buscaba el pan en la alacena. Cuando
la miré, me sonrió.
Esa sonrisa era la que necesitaba para tener fuerza cada día.
▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼
https://www.youtube.com/watch?v=KZ2Fu4McNDc Rapto - Gustavo Cerati.
Que van a seguir esperando?? Que se tiren a la pileta que hay agua jajaja... y hace calor ;P
ResponderEliminarEspero que tomen mi consejo...
@06_Laury
jajajajajja, veremos si lo toman...
EliminarQue lindo capitulo! ojala puedan estar juntos de nuevo jajjaja
ResponderEliminarGraciassss☺
EliminarDulzura total!! Es lo mas esa nena!! mimiroxb
ResponderEliminar☺♥
EliminarAMO CON EL ALMA A DELFI ♡♡♡♡
ResponderEliminar♥♥♥
EliminarAMO CON EL ALMA A DELFI ♡♡♡♡
ResponderEliminar