Pongamonos serios y pensemos cuál es el sentido de sufrir un día más si podemos empezar a disfrutar ahora. ¿Con qué sentido nos guardamos lo que sentimos? ¡Hay que hablar!
El tiempo no vuelve y hay que saber disfrutarlo. Aprender a hacerlo, aprender que de todos los momentos podemos sacar algo nuevo, saber que podemos hacerlo.
No perder más tiempo.
- Princesa…
-Dije en el oído de Delfi.- Arriba que hay que ir a la escuela.
- No mami…
- Dale, así no despertamos a papá.
- Mmm…
- Dale hija.
La alcé y salimos del cuarto.
- Tengo mucho sueño mami.
- Pero tenes que ir a la escuela.
- Ufa.
- ¿Ufa qué? –Pregunté riendo.-
- ¿Desayunas conmigo?
- Sí hermosa. Vamos a la cocina.
Fui con ella hasta la cocina y desayunamos juntas.
Delfi refregó sus ojitos y me sonrió.
- ¿Qué pasa mi amor?
- Tengo sueño. –Dijo riendo.-
- Mmm… No podemos hacer nada con eso. –Reímos.- ¿Por qué no vas a cambiarte y al baño?
- Bueno…
Llevé a Delfi a la escuela y cuando volví ordené un poco la casa, esperando a que Pedro se despierte.
- Pau… -Dijo cuando pasé por el pasillo.-
- Te desperaste. –Sonreí.-
- Sí… ¿Venís?
- ¿No queres que te prepare un café?
- Mmm… ¿Mate? Así tomamos los dos.
- Dale, ya vengo.
- Tranquila que no me voy a ir a ningún lado. –Reímos.-
Preparé el mate con unos bizcochitos y volví al cuarto.
- Buen día. –Lo besé.-
- Buen día. –Sonreímos.- ¿Delfi está en la escuela?
- Sí…
- Entonces… -Corrió el pelo de mi cara.-
- ¿Entonces qué?
- Podemos tener la charla que nos debemos.
-Suspiré.- ¿Me bancas cinco segundos que voy al baño? –Pregunté riendo.-
- Dale.
Fui al baño, lavé mi cara y volví. Me senté frente a él y no sabía muy bien por dónde empezar
Quise hablar, pero me interrumpió.
- Para, dejame hablar a mí.
- ¿Qué?
- ¿Me dejas?
-Reí.- Sí, dale.
-Suspiró y tomó mi mano.- No sé de quien es la culpa, probablemente sea de los dos, pero eso no me importa ahora… Lo que me importa es que no puedo estar lejos tuyo, no lo soporto. Me duele el cuerpo si no estoy con vos. –Sonreí.- No sé, no sé cómo hacer para que esto funcione, ya le di mil vueltas a la situación y la única solución que encuentro, es que nos amemos… -Hizo una pausa.- Yo sé que te hice mal, sabes que me hiciste mal… -Asentí.- Los dos nos lastimamos y no supimos cuidarnos. ¿O no?
- Sí. –Suspiré.- Tenes razón.
- Tenemos que encontrarle la vuelta, para poder amarnos y cuidarnos.
- ¿Y cómo?
- Siendo sinceros, yendo con la verdad. Sin ocultarnos cosas.
- No soporto seguir sufriendo.
- Yo tampoco Pau.
- Te amo… -Suspiré.- Y no sé, no sé cómo hacer. Lo único que sé es que no quiero perder más tiempo.
- Yo tampoco… -Acarició mi mejilla.-
- Esto que pasó, y lo que pasó con mi papá, me hizo dar cuenta que la vida puede terminarse en un segundo y nunca me perdonaría, si eso pasara, no haberte amado como quiero hacerlo.
- ¿Y cómo queres amarme?
- En cuerpo y alma. –Dije rozando mis labios con los suyos.- ¿Me dejas?
-Sonrió.- Te dejo, soy todo tuyo. –Me besó.- Y también te amo, con la vida entera. –Sonreímos y nos besamos.-
- Quiero que nos cuidemos… Y que la cuidemos a la enana.
- Yo también Pau. –Suspiramos.- Te prometo que vamos a encontrarle la vuelta.
- Estoy dispuesta a hacer lo que sea para que podamos ser una familia.
- Te juro que yo también. –Sonreímos y nos besamos.-
- No puedo creerlo…
- ¿Qué cosa?
- Que tuviera que pasar algo tan feo para que…
- Igual, estaba viniendo para acá y vos sabes muy bien para qué.
-Reí.- Pero no estaba tan segura como ahora.
- Pensemos que es un guiño que nos tira la vida para ayudarnos.
-Sonreí.- Es el segundo guiño que nos tira… Primero Delfi y ahora esto, no dejemos que pase algo que nos vuelva a separar. Te lo suplico.
- Te prometo que no mi amor.
-Sonreí y lo besé.- Me quiero quedar así, con vos, toda la vida. –Me acosté a su lado y él me abrazó.-
- Podes hacerlo.
-Sonreí.- Igual, vos me enseñaste algo.
- ¿Qué cosa?
- A disfrutar el momento, no hay que pensar en el futuro.
-Besó mi cabeza.- Tenes razón… Disfrutemos de este momento.
- Quisiera disfrutarlo de otra manera igual. –Dije riendo.-
- No, no me tientes.
- No, no. Tranquilo… -Besó mi pecho.- Pero en cuanto estés recuperado…
- Hacemos arder la cama. –Reímos y nos besamos.-
- Ay, te amo tanto. –Lo besé.-
- Te amo Paula. –Sonreímos y nos besamos.-
“Otra vez…”
“¿Otra vez qué Chu?”
“Estamos juntos… O algo así.”
“¿En serio? Te felicito entonces. ¡Y no sean boludos!”
“Jajajaj, hablamos mucho. Espero que esta vez podamos.”
“Si le ponen amor, obvio que van a poder.”
“Gracias por la banca de siempre hermanita.”
“Deja de agradecer…”
“No puedo. Sos de oro pendeja.”
“Vos también, pero te cambio de tema… ¡Tengo algo para contarte!”
“¿Qué cosa?”
“En diez estoy en tu casa…”
“Apurate que no aguanto mucho.”
“Ya lo sé, miss ansiedad.”
“Jajajajajaja, no seas mala. ¡Y vení rápido!”
“Estoy saliendo y preparate para la noticia eh.”
“¡Dale boluda!”
Tocó timbre y fui a abrirle. Estaba demasiado sonriente y le pregunté por qué, ella me hizo sentar en el sillón y se sentó frente a mí.
- ¿Estás preparada?
- ¿Para qué?
- ¡Vas a ser tía Chunita!
- ¿En serio? –Pregunté sonriendo.-
- Sí… Estoy de 10 semanas. –Dijo super sonriente y la abracé.-
- Ay, que lindo hermanita. Te felicito y me llena de felicidad.
-Me abrazó.- Gracias Chu.
- No te das una idea de lo que te va a cambiar la vida. –Me separé un poco de ella.- Va a ser lo más lindo que te pase.
-Sonrió.- Estoy muy feliz.
- No es para menos… -Sequé sus lágrimas.- Me sorprendiste mucho boluda. –Volví a abrazarla.-
- Yo también me sorprendí. –Dijo riendo.-
- Te amo tanto hermanita, y amo a ese porotito que tenes adentro.
- Te amo Chunita, mucho. Y me hace muy feliz saber que vas a ser su tía, vas a ver que ese también es un amor hermoso.
-Sonreí.- ¿Puedo? –Pregunté poniendo mi mano cerca de su panza.-
- Obvio nena. –Tomó mi mano y la posó allí con la suya, sonreímos.-
- Te felicito tanto y me pone tan feliz Vir…
Volvimos a abrazarnos y las dos estábamos llorando.
- La sensible tengo que ser yo acá. –Dijo mi hermana llorando y reímos.-
-Me separé un poco de ella.- No te puedo explicar la alegría que me diste.
- La conozco, yo ya tengo a mi sobri y a mi hermanita linda mamá.
-Reí.- Me muero de amor boluda. –Y volví a abrazarla.- Papá debe estar feliz.
-Rio.- Lo sé, no puedo dejar de pensar en él. –Nos abrazamos más fuerte.-
Después de un rato, ella me estaba contando cosas de su embarazo y ninguna de las dos dejaba de sonreír.
- Faltas vos ahora. –Me dijo.-
- ¿Qué?
- Eso…
- ¡Ya la tengo a Delfi!
- Te morís por tener otro.
-Reí.- Ahora no.
- ¿Más adelante?
- Sí, obvio que quiero. –Le sonreí.- Pero la embarazada ahora sos vos che. –Dije y toqué su panza.- Disfrutalo, porque pasa volando.
- En eso estoy. –Sonreímos.-
- No mami…
- Dale, así no despertamos a papá.
- Mmm…
- Dale hija.
La alcé y salimos del cuarto.
- Tengo mucho sueño mami.
- Pero tenes que ir a la escuela.
- Ufa.
- ¿Ufa qué? –Pregunté riendo.-
- ¿Desayunas conmigo?
- Sí hermosa. Vamos a la cocina.
Fui con ella hasta la cocina y desayunamos juntas.
Delfi refregó sus ojitos y me sonrió.
- ¿Qué pasa mi amor?
- Tengo sueño. –Dijo riendo.-
- Mmm… No podemos hacer nada con eso. –Reímos.- ¿Por qué no vas a cambiarte y al baño?
- Bueno…
Llevé a Delfi a la escuela y cuando volví ordené un poco la casa, esperando a que Pedro se despierte.
- Pau… -Dijo cuando pasé por el pasillo.-
- Te desperaste. –Sonreí.-
- Sí… ¿Venís?
- ¿No queres que te prepare un café?
- Mmm… ¿Mate? Así tomamos los dos.
- Dale, ya vengo.
- Tranquila que no me voy a ir a ningún lado. –Reímos.-
Preparé el mate con unos bizcochitos y volví al cuarto.
- Buen día. –Lo besé.-
- Buen día. –Sonreímos.- ¿Delfi está en la escuela?
- Sí…
- Entonces… -Corrió el pelo de mi cara.-
- ¿Entonces qué?
- Podemos tener la charla que nos debemos.
-Suspiré.- ¿Me bancas cinco segundos que voy al baño? –Pregunté riendo.-
- Dale.
Fui al baño, lavé mi cara y volví. Me senté frente a él y no sabía muy bien por dónde empezar
Quise hablar, pero me interrumpió.
- Para, dejame hablar a mí.
- ¿Qué?
- ¿Me dejas?
-Reí.- Sí, dale.
-Suspiró y tomó mi mano.- No sé de quien es la culpa, probablemente sea de los dos, pero eso no me importa ahora… Lo que me importa es que no puedo estar lejos tuyo, no lo soporto. Me duele el cuerpo si no estoy con vos. –Sonreí.- No sé, no sé cómo hacer para que esto funcione, ya le di mil vueltas a la situación y la única solución que encuentro, es que nos amemos… -Hizo una pausa.- Yo sé que te hice mal, sabes que me hiciste mal… -Asentí.- Los dos nos lastimamos y no supimos cuidarnos. ¿O no?
- Sí. –Suspiré.- Tenes razón.
- Tenemos que encontrarle la vuelta, para poder amarnos y cuidarnos.
- ¿Y cómo?
- Siendo sinceros, yendo con la verdad. Sin ocultarnos cosas.
- No soporto seguir sufriendo.
- Yo tampoco Pau.
- Te amo… -Suspiré.- Y no sé, no sé cómo hacer. Lo único que sé es que no quiero perder más tiempo.
- Yo tampoco… -Acarició mi mejilla.-
- Esto que pasó, y lo que pasó con mi papá, me hizo dar cuenta que la vida puede terminarse en un segundo y nunca me perdonaría, si eso pasara, no haberte amado como quiero hacerlo.
- ¿Y cómo queres amarme?
- En cuerpo y alma. –Dije rozando mis labios con los suyos.- ¿Me dejas?
-Sonrió.- Te dejo, soy todo tuyo. –Me besó.- Y también te amo, con la vida entera. –Sonreímos y nos besamos.-
- Quiero que nos cuidemos… Y que la cuidemos a la enana.
- Yo también Pau. –Suspiramos.- Te prometo que vamos a encontrarle la vuelta.
- Estoy dispuesta a hacer lo que sea para que podamos ser una familia.
- Te juro que yo también. –Sonreímos y nos besamos.-
- No puedo creerlo…
- ¿Qué cosa?
- Que tuviera que pasar algo tan feo para que…
- Igual, estaba viniendo para acá y vos sabes muy bien para qué.
-Reí.- Pero no estaba tan segura como ahora.
- Pensemos que es un guiño que nos tira la vida para ayudarnos.
-Sonreí.- Es el segundo guiño que nos tira… Primero Delfi y ahora esto, no dejemos que pase algo que nos vuelva a separar. Te lo suplico.
- Te prometo que no mi amor.
-Sonreí y lo besé.- Me quiero quedar así, con vos, toda la vida. –Me acosté a su lado y él me abrazó.-
- Podes hacerlo.
-Sonreí.- Igual, vos me enseñaste algo.
- ¿Qué cosa?
- A disfrutar el momento, no hay que pensar en el futuro.
-Besó mi cabeza.- Tenes razón… Disfrutemos de este momento.
- Quisiera disfrutarlo de otra manera igual. –Dije riendo.-
- No, no me tientes.
- No, no. Tranquilo… -Besó mi pecho.- Pero en cuanto estés recuperado…
- Hacemos arder la cama. –Reímos y nos besamos.-
- Ay, te amo tanto. –Lo besé.-
- Te amo Paula. –Sonreímos y nos besamos.-
“Otra vez…”
“¿Otra vez qué Chu?”
“Estamos juntos… O algo así.”
“¿En serio? Te felicito entonces. ¡Y no sean boludos!”
“Jajajaj, hablamos mucho. Espero que esta vez podamos.”
“Si le ponen amor, obvio que van a poder.”
“Gracias por la banca de siempre hermanita.”
“Deja de agradecer…”
“No puedo. Sos de oro pendeja.”
“Vos también, pero te cambio de tema… ¡Tengo algo para contarte!”
“¿Qué cosa?”
“En diez estoy en tu casa…”
“Apurate que no aguanto mucho.”
“Ya lo sé, miss ansiedad.”
“Jajajajajaja, no seas mala. ¡Y vení rápido!”
“Estoy saliendo y preparate para la noticia eh.”
“¡Dale boluda!”
Tocó timbre y fui a abrirle. Estaba demasiado sonriente y le pregunté por qué, ella me hizo sentar en el sillón y se sentó frente a mí.
- ¿Estás preparada?
- ¿Para qué?
- ¡Vas a ser tía Chunita!
- ¿En serio? –Pregunté sonriendo.-
- Sí… Estoy de 10 semanas. –Dijo super sonriente y la abracé.-
- Ay, que lindo hermanita. Te felicito y me llena de felicidad.
-Me abrazó.- Gracias Chu.
- No te das una idea de lo que te va a cambiar la vida. –Me separé un poco de ella.- Va a ser lo más lindo que te pase.
-Sonrió.- Estoy muy feliz.
- No es para menos… -Sequé sus lágrimas.- Me sorprendiste mucho boluda. –Volví a abrazarla.-
- Yo también me sorprendí. –Dijo riendo.-
- Te amo tanto hermanita, y amo a ese porotito que tenes adentro.
- Te amo Chunita, mucho. Y me hace muy feliz saber que vas a ser su tía, vas a ver que ese también es un amor hermoso.
-Sonreí.- ¿Puedo? –Pregunté poniendo mi mano cerca de su panza.-
- Obvio nena. –Tomó mi mano y la posó allí con la suya, sonreímos.-
- Te felicito tanto y me pone tan feliz Vir…
Volvimos a abrazarnos y las dos estábamos llorando.
- La sensible tengo que ser yo acá. –Dijo mi hermana llorando y reímos.-
-Me separé un poco de ella.- No te puedo explicar la alegría que me diste.
- La conozco, yo ya tengo a mi sobri y a mi hermanita linda mamá.
-Reí.- Me muero de amor boluda. –Y volví a abrazarla.- Papá debe estar feliz.
-Rio.- Lo sé, no puedo dejar de pensar en él. –Nos abrazamos más fuerte.-
Después de un rato, ella me estaba contando cosas de su embarazo y ninguna de las dos dejaba de sonreír.
- Faltas vos ahora. –Me dijo.-
- ¿Qué?
- Eso…
- ¡Ya la tengo a Delfi!
- Te morís por tener otro.
-Reí.- Ahora no.
- ¿Más adelante?
- Sí, obvio que quiero. –Le sonreí.- Pero la embarazada ahora sos vos che. –Dije y toqué su panza.- Disfrutalo, porque pasa volando.
- En eso estoy. –Sonreímos.-
▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼
Ay que linda noticia ♡ se agranda la familia ♡ Y que lindo que Paula y Pedro hayan podido tener esa charla que necesitaban.
ResponderEliminar