119. Las cosas que pasan.

“Cada mañana de suerte, aunque está ya no cuente, voy a contarla como un día más que no viví.

Tu ausencia contra fuerte, multiplica la muerte, se apoderó de todo el cielo de nuestro jardín.
Princesa amanecida, estas oscurecida, soñé escribirte dentro de un terceto que rompí.
Pintate tus colores, te pido que no llores. Que no te olvides de todo lo que nos hizo así.
Y asi me fui... 

Ay yo mismo te preparé tus cosas, las horas penosas a su lugar, será el perfume secreto de las rosas. Me duelen las cosas que pasan.

Tenerte y desatarte de tus peores partes, no significa que te alejes de tu vida así.
Deja de ensimismarte, perderte y empatarte, que hay una Luna para cada noche de París. 
Y así me fui... 
Y así perdí... 

Ay yo mismo te preparé tus cosas, las horas penosas a su lugar, me faltarán tus mañanas caprichosas. Me duelen las cosas que pasan.

Ay yo mismo me preparé la fosa, no quiero perderte ni mucho más.
Me ayudarán enfermeras milagrosas, me duelen las cosas que pasan.

Me duelen las cosas que pasan. 
Me gustan las cosas que pasan.”

Esa nochecita, arranqué rumbo a la casa de Paula. Llegué y subí.

- Hola. –Sonrió cuando abrió la puerta.-

- Hola. –Respondí y sonreímos, cual tarados.- Veni…

La tomé de la cintura y cerré la puerta, quedando ambos del lado de afuera. La tomé por la cintura y la besé. Ella sonrió y le devolví la sonrisa, volvimos a besarnos y nos abrazamos.

- ¿Cómo fue tu día?

- Bien… ¿El tuyo? –Preguntó acomodando el cuello de mi chomba.-

- Todo bien, hacía mucho que no tenía una tan buena noche. –Reímos y nos dimos otro beso.-

- ¿Entramos?

- ¿Ya me queres soltar? Porque yo no. –La abracé más fuerte.-

- Es por Delfi.

- Estamos charlando, nada más.

- Claro… -Dijo besándome y reímos.- Dale, entremos.

- Un beso más. –Nos sonreímos y nos dimos un beso.-

Entramos y fui rumbo a la habitación de Delfi.

- Hola hija.

- Hola papi. –Se acercó a saludarme.- ¿Ya nos vamos?

- ¿Queres?

- Sí…

- Bueno, entonces dale.

- Busco mi campera y voy.

- Dale, te espero mi amor. -Cuando Delfi estuvo lista, nos despedimos de Pau y nos fuimos.-

“Te mando el beso de despedida que no te pude dar.”

“Jajajajaja. ¿Por qué sos tan tarado?”

“Mmm… Que me digas tarado ya es un halago.”

“Me gusta que lo tomes así.”

“Te dejo que tengo que arrancar.”

“Dale, que disfruten.”

“Ojalá algún día disfrutemos los tres.”

“Estoy segura de que así va a ser.”

“Nos vemos hermosa.”

“Nos vemos mi amor.”

Sonreí y dejé el celular a un lado.

- ¿Vamos papi?

- Dale hija.

Arranqué y encedí la música.

- Esta canción le gusta mucho a mamá. –Dijo.-

Cuando llegamos al Mac, hicimos nuestro pedido y nos sentamos en una mesa. 

“Que no te olvides de todo lo que nos hizo así…”

“Mmm… ¿Cómo sabes que me gusta esa canción?”

“Me lo dijo Delfi, la pasaron en la radio. Esa frase me pareció muy para nosotros.”

“Puede ser, esa canción me hacía pensar mucho en vos cuando no estabas.”

“¿Pensabas mucho en mÍ?”

“Más de lo que hubiese querido…”

“Mmm…”

“¿Qué nene?”

“Te encanta pensar en mí.”

“No cuando te tengo lejos.”

“Ahora me tenes cerca.”

“Estamos cerca, pero me tenes de amante.”

“Dame un poco de tiempo.”

“Supongo…”

“¿Qué supones?”

“Que te lo voy a dar.”

“Te dije que voy a solucionar todo.”

“Lo sé, sé que lo vas a hacer.”

“Gracias por confíar en mí.”

“Lo hago por el amor que sentimos.”

“Gracias, de verdad.”

- ¿Con quién hablas pa?

- Con mamá, me preguntó si ya habíamos llegado.

- Ah. ¡Pero hablaste un montón! ¿De qué hablaron?

- No importa de qué hablamos.

- Sí que importa.

- No Delfi. –Suspiré y la frené.- Le respondo y comemos. ¿Sí?

- Bueno. 

“Te dejo que Delfi me reclama, jajaja”

“Jajajaja, dale… Coman. ¿Después hablamos?”

“Dale linda.”

- Pa…

- ¿Qué hija?

- ¿Tu novia es de Madrid?

- Sí.

- ¿Y vino con vos? –Asentí, quería evitar el tema.- Ah…

- ¿Cómo te fue en la escuela hoy?

- Bien, me saqué un 10 en una prueba de Lengua.

- Esa es mi hija. –Y chocamos nuestras manos, reímos.-

- Merezco un premio. ¿No?

-Reí.- ¿Cómo cual?

- ¡Un helado de postre!

-Reí.- Dale, después vamos a la heladería.

- ¡Sí! –Dijo festejando.-

- ¿Hoy te quedas a dormir conmigo?

- Sí. ¿Puedo?

- Obvio, podes ir a la casa de papá las veces que quieras.

- Entonces sí. –Sonrió.-

- Tengo una mejor idea entonces.

- ¿Cuál?

- Llevamos el helado a casa.

- Sí, dale. ¡Y lo comemos en la cama!

“¿Cómo andan?”

“Tomando helado en la cama.”

“No me digas así que me muero por estar con ustedes.”

“Tengamos un poco de paciencia.”

“Esto trato. Hasta mañana mi amor. Te amo.”

“Hasta mañana Pau… Te amo.”

Sonreí y dejé mi celular a un lado.

- Me voy a dormir pa.

- Bueno, dale. Llamala a mamá antes, así la saludas.

- Bueno. –Me saludó.- Hasta mañana papi.

- Hasta mañana mi amor. –Le sonreí y ella se fue.-

Cuando me aseguré de que Delfi estuviera durmiendo, grabé un audio cantando la canción y se lo mandé a Pau.

“Ay, te morfo a besos por todos lados.”

“No me lo digas dos veces… Jajajja”

“Mañana podes venir a casa si queres.”

“Te tomo la palabra.”

“Nos vemos mañana entonces bonito.”

“Nos vemos mi amor.”

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Perdón, este capítulo quedó medio corto. D:
https://www.youtube.com/watch?v=xvrsGMhxSUY Las cosas que pasan - Tan Bionica.