“¿Qué puedo hacer? No sé que es lo que me pasa,
trato de hacerlo bien y me resulta mal.”
“Lo que podes hacer es ver qué es eso que te pasa…”
“¿Y mientras tanto?”
“Y mientras tanto el tiempo sucederá…”
“¿Separados?”
“¿Encontras alguna otra solución?”
“No sé, ojala…”
“No estoy dispuesta a seguir destruyéndome Pedro.”
“No quería lastimarte.”
“Pero lo hiciste.”
“Lo sé, te lastimé a vos, me lastimé a mí y la lastimé a Delfi.”
“Por eso, es mejor que mantengamos la distancia entre nosotros dos.”
“¿Mejor para quién?”
“Para todos…”
“Perdón.”
“Ya está Pedro, un perdón no va a arreglar las cosas. Ojala todo fuese tan
simple.”
“Te amo…”
“El amor no alcanza y eso es lo que más me duele.”
“Quiero arreglar esto.”
“Arreglate vos primero.”
“Hoy estuve hablando con Clari, me dijo que lo más probable es que sean ataques
de pánico y que puede ser que no tengan razón…. Y que ese pánico lo traslado al
resto de las personas que me rodean y que por eso quiero alejarlas.”
“Está bien, al menos tenes un indicio…”
“Voy a empezar terapia.”
“Está bien, me alegra por vos. Te va a hacer bien.”
“Gracias…”
“No me lo tenes que agradecer.”
“Me duele todo esto.”
“A mí también, pero a pesar de eso te sigo amando.”
“Yo a vos.”
“Podes contar conmigo si necesitas ayuda.”
“Gracias, en serio.”
“Lo hago porque lo siento.”
“Yo siento que quiero estar con vos.”
“Tenemos que aprender a cuidarnos Pepe.”
“Lo sé, pero no sé por dónde empezar.”
“Empeza por intentar solucionar esto que te pasa.”
“Sí, puede ser.”
“Pensalo, tranquilo. Ya entendí que, pase lo que pase, siempre voy a estar
esperándote porque no puedo dejar de amarte.”
“Me tranquiliza que me digas eso, te juro que no va a ser por mucho tiempo.”
“Espero soportarlo.”
“Te amo…”
“Yo también, pero no quiero hablar más. Me hace mal.”
“Está bien, me hizo muy bien hablar con vos.”
“Me voy a dormir, que descanses.”
“Dale, que descanses vos también.”
¿Descansar esa noche? Dale, y ahora contate uno de
gallegos también.
Suspiré y me dejé caer en la cama, Delfi por suerte se había quedado dormida en
su cama y hacia un rato largo.
“Después de la alegría, viene la soledad.
Después de la plenitud, viene la soledad.
Después del amor, viene la soledad.”
Soledad, eso era lo que me rodeaba. Otra vez esa sensación de que las paredes
de mi cuarto me encerraban en un pozo sin salida.
¿Por qué no podía funcionar una vez?
Me gustaba vivir creyendo que el destino lo escribe cada uno, pero en este
momento lo dudaba. ¿Si estaba escrito que nosotros dos siempre íbamos a
fracasar?
Aunque, en cierto punto me parece una pelotudez enorme echarla la culpa al
destino de los errores que uno comete. ¿No?
“No hay nada escrito para nosotros, sino
que somos lo que escribimos…”
¿Y qué es lo que estoy escribiendo? Tropezón tras tropezón. ¿Eso sería yo? ¿Un
eterno tropezón?
-
Apagué el celular cuando terminé de hablar con Paula y salí al balcón.
Necesitaba respirar aire puro, la primavera estaba llegando y ya no hacía tanto
frío.
Me deslicé por la pared, hasta quedar sentado en el suelo y suspiré lo más
profundo que pude.
Me llenaba de bronca, de impotencia y de angustia la situación. ¿Por qué otra
vez tenía que suceder lo mismo? ¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasar esta mierda
ahora?
Porque sí, tenía muy en claro que esta vez todo era por mi culpa. Todo mi
culpa.
Tanto prometer que las cosas iban a estar bien…
Prometérselo a Paula.
Prometérselo a Delfi.
Y prometérmelo a mí.
Claro que sí, en vano.
Era complicadísimo de explicar lo que me pasaba y lo peor de todo era que no
sabía cómo carajo explicarlo.
Las sábanas estaban frías sin ella.
“Suspiraban lo mismo los dos y hoy son parte de una
lluvia lejos, no te confundas no sirve el rencor son espasmos después del adiós.
Pones canciones tristes para sentirte mejor,
tu esencia es más visible. Del mismo dolor
vendrá un nuevo amanecer…
Tal vez colmaban la necesidad, pero hay vacíos
que no pueden llenar… No conocían la
profundidad hasta que un día no dio para
más.
Quedabas esperando ecos que no volverán,
flotando entre rechazos… Del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer.
Separarse de la especie por algo superior, no es soberbia es amor, no es
soberbia es amor.
Poder decir adiós es crecer.”
A veces, cuando una canción logra describir lo que
te pasa tan a la perfección te pone la piel de gallina y te sentís un poco
menos solo.
Al menos así, sabes que existió alguien que pasó por lo mismo. (O por algo
parecido)
O quizás, ese sea un método que inventamos para sentirnos mejor. Por ejemplo,
escuchar canciones tristes.
Los humanos tenemos la manía de siempre buscar respuestas, porque no soportamos
vivir con las preguntas.
Cuando nos obligan a convivir con interrogantes nos desesperamos y nuestro
anímico se hace notar…
¡Y eso era lo que me estaba pasando!
Mi aparato anímico se estaba haciendo presente y no me dejaba en paz. Me
obligaba a responder miles de preguntas que no sabía ni siquiera de donde
habían salido.
Preguntas de todo tipo, de todo tamaño y color. Preguntas del hoy, del ayer y
del mañana. Preguntas que me atormentaban.
Y a veces, las canciones nos ayudan a silenciar esas preguntas por un rato… Nos
invitan a frenar el destino por unos minutos.
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Creo que filosofé demasiado en este capítulo.
https://www.youtube.com/watch?v=GUf81ofAZV0 Adiós - Gustavo Cerati.
Me sentí muy identificada con este capítulo, escribis tan lindo❤
ResponderEliminar@Bel_pauchaves
Q triste q esto los separe... mimiroxb
ResponderEliminarMe encantó la foto que pusiste, parecía que estaban lejos y estaban tan cerca en realidad. Ojalá en la novela sea igual!
ResponderEliminarSolo el tiempo dirá... y el destino los unirá..
Me encanto el capitulo ♡ ojala pronto ambos encuentren las respuestas que necesitan, aunque creo que solo necesitan desarrollar la respuesta. La palabra principal ya la tienen y es "amor".
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