miércoles, 18 de noviembre de 2015

100. Amor de a 3.

Sí realmente lo queremos, la capacidad que tenemos para dar amor es completamente infinita… Y más, si se trata de nuestra familia. De aquella que elegimos formar y que queremos alimentar todos los días.



- Ahora sí… -Dije y me acosté a su lado.-

- Al fin. –Me abrazó e hizo que quedé sobre su cuerpo.-
- ¿No te hago mal?
- No, no te preocupes.
- Bueno… -Lo besé.-
- Ya te extrañaba.
-Sonreí.- Yo también. –Nos besamos.-
- ¿Vos seguro estás bien?
- No sé si bien, mejor…
- Mmm…
- En serio Pepe.
- Bueno, te creo.
- Menos mal. –Reímos.-
- Tenes los ojitos tristes.
- Dije mejor, no bien.
- ¿Qué puedo hacer por vos?
- Todo lo que haces. –Lo besé.-
- No me gusta que estés triste.
- En todo este tiempo aprendí algo.
- ¿Qué cosa?
- Que la tristeza es parte de la vida. –Suspiré.- No podemos estar todo el tiempo felices.
- Eso es verdad.
- Y, cuando uno conoce la tristeza o ve la muerte tan de cerca… Aprende a disfrutar un poquito más de la vida.
- A mí eso me pasa, desde el accidente, es como si sintiera todo más fuerte.
- Me moría si te pasaba algo Pedro.
- Pero estoy acá, no me mates che.
-Reí.- De verdad, fue horrible.
- Entonces disfrutame.
-Sonreí.- En eso estoy. –Lo besé.-
- Me encanta. –Reímos y volvimos a besarnos.-
- Igual, me parece que vos tenes algunas intenciones que yo no.
- ¿Qué pasa?
- Quiero dormir. ¿Te enojas?
- No hermosa…
- Gracias. –Lo besé.- 
- Veni…

Hizo que me acomode a su lado y besó mi frente.

- No quiero que te enojes.
- ¿Por qué me decís eso?
- Porque querías estar conmigo.
- Con tenerte cerca, me alcanza.
-Besé su brazo.- Te amo Pepe.
- Te amo… 
-Suspiré.- Descansa.
- Vos también.

-

Pau se quedó dormida y yo no dejaba de mirarla. Mi mano acariciaba su cara y se despertó.

- Ay, perdón. No quería despertarte.
-Sonrió.- No pasa nada…
- Es que… Me podes.
- Me parece que vos también me podes. –Sonreímos.-
- No me tientes.
- ¿No puedo tentarte? –Dijo y mordió mi labio.-
- Si te tentas… Hacete cargo.
- ¿Cuándo no me hice cargo?
- Mmm…
- No, no pienses porque nunca. –Reímos y me besó.-
- Es verdad. –Sonreímos y nos besamos.- Pregunto no más…
- ¿Qué cosa?
- ¿Vos no tenías sueño?
- Puedo dormir después.
- Me gusta la idea eh… -Dije acariciando su espalda y sonreímos.-
- A mí me gustas vos.
- ¿Mucho?
- Más de la cuenta. –Dijo y me besó.-
- Como vos a mí.
- ¿Sí?
- Sí.

Sonreímos y nos besamos, dimos una vuelta en la cama y reímos.

- ¿Está la puerta cerrada? –Preguntó.-
- Sí, vos relajate. –Dije besando su cuello, ella me abrazó.-
- Me relajo.
- Quiero sacarte toda la tristeza.
-Rio.- ¿Solo la tristeza?
- Mmm… Otras cosas también. –Dije levantando su remera y reímos.-
- Hacelo entonces. –Dijo levantando un poco su cuerpo, para ayudarme. Sonreí y quité su remera.- 
- Sos tan linda. –Dije y la besé.-
- Vos sos lindo, vos. –Dijo despeinándome.-

Mis labios bajaron por su cuerpo, mientras ella seguía desacomodando mi pelo.

-

Delfi vino a nuestro cuarto a la mañana y agradecí que se nos había ocurrido vestirnos antes de dormir.

- ¿Qué pasa Delfi?
- Tengo frío.
- ¿Queres otra manta?
- No, me quiero quedar con ustedes.
- Está bien, veni… -Suspiré y ella se subió a la cama.- Cuidado que papá duerme.
- Sí mami.

Delfi se acomodó y le dio un codazo a Pepe.

- Perdón papi. –Dijo.-
- No pasa nada Delfi. ¿Qué haces acá?
- Tenía frío.

Delfi se durmió al ratito y suspiré.

- ¿Soy yo o está demasiado pegada a nosotros?
- Muy… -Suspiró.- Capaz sea lo que pasó.
- Puede ser… Me preocupa un poco.
- ¿Por qué?
- Porque me parece que a esta edad debería justamente, desapegarse un poco.
- Dejala Pau, siempre fue muy cariñosa.
- Sí, es verdad.
- En serio amor, no te preocupes.
-Acaricié la cabeza de Delfi.- Capaz me estoy haciendo mucho la cabeza.
- No pienses más y descansa, dale.
- Me cuesta un poco frenar esta cabeza.
- Ay, ay, ay… -Besó mi frente.- Dale, que es sábado y podemos dormir los tres hasta tarde.
- Es verdad.
- Dale…

Al rato, me quedé dormida otra vez y nos despertamos cerca del mediodía.

- ¡Arriba! –Dijo Delfi saltando en la cama.-
- Hey, para un poco la moto. –Dije tapándome mejor.-
- ¡Dale mamá!
- Tengo sueño Del.
- Dale hija, veni. –Dijo Pedro.-
- No, quiero estar con ustedes.
- ¿Qué pasa Delfi? –Le pregunté preocupada.-
- Nada.
- Te conozco hija. –Dije y me senté.-
- Nada mami.
-Pedro también se sentó.- Delfi… Contanos, dale.
- No quiero. –Dijo y se sentó.-
- Mi amor… Dale. –Le di su mano e hice que venga con nosotros.- ¿Qué pasa?

Delfi se acostó en medio nuestro y tomó nuestras manos.

- Tengo miedo.
- ¿De qué mi amor?
- No, no quiero. –Y se dio vuelta, escondiendo su cara en las almohadas.-

Lo miré a Pedro extrañada y me acerqué a ella, posé mi mano en su espalda y le hablé al oído.

- ¿Qué pasa princesa?
- Tengo miedo.
- ¿Pero de qué mi amor? –Y ella comenzó a llorar.- Hey, Delfi… ¿Qué pasa hermosa?

Delfi se sentó sobre mis piernas y suspiró.

- Tengo miedo de que les pase algo malo.
- No princesa, no nos va a pasar nada. –La abracé y posé mi mentón en su frente.-
- ¿Y lo que le pasó a papá?
- Papá esta bien. –Dijo Pepe.-
- Pero te pasó algo feo.
- Pero estoy bien mi amor, mirame. –Besó su mano.-
- Tranquila hija… -Dije.- Papá y yo estamos acá, no tenes que pensar en cosas feas.
- ¿Volviste a soñar algo feo? –Le preguntó Pepe.-
- Sí y me asusté mucho. –Dijo.-
-Suspiré.- Fue solo un sueño mi amor.
- Me cansé de soñar feas…
- ¿Por eso viniste anoche acá? –Le pregunté.-
- Sí, perdón que les mentí.
-Sonreí.- No pasa nada.
- No pasa nada si no lloras más. –Le dijo Pepe.-
- ¿Podemos ir a algún lado hoy? Quiero estar con ustedes. –Dijo.-
- Sí, dale… Ahora armamos algo con mamá.
- Yo tengo una idea. –Dijo Delfi.-
- ¿Cuál? –Le pregunté.-
- Comer acá, en la cama. –Reímos.- Y después, ir a la plaza… Después de la plaza tomar un helado. –Hizo una pausa.- Y, después ir al Shopping, a los jueguitos…
-Pepe sonrió.- Dale, hacemos eso entonces.
- ¿En serio?
- Sí hija.
- Gracias. –Ella sonrió y nos abrazamos.-


▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼

¡100 capítulos! Juro que todavía me acuerdo del entusiasmo que tenía por subir esta novela, tenía muuuchas ganas de que conozcan esta historia, me costó tanto salir de mis lugares comunes (aunque sé que hay algunos que sigo habitando) que estar subiendo esta novela y que les esté gustando a muchos de verdad que me alegra y mucho.☺
Gracias a los que leen día a día esto, en serio... Y, comenzamos a transitar el desenlace de esta historia... ¡Quedan 50 capítulos! (Disfruten de la calma antes del huracán)

3 comentarios:

  1. Estaba tan feliz leyendo el comentario final y la cagaste con la ultima frase... ajaja.
    AMO AMO AMO a Delfi y nunca voy a dejar de decirlo ♡

    ResponderEliminar
  2. Que lindo!! Ya 100? Wow, que rápido pasó! Son un amor, Delfi es re pegota!
    Lastima tu última frase, nos pinchaste el globo de la felicidad!!

    ResponderEliminar
  3. Felicitaciones x los 100 caps de esta hermosa nove!! Me encantan estos personajes!! mimiroxb

    ResponderEliminar