Las
semanas pasaban y aunque el dolor no cesaba, el volver a acostumbrarme a la
soledad no era tan tedioso como la primera vez.
Pero, un mensaje que llegó a mi celular iba a cambiar mi vida para siempre.
“Murió papá.”
“¿Qué?”
“Me acabo de enterar Chu, no sé nada.”
“No puede ser Virginia.”
“Parece que estaba enfermo.”
“¿Qué?”
“Sí, no sé…”
¿Qué? ¿Cómo? Y la sensación más ambivalente me recorrió el cuerpo de pies a
cabeza.
Me quería morir por nunca haberlo perdonado y hacia horas que no podía pensar
en otra cosa.
Lloraba, lloraba sin consuelo, porque se murió pensando que yo lo odiaba, y si
bien no había sido un padre ejemplar (más bien todo lo contrario) era muy claro
que sentía cariño por él.
Delfi se acercó a mí y me abrazó.
- ¿Qué pasa mami?
- ¿Lo llamas a papá y le decís que te venga a buscar?
- ¿Pero qué pasó mami?
-Suspiré.- Se murió mi papá.
- ¿El abuelo?
- Sí. –Sequé mis lágrimas.-
- ¿Yo no lo conocí, no?
- No mi amor, hacia mucho que la tía, la abuela y yo estábamos peleadas con él.
- ¿Pero te pone triste igual?
- Sí, muy triste.
Ella me abrazó por el cuello y se quedó un rato conmigo.
- Gracias mi princesa. –Besé su mejilla e hice que se separe un poco de mí.-
¿Lo llamas a papá? Porque me quiero ir a la casa de la abuela.
- ¿Puedo ir con vos?
- Es mejor que no mi amor.
- Bueno, entonces lo llamo a papá.
- Toma… -Le di mi celu.-
-
- Hola… ¿Delfi?
- Sí, soy yo. Hola papi.
- Hola mi amor. ¿Cómo estás?
- Yo bien, pero mamá no.
- ¿Qué pasó?
- Está llorando porque se murió el abuelo. ¿Podes venir?
- En un ratito voy hermosa.
- Gracias papi. ¿Después puedo ir a tu casa? Porque mamá se quiere ir a lo de
la abuela con la tía y dice que es mejor que no vaya.
- Obvio hija, venís para casa.
- Te espero papi.
- Dale, ya salgo para allá.
- Gracias pa.
Suspiré y fui hasta la casa de Paula. Luego de saludar a Delfi, me dirigí a la
habitación de su mamá.
Ella estaba acostada en su cama, en posición fetal y se la escuchaba llorar
desde la puerta. Me acerqué a ella y corrí el pelo de su cara.
- Hola. –Susurré y acaricié su cabeza por un rato, ella no respondía.- ¿Puedo
abrazarte?
- Por favor. –Suplicó con un hilo de voz.-
Me senté a su lado y la abracé lo más fuerte que pude.
- ¿Qué fue lo que pasó?
- Estaba enfermo, y nosotras no lo sabíamos. –Suspiró.-
- Bueno, tranquila…
- Me duele que se haya muerto sin saber que, a pesar de todo, lo quería.
- Él lo sabía Pau.
- Le dije un millón de veces que lo odiaba. Lo peor, es que recién ahora me doy
cuenta que lo quería.
- No te tortures con eso, no se puede volver el tiempo atrás.
- ¿Podes llevarte a Delfi a tu casa? Quiero ir a lo de mi mamá y vamos a ir al
velorio.
- Obvio, no te preocupes por eso.
- Gracias.
- No es nada.
- Por estar acá también, gracias.
La abracé más fuerte y ella se refugió en mi pecho. La mimé por un rato, hasta
que estuvo un poco más tranquila.
- ¿Es esta noche?
- Sí.
- Antes de ir, vas a comer algo.
- No me pasa nada Pepe.
- Pero estás blanca como el papel.
- De verdad, no tengo hambre.
- No se discute, te voy a preparar un té y vas a comer algo.
- Mmm…
- Mmm nada. –Ella sonrió y yo besé su frente.- Ya vengo.
Al ratito, volví al cuarto y le alcancé un té con un tostado.
- Gracias.
- No es nada Pau.
- Me hace bien que estés conmigo.
- Y a mí me hace bien poder estar con vos en este momento. –Sonreímos.- Come,
dale.
En ese momento, Delfi entro al cuarto.
- ¿Puedo pasar?
- Sí hija. –Le dijo Pau.-
Delfi se sentó al lado de su mamá y la abrazó.
- ¿Pasa algo Delfi? –Le preguntó.-
- Quiero estar con vos, porque a mí me hace bien estar con vos cuando estoy
triste, entonces supongo que a vos te hace bien estar conmigo ahora.
-Sonrió en medio de las lágrimas y la abrazó con fuerza.- Me llenas de fuerzas
mi amor.
- Te amo mami.
- Yo también te amo hija, no te das una idea de cuanto.
Pau comió un poco y luego se fue a cambiar al baño, yo la estaba esperando en
su cuarto y Delfi se había ido a prepararse la mochila para ir a mi casa.
- ¿Podes ir sola?
- Sí, no pasa nada.
- Puedo llevarte si queres… Vamos con Delfi, que quiere estar con vos. Y
después, me la llevo.
- No quiero que me siga viendo así.
- Pero va a estar mejor si puede estar con vos.
- ¿Decís?
- Sí Pau.
- Bueno, entonces sí. Pero no quiero que esté en el velorio, no lo conoció y no
quiero que lo conozca así, además, es muy chiquita.
- No te preocupes, te dejamos y nos vamos.
- Gracias.
- Sh… -Quise besarla, pero ella me apartó.-
- No Pepe.
- Era un mimo nada más.
- Yo te agradezco que estés conmigo, me hace muy bien. –Suspiró.- Pero no te
aproveches.
- No quise aprovecharme, de verdad. –Tomé su mano.- Solo quería que te sientas
un poquito mejor. –Besé su frente.-
- Gracias. –Se levantó de la cama.- Ya vengo.
Y se fue.
Suspiré y fui a buscar a Delfi.
Estábamos los tres en el auto, Delfi no dejaba de abrazar a su mamá y eso me
mataba de amor, incluso, cuando llegamos no quería separase de ella.
- Quiero estar con vos mami.
- Yo lo sé mi amor, ya lo sé. –Dijo llorando.- Pero, vos siempre estás conmigo,
estás acá. –Tocó su pecho.-
- Pero quiero estar de verdad.
- Hija. ¿Me escuchas?
- Sí.
- Es mucho mejor si vos te vas con papá, te prometo que mañana te voy a buscar
y te quedas conmigo todo el tiempo que quieras.
- ¿Por qué no puedo ir?
- Porque no es un lugar lindo y mucho menos para los nenes como vos.
- Pero no quiero que estés triste.
- Hay momentos en donde uno no puede evitar la tristeza… -Suspiró.- Y ahora
mamá necesita pasar por esto.
- ¿No puedo hacer nada?
- No princesa, lo mejor que podes hacer ahora por mí es ir con papá.
- Bueno, está bien. –Suspiró y secó sus lágrimas.-
- ¿Me das un abrazo antes de irte?
Delfi se aferró a su mamá y Pau la abrazó con todas sus fuerzas.
- Te amo Delfi.
- Yo también te amo mami.
- Te prometo que voy a estar bien, porque vos estás conmigo.
-Delfi sonrió y besó su mejilla.- Mañana no te olvides de ir a buscarme eh.
- No mi amor, quedate tranquila. –Besó su cabeza y se bajó del auto.- Gracias
Pepe.
- No es nada Pau. Cualquier cosa, me avisas.
- Gracias de verdad.
Y se fue.
- ¿Vamos a casa Delfi?
- Sí. –Respondió sin muchos ánimos y claramente tenía una tarea demasiado
difícil aquella noche, hacer que mi hija sonría.-
▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼
Que tierna que es Delfi mimando a su mama. Me mata ♡
ResponderEliminarQue dulce que es delfi !!
ResponderEliminarles salió tierna la nena, jaja
EliminarDelfi no da mas de tierna! ❤ me mata de amor
ResponderEliminar☺♥
EliminarMe asuste al principio. Pobre Pau!
ResponderEliminarMe mata de amor Delfi y su ternura! Pepe siempre al pie del cañón!! :)
¿Tan mala me creen? jaja
EliminarNo quería creerlo pero con vos todo puede pasar jaja. Después volvía el espíritu o reencarnado no se ja
Eliminarjajajajajaj, okei, okei
EliminarDios como me asuste creyendo que era Pedro!!, pobre Pau, esta de mal en peor.... lindisiima Delfi, hasta parece mas grande!! escribis hermoso
ResponderEliminarRepito: ¿Tan mala me creen? AJAJAJ
EliminarGracias ♥♥