jueves, 1 de octubre de 2015

40. Delfina.

“La cosa más insignificante puede cambiarte la vida en un abrir y cerrar de ojos, cuando menos te lo esperas ocurre algo por casualidad que te embarca en un viaje que no habías planeado, rumbo a un futuro que jamás imaginado.”



Tocaron timbre y ya sabía que era Pedro, fui a abrir.

- Hola. –Dije cuando lo vi.-
- Hola. –Respondió.-
- Ya te la traigo.
- Dale, no hay problema.

Caminé hacia dentro de la casa.

- ¡Delfi! ¡Dale que ya llegó papá!
- Veni mamá.
- ¿Qué pasa Del? –Pregunté entrando a su habitación.-
- ¡No encuentro a Nina!
- ¿No la dejaste en mi cuarto?
- Ah, es verdad. La voy a buscar.
- Dale, pero apurate eh.
- Sí ma.

Delfi fue a buscar a su muñeca y cuando lo vio a su papá, corrió para que le haga upa.

- Hola princesita.
- Hola papi. –Lo abrazó del cuello.-
- Delfi, tenes que abrigarte antes de salir. –Dije.-
- Traeme la campera mamá.
-Reí.- La tengo acá.
- Entonces que papá me baje así me la puedo poner.

Pedro y yo reímos y Delfi se puso su campera, la ayudé a ponerse su mochila y agarró a su muñeca.

- Beso a mamá antes de irte. –Dijo Pedro.-
- Chau mami. –Me agaché a su altura y besó mi mejilla.-
- Chau hija, que la pasen lindo. –Sonrió.- Y no te olvides de llamarme eh. –Dije y acaricié su nariz. Ella negó con su cabeza y sonreímos. Nos dimos un abrazo y Pedro la subió a upa otra vez.- Chau Pedro.
- Chau Pau.

Y se fueron. Suspiré y cerré la puerta. Siempre que Delfi se iba sentía la casa vacía.

Porque claro, esa noche las pastillas parece que se olvidaron de hacer su efecto y Delfi apareció adentro mío. Al principio me quería morir, esa noche la habíamos pasado increíble, pero con Pedro las cosas no se habían arreglado. ¡Y estábamos por ser padres! Y, no es un detalle menor que él tenía apenas 18 años.

Pasaron algunos días en los cuales la única que lo sabía era mi hermana, hasta que por fin me animé a decírselo a Pedro.

Ese día, le envíe un WhatsApp, porque no soportaba más la idea de que él no lo sepa. Era el padre y tenía que saberlo, luego él decidiría que hacer con la realidad. 


“Pedro, necesito verte y no te ilusiones porque no es lo que pensas.”

“¿En dónde queres que nos veamos?”

“¿Podes venir a mi casa?”

“¿Ahora?”

“Lo más pronto que puedas.”

“En un rato estoy ahí.”

“Está bien, te espero.”

La espera hasta que llegó fue interminable, incluso mucho más interminable que la del maldito test de embarazo.

- No entiendo qué pasa. ¿Por qué estás tan nerviosa?
- ¿Vos te acordas de la última noche que pasamos juntos?
- Sí Pau, obvio.
-Suspiré, nerviosa, con lágrimas en los ojos.- Esa noche… Quedé embarazada. –Y mi cuerpo se aflojó, me senté en el sillón.- Perdón, no era lo que quería y entiendo si no queres hacerte cargo, si queres borrarte, no sé. Podes hacer lo que quieras, pero tenías que saberlo. –Y en ningún momento lo miré.-
-Se agachó a mi altura, llorando.- Que no estemos juntos no quiere decir que esta noticia no me haga el hombre más feliz del mundo.
- Tenes 18 años.
- ¿Y? Estemos juntos o no, voy a tener un hijo con la mujer que más amo en el mundo. –Sonreí.- ¿Te puedo abrazar?
- Por favor. –Pedro me abrazó y me desarmé en sus brazos.- Me muero de miedo.
- Tranquila, yo voy a estar con vos. Con ustedes.
-¿No tenes miedo?
- Muchísimo, pero voy a estar ahí para cuidarlos.
- Gracias.
- Sh… -Se separó un poco de mí y me dio un beso corto en mis labios, sin decirme nada, tocó mi panza y ambos sonreímos llorando.- ¿Qué sabes?
- Nada, solo me hice el análisis de sangre y estoy de 8 semanas.
- ¿Nada más?
- No.
- Bueno. –Secó mis lágrimas.- Yo quiero saber todo y quiero acompañarte en todo. ¿Me vas a dejar?
- Obvio que sí. –Sonreímos y volvimos a abrazarnos.- Gracias.
- ¿Por qué?
- Por reaccionar así.
- ¿Cómo esperabas que reaccione?
- Tenía miedo, no sé.
- No, no tengas miedo. Siempre voy a estar para cuidarlos.
- Gracias. –Lo abracé con fuerza.--

El embarazo fue completamente hermoso y normal… La sensación de que no estaba más sola me llenaba el alma (y el cuerpo).

Sentirla moverse dentro mío era algo indescriptible.

La parte negativa era que me moría por estar Pedro, en dormirme abrazada a él. En tener su contención, pero con el tiempo aprendí que nuestra relación como pareja se había terminado y ahora empezaba una nueva, como padres de Delfina.

Delfina es una nena hermosa, de 8 años. Su pelo es castaño y está llena de rulitos que me cuesta muchísimo tiempo peinar, su piel es clarita y me llega a la cintura. Es demasiado despierta y manipuladora, siempre logra lo que quiere. Suele ser muy tierna, especialmente con Pedro y conmigo. 


En pocas palabras… Me llena de orgullo ser su mamá.

Al principio fue difícil, muy difícil. Pedro tuvo que conseguir un trabajo y dejar de lado la idea de estudiar para poder hacerse cargo. Yo seguí con mis clases particulares y en la universidad, aunque claro que mi vida había cambiado para siempre.

Esa noche no tenía ganas de cenar, por lo general cuando Delfi se iba con Pedro me agarraba la fiaca de no hacer nada, asique me preparé mate y me fui a mi cuarto. Busqué debajo de la cama una caja que tenía llena de cosas de mi hija y comencé a revisar, algunas lágrimas se me escaparon. ¡Es que la amaba tanto!

Encontré las fotos del día que nació y mi mente se llenó de recuerdos, ese día si que cambió mi vida para siempre. Pedro estuvo siempre a mi lado y eso me hizo dar cuenta de que mi hija y yo siempre íbamos a tenerlo.

Fue un parto natural, doloroso como todos, pero cuando escuché su llanto por primera vez me olvidé de absolutamente todo. La sensación de felicidad más grande en el universo había invadido mi cuerpo.

El sonido de mi celular me desconcertó. Atendí y yo no respondía, porque no podía hablar de las lágrimas. (Si, ser madre me sensibilizó y ahora lloro todo lo que no lloré en mi vida)

- Hola mami.
- Hola hija. ¿Cómo estás?
- Bien, recién volvimos de los jueguitos con papá.
- ¿Y ya comieron?
- No, está preparando ahora.
- ¿Y qué van a comer?
- ¡Milanesas!
-Reí.- Bueno, está bien. Ojala que le queden ricas.
- Espero que sí, la última vez se le quemaron. –Reímos.-
- Acordate de tomar el remedio de la tos antes de comer eh.

- Sí, papá ya sabe y lo puso arriba de la mesa así no nos olvidamos.
- Está bien entonces.
- Me está llamando mami.
- Anda entonces. Te dejo mi beso de buenas noches.
- Y yo el mío mami. Te amo.
-Sonreí.- Yo también te amo hija, muchísimo. Hasta mañana.
- Hasta mañana.

Sonreí y dejé mi celular a un lado, cuando Delfi no estaba en casa lo dejaba prendido. No era que no confiara en Pedro, porque era un padre hermoso y súper protector, pero siempre las dudas están. Varias veces hemos tenido que ir al médico de noche y no soportaría no enterarme.

En fin, guardé todo debajo de la cama y dejé las cosas del mate en la cocina. Ordené un poco la casa y me fui a mi cama, busqué alguna película para ver y allí me quedé.

¿En cuánto a mi vida amorosa? Creo que en el cementerio. Sí, hasta a mí me da risa y pena a la vez. Intenté algunas relaciones pero eran en vano, especialmente porque no se llevaban bien con mi hija o porque no soportaban que la tuviera. ¡Y claro que siempre primero va a estar ella!

De mi padre no supe nunca más nada, por suerte y con mi vieja tenía una relación hermosa. Esa relación que siempre había y deseado y nunca había tenido. Delfina nos unió y amaba escuchar sus consejos sobre como criarla, aunque con varias cosas no concordara. 

Desde que Delfi había aparecido en mi vientre mi vida había cambiado demasiado, incluso me atrevería a decir que había cambiado todo… Excepto una cosa.

Sí, exacto.

Todo cambió menos lo que siento por Pedro. 

Hace ocho años que lo amo en silencio. Hace ocho años que todas las noches lloro por él, por mí y por mi hija, lloro por no poder formar la familia que siempre soñé y por no poder regalarle a Delfi esa familia.

Intentaba ser una buena madre, hacía todo lo posible por no cometer los mismos errores que mi mamá… Pero, no poder darle esa figura de una pareja llena de amor, me dolía.

Me dolía no tenerlo a mi lado.

“Extraño esa parte de mí, que se fue contigo.”



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ESTOY ESPERANDO SUBIR ESTE CAPÍTULO DESDE EL DÍA QUE EMPEZÓ LA NOVELA, NO SÉ SI ENTIENDEN MI EMOCIÓN PORQUE HAYAN LEÍDO ESTO.
Mi idea era cortar la novela en 50 capítulos, hasta que alguien en ask me dijo "Me gustaría algo de PyP separados con un hijo" y nada... Terminé en 100 capítulos más. Gracias a quien haya sido esa persona. 


La historia empieza a tomar un rumbo distinto como se habrán dado cuenta y espero que les guste.


Más que nunca hoy: COMENTEN. Se los ruego.

11 comentarios:

  1. Cuando comentaba 'Renacer' siempre te decía que era lo mejor que habías escrito, ahora me doy cuenta que te vas superando cada vez más, te felicito Cami! Es más que obvio que no me esperaba este cambio TAN drástico, como siempre fiel a tu estilo me dejaste helada jajaj me encanto el capítulo 💕

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  2. Me encanto el capitulo y ya me cae bien Delfi ♥ le pegaria algunas cachetaditas a Paulita para que reaccione igual ajaja

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    1. jajajaajajajaja, no seas violenta! ya van a saber más y no me van a odiar tanto (Creo)

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  3. Cuando leí los adelantos en instagram me imaginaba embarazo... Pero pum 8 años de golpe y queee? Me encanto.. Y la nove acá dio un giro, un cambio y quiero seguir leyendo pd: Ame levantarme y tener un capitulo de la novela.. Lo leí yendo al colegio jajajajaja

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  4. Wow vengo con delay! Acabo de comentarte en Instagram si era un sueño jaja... Que paso? Nos paso la vida! 8 años ja!
    Esta bueno jugar con ese tema de padres separados que se siguen queriendo, se histeriquean y celan ;)
    Cuando decías que se venía un cambio importante, nunca imagine esto. Como siempre escribis genial y nos sorprendes!

    PD: Me atraso en leer y me pasan 8 años y una hija, ohhh (carita tapandose la boca)

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    1. jajajajaja, nadie se lo esperaba y eso quiere decir que logré lo que quería, sorprenderlos!☺

      Millones de gracias Lau♥

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  5. Me encanto!! Buenisimo el cap!!! Quiero leer la versión de el de todo esto! mimiroxb

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  6. Siempre me terminas sorprendiendo con tus historias, amo estos cambios asi que nos dejan descolocadas jajajaj Sos crack en esto Cami!❤
    @Bel_pauchaves

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