Sí, es una decisión… Pero, cuando lo decidimos, ya no hay vuelta atrás.
Es hora de liberarnos, de caminar más livianos y con la verdad a cuestas.
Sonó mi celular
y sonreí al ver que era Pedro.
- Hola Pepe. –Dije intentando disimular mi sollozo.-
- Hola Pau. ¿Cómo estás? Además de llorando…
-Reí.- Aunque no parezca, estoy mejor.
- ¿Sí?
- Sí, de verdad.
- Bueno, me alegro entonces.
- ¿Llamaste para hablar con Delfi?
- No, llamé para hablar con vos.
- Ah… -Sonreí.-
- ¿Se puede o no?
- Sí, se puede.
- Ah, menos mal. –Reímos.-
- ¿Es por algo especial?
- Quiero que nos veamos. ¿Puede ser?
- Mmm… Sí.
- ¿Hoy a la noche?
- Está bien. ¿En dónde?
- En donde quieras.
- ¿Queres venir a casa?
- Bueno, dale.
- ¿Venís a cenar?
- Sí, dale. Hace mucho que no cenamos los tres.
- Delfi se va a poner contenta.
- A mí también me pone contento eh.
- A mí también. –Sonreí.- Te esperamos entonces.
- Bueno, dale. Llevo algo de postre.
- Dale.
- Esperame con una sonrisa.
- Te prometo que lo voy a intentar.
- Cualquier cosa, te hago sonreír yo.
-Reí.- ¿Nunca te cansas?
- Nunca.
- Terrible lo tuyo.
- ¡No se queje!
- Hola Pepe. –Dije intentando disimular mi sollozo.-
- Hola Pau. ¿Cómo estás? Además de llorando…
-Reí.- Aunque no parezca, estoy mejor.
- ¿Sí?
- Sí, de verdad.
- Bueno, me alegro entonces.
- ¿Llamaste para hablar con Delfi?
- No, llamé para hablar con vos.
- Ah… -Sonreí.-
- ¿Se puede o no?
- Sí, se puede.
- Ah, menos mal. –Reímos.-
- ¿Es por algo especial?
- Quiero que nos veamos. ¿Puede ser?
- Mmm… Sí.
- ¿Hoy a la noche?
- Está bien. ¿En dónde?
- En donde quieras.
- ¿Queres venir a casa?
- Bueno, dale.
- ¿Venís a cenar?
- Sí, dale. Hace mucho que no cenamos los tres.
- Delfi se va a poner contenta.
- A mí también me pone contento eh.
- A mí también. –Sonreí.- Te esperamos entonces.
- Bueno, dale. Llevo algo de postre.
- Dale.
- Esperame con una sonrisa.
- Te prometo que lo voy a intentar.
- Cualquier cosa, te hago sonreír yo.
-Reí.- ¿Nunca te cansas?
- Nunca.
- Terrible lo tuyo.
- ¡No se queje!
-Reí.- No me quejo.
- Sos hermosa.
-Reí, era terrible.- Un beso grande Pepe.
- Otro beso para vos Pau.
Corté y sonreí. Me sentía una pelotuda otra vez.
Esa noche iba a decirle todo lo que sentía sin que me importara nada. No podía
más sin él, lo amaba y eso no tenía retorno. Iba a ser así, para siempre.
- Mami. ¿Me ayudas con algo de la tarea?
- Dale. ¿Con qué?
- Tengo que armar el árbol genealógico.
- ¿Queres que prepare una merienda y te ayudo?
- Bueno, dale.
- ¿Me ayudas?
- Sí mami.
Delfi me ayudó a preparar la merienda y luego fuimos a su habitación. Tenía que
armar un árbol genealógico y escribir sobre tres personas del mismo. Escribió
sobre su papá, sobre su tía Virgi y sobre mí.
- ¿Cuándo lo veo a papá? –Preguntó.-
- Hoy viene a comer con nosotras.
- ¿En serio? –Preguntó sonriente.-
- Sí, en serio.
- ¡Al fin! –Volvió a sonreír.- Me voy a ir a bañar entonces.
- Dale.
Le busqué la ropa y ella se fue a bañar.
-
“Ojala que esta noche las cosas queden claras y pueda tener un final feliz.”
“Es lo que más deseo…”
“Sos tan linda.”
“Quiero decirte muchas cosas, pero prefiero decírtelas mirándote a los ojos.”
“Puedo ir ahora si queres…”
“Cuando quieras.”
“Me tengo que bañar.”
“Bañate rápido entonces.”
“Haría más rápido si tuviese ayuda.”
“Jjajajaa. Si tuvieses ayuda no saldrías nunca de debajo de la ducha. Te
conozco de memoria Alfonso.”
“La quinta…”
“¿Te seguís acordado de eso?”
“Veo que vos también.”
“No me puedo olvidar de todo lo que viví con vos.”
“Yo tampoco, es imposible.”
“Lindo.”
“Linda vos. Me voy a bañar porque no doy más de ganas de verlas.”
“Apurate que te esperamos esperando.”
“Yo espero verlas también.”
Sonreí como un gil y fui a buscar la ropa para irme a bañar.
Elegí un pantalón de jean oscuro, con zapatillas blancas y negras de cuero y
una remera blanca con una camisa escocesa encima, y el toque final, aquel que
era su perfume preferido desde el principio de nuestra historia.
Me bañé feliz como pocas veces y luego me cambié.
Esa respuesta de su parte me había llenado de ilusiones y me tenía prohibido a
mí mismo cagarla otra vez.
-
- Mami…
- ¿Qué mi amor?
- ¿Me haces unas trenzas?
- Dale, te las hago. Traeme el peine y dos colitas.
- Bueno.
Delfi se fue a buscar lo que yo le pedí y luego se sentó en una silla. Yo la
peiné y ella sonrió.
- ¿Me sacas una foto?
- Dale.
Agarré mi celular y le saqué una foto.
- Ahora prestame tu celu.
- ¿Para?
- Se la quiero mandar a papá.
-Sonreí.- Bueno, dale.
Le di mi celular.
-
“Te estoy esperando papi.”
Sonreí muerto de amor.
“Estoy yendo mi amor, estás hermosa.”
“Gracias pa, mamá me peinó recién.”
“Yo también me peiné recién.”
“Jajajaja, pero vos no te podes hacer trenzas.”
“No, jajaja.”
“Un día te voy a peinar igual.”
“Podes peinarme después de cenar.”
“Sí papi, después de cenar te invito a mi peluquería.”
“Jajajaja, dale princesa.”
“¿Te falta mucho para venir?”
“Ya estoy saliendo de casa hija, en un ratito nos vemos.”
“Dale pa, te amo.”
“Yo también te amo Delfi, mucho.”
Cerré la puerta de mi departamento y bajé por las escaleras, tenía la
sensación de que esperando el ascensor tardaría más, y no quería tardar más.
Salí del edificio y fui rumbo al estacionamiento.
Prendí la radio y arranqué.
Sería una noche feliz.
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Espero que les guste el cap ♥♥
Ayyy que ansiedad ♡ Se necesitan, ya no pueden negarlo, no pueden evitarlo mas. Se merecen estar juntos ♡
ResponderEliminarAyyyyyyy!!! No lo poses dejar asiii! Me encanto! Espero el proximo!🙏🙌
ResponderEliminarCamila por favor!!!!! Que mala seguis siendo, no podes dejarnos así hasta mañana, subi otro!! Todas queremos saber que pasa aunque ya lo imaginemos jajaja! ;)
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