79. Al descubierto.

Cuando quedamos al descubierto nos sentimos desprotegidos, inestables, no sabemos qué hacer ni como reaccionar. ¡Descubrieron nuestro secreto y ya no podemos escondernos más!

Es como si quitarán la máscara de un superhéroe.

Ese día que descubrís que eso que soñaste toda tu vida está sucediendo… Simplemente, sos feliz.

Ese día te das cuenta que si soñas algo con todas tus fuerzas, lo más probable es que cumpla… Sí, capaz haya pasado mucho tiempo.

¡Pero está pasando y hay que disfrutarlo!

- ¡Sí! ¡Son novios! –Dijo saltando y aplaudiendo.-

Con Pepe nos miramos y suspiramos, no quedaba otra.

- Para un poco loquita. –Dije.-

- ¡Pero se estaban besando! –Pepe y yo reímos y nos acercamos a ella.- ¿O no?

- Veni… -Dijo Pedro y la tomó de su mano.-

Fuimos hasta el living y la sentamos frente a nosotros.

- ¿Qué pasa? –Preguntó.-

- Que pares un poco la moto… -Dije y tomé su mano.-

- ¿Por qué?

- Por nada. Sí, estamos juntos. –Dijo Pedro y suspiré.- Te lo íbamos a contar dentro de unos días.

- ¡Sí! ¡Al fin! Con razón estaban tanto juntos. –Dijo Delfi y empezó a saltar por toda la casa.-

- Pepe…. –Le dije.-

- ¿Qué le ibas a explicar Pau? Tiene 8 años.

-Suspiré.- Tenes razón.

- Perdón, no quería que se entere así.

-Se encogió de hombros.- No pidas perdón, no me estabas besando solo vos a mí.

- Bueno, pero…

- No es tu culpa. –Lo besé.-

- ¡Mis papás son novios! ¡Mis papás son novios! –Cantaba al ritmo de sus manos con las que estaba aplaudiendo.-

Pedro y yo largamos una carcajada y corrimos hasta alcanzarla, Pedro la alzó y nos abrazamos los tres.

- Te amamos hija. –Dijo Pedro.-

- Y yo los amo a ustedes. –Nos dio un beso a cada uno y volvimos a abrazarla.- ¿Vamos a vivir los tres juntos?

- Dentro de un tiempo. –Dije.-

- ¿Cuánto tiempo?

- No sabemos Delfi… -Dijo Pepe.-

- Pero ahora podemos ir a casa los tres. ¿Queres? –Le pregunté a mi hija.-

- ¡Sí! ¡Sí! ¡Quiero! –Hizo una pausa.- Bajame papá, así voy a buscar mi abrigo. –Pedro la bajó y ella fue a buscar sus cosas.-

- Hey, hey. ¡Sonrisa! –Me dijo Pedro. Yo sonreí y nos dimos un beso.- Va a estar todo bien. –Asentí y nos dimos otro beso.-

Pedro buscó las cosas que necesitaba para el trabajo, la ropa y el portafolios. 

Luego, nos abrigamos los tres y salimos de la casa de Pedro. 

Cuando llegamos.

- ¿Puedo dormir con ustedes? ¡Por favor! ¡Por favor! –Dijo.-

- Está bien hija. –Dije.- Pero anda a lavarte los dientes y ponerte el pijama.

- Bueno mami.

Delfi se fue y Pedro me dio un beso.

- ¿Estás bien? –Preguntó.-

- Sí Pepe, es solo que me estoy muriendo de sueño.

- ¿Segura?

- Sí amor. –Lo besé y sonreímos.- Me voy a cambiar y los espero en la cama.

- Dale.

Al rato, estábamos los tres en la cama y Delfi estaba demasiado exaltada.

- ¿Se dan un beso? ¡Por favor!

Pepe y yo reímos y nos dimos un beso.

- ¡Son re lindos! –Dijo Delfi y nosotros sonreímos.-

- Vos sos linda. –Dije haciendo que se acuesta en medio nuestro.-

- Porque salí a ustedes. –Dijo riendo.-

Con Pepe nos miramos cómplices y la llenamos de besos.

- ¿Dormimos? –Preguntó Pedro y se lo agradecí.-

- No tengo sueño. –Dijo Delfi.-

- Pero mañana tenes que ir a la escuela y mamá tiene mucho sueño.

- Bueno, está bien. –Dijo bufando.-

- Dale loquita. –La tapé.- Es tarde ya.

-Delfi suspiró y tomó nuestras manos.- Quiero que estemos los tres juntos para siempre.

Pepe y yo besamos su frente y unimos nuestras manos con las suyas.

- Te amamos Delfi. –Dije y me acomodé a su lado.- 

Pedro acomodó las mantas, para que quedemos bien tapados y apagó la luz.

- Hasta mañana… -Dijo y también se acomodó.-

- Estoy muy feliz. –Susurró Del.-

Pedro me miró sonriendo y le devolví la sonrisa.

- Te amo. –Modulé con mis labios.-

- Te amo. –Me respondió de la misma manera.-

Y al rato, nos quedamos dormidos.

Después de varias horas, sentí que Pedro besó mi frente.

- Me voy mi amor. 

- Que tengas un buen día.

- Vos también. –Le di un beso y ella sonrió.- Dormí un ratito más.

- Sí. –Dijo riendo.- 

- ¿Nos vemos a la noche?

- Sí, dale.

Nos dimos un último beso y me di vuelta, para seguir durmiendo abrazando a Delfi.

Cuando la alarma sonó, la apagué rápidamente.

- Buen día princesa. –Dije y besé la mejilla de Delfi.- Es hora de despertarse.

-Se desperezó y abrió sus ojos.- Buen día mami. –Sonrió.- Tengo frío.

- Mmm… ¿Queres que te traiga la leche acá? Y desayunamos acá.

- ¡Sí! ¿Y papá?

- Se fue a trabajar Delfi.

- Ah…

- A la noche comemos juntos. ¿Queres?

- ¡Sí!

- Bueno, entonces quedamos así. –Besé su frente.- Voy a preparar el desayuno.

Preparé el desayuno y lo llevé al cuarto, junto con el uniforme de Delfi.

Desayunamos y luego nos cambiamos. 

Pasamos por el baño, para lavarnos la cara y los dientes. Peiné sus rulitos y luego, me peiné yo y me maquillé un poco, solo base y delineador.

- ¿Vamos Delfi?

- Sí.

- ¿Tenes todo en la mochila?

- Me fije recién.

- Entonces, vamos.

La llevé a la escuela y luego, fui a mi trabajo. Cuando estaba entrando, sonó mi celular.

- Hola amor. –Respondí.-

- Hola Pau. ¿Cómo están?

- Bien, recién dejé a Delfi en la escuela y yo estoy entrando en la universidad. –Bostecé.- Delfi preguntó por vos… Le dije que a la noche nos vemos.

- Está perfecto, las espero en casa con algo rico para comer.

- Uy, me tentas.

- ¿Te tentas con la comida o conmigo?

- Mmm… Con los dos. –Dije riendo.-

- Vos me tentas a mí.

- Tengo ganas de llenarte de besos.

- Acumula esas ganas para cuando nos veamos.

- Te prometo. –Reímos.- 

- Tengo que volver a la oficina amor.

- Está bien, yo tengo que entrar al aula.

- Nos vemos hermosa, un beso grande.

- Un beso amor… -Hice una pausa.- Ah, me olvido de algo.

- ¿De qué?

- Te amo. –Dije sonriendo.-

- Yo también te amo…

Corté sonriendo y entré al aula.

- Buen día chicos…

-

En el break del almuerzo, le escribí a Pau.

“Te extraño mi amor.”

“¡Me vas a matar de amor Pepe!”

“Era la idea.”

“¿La idea es matarme?”

“La idea es que te den muchas ganas de verme hoy.”

“Tengo muchas, muchas…”

“¿Puedo imaginar cosas?”

“¿No frenas un segundo?”

“Nunca, menos con vos.”