Intentas respirar hondo, pero no podes.
El miedo te gana, ya te tomó el cuerpo.
Esos pequeños o grandes sustos que nos paralizan, recordándonos que nada es eterno. Todo es finito, nosotros y todo lo que pase con nosotros.
Al día siguiente, me
desperté y me dolía la panza. Me senté en la cama y me dí cuenta que estaba
teniendo una pérdida.
- ¡Pedro! –Lo llamé desesperada y a los gritos.- ¡Pedro, vení! –Dije al borde
del llanto y no venía, la puta madre.- ¡Pedro! –Le grité lo más fuerte que pude.-
- Amor… ¿Qué pasa? –Preguntó acercándose a mí.-
- ¡Llama al médico!
- ¿Qué pasa?
- Tuve una pérdida. –Dije temblando.-
-Se acercó a mí.- Tranquila, hey… -Me besó.- Ya te pasó esto con Delfi,
tranquila.
-Suspiré.- ¿Lo llamas?
- ¿No queres que te acompañe al baño?
- Ayudame, no quiero hacer fuerza.
- Vení…
Me ayudó a levantarme y me acompañó al baño, me alcanzó ropa interior y otro
pijama.
- Cambiate que yo llamo al médico, pero tranquila. ¿Sí?
-Suspiré.- Llamalo, por favor.
- Ya va. –Me besó y me dejó sola.-
Me cambié temblando y tratando de respirar tranquila.
-
- Papi… ¿Qué pasa?
- Nada Delfi.
- Pa, dale. No soy tonta.
-Suspiré.- Mamá se siente mal y va a venir el médico.
- ¿Qué le pasa?
- Se siente mal, es solo eso.
- ¿En dónde está?
- En el baño.
- ¿Puedo ir?
- Anda a nuestro cuarto y esperanos ahí.
- Bueno…
Toqué la puerta del baño y entré.
- Delfi te está esperando en la cama.
- ¿Qué le dijiste?
- Que te sentís mal y que va a venir el médico.
-Suspiró y me dio las manos, para que la ayude a levantarse.- Tengo miedo Pepe.
- Va a estar todo bien. –La abracé.- Tranquila.
- Quedate.
- No me voy a ir a ningún lado. –La abracé más fuerte.- Mientras más tranquila
estés, mejor es.
-Suspiré.- Ya sé.
La acompañé hasta el cuarto y ella volvió a meterse en la cama.
-
- ¿Qué te pasa mami? –Preguntó abrazándome y tocando mi panza.-
- Me siento mal Delfi.
- ¿Pero es normal?
- Sí… -Suspiré.- ¿No queres ir a tu cuarto?
- No, te dije que te voy a cuidar. –Sonreí muerta de amor y la abracé.- Me
quedo hasta que venga el médico y después vuelvo.
- Gracias princesa.
Ella me abrazaba y eso me tranquilizaba bastante.
Cuando llegó el médico, me revisó y me dijo que estaba todo bien lo cual me dio
demasiado alivio, pero aún así debía hacer reposo por algunos días, solo para prevenir.
Pedro me preparó un té con unas galletitas y vino hasta el cuarto.
- Amor… No puedo zafar del laburo hoy.
- No te preocupes.
- No quiero dejarte sola.
- No vas a faltar al trabajo si no podes.
-Suspiró.- ¿Llamo a tu vieja? ¿A tu hermana?
- No, en serio… Anda, lleva a Delfi a la escuela, yo me quedo acá, seguro
duerma un rato. Si queres, le digo a mi vieja si puede ir a buscar a Delfi a la
escuela.
- Delfi no quiere ir a la escuela.
- No Pepe, que vaya.
- Se quiere quedar cuidándote.
-Suspiré.- No, en serio…
- Si se queda ella, sé que vas a estar bien.
- ¡Pedro!
- ¿Qué? Es solo un día.
- Mmm…
- Dale, no seas mala, encima que te quiere cuidar.
- Tiene diez años.
- Pero sabe muy bien que no podes levantarte de la cama.
- Pepe.
- Ya le dije que se queda con vos, pero pensaba llamar a tu vieja también.
- Hagamos una cosa…
- ¿Qué?
- Yo ahora quiero dormir, y Delfi seguro se prenda a dormir. –Reímos.- Cuando
nos despertemos, vemos que hora es…
- Hay sándwiches en la heladera, Delfi ya saben cuales son, así cuando tienen
hambre los puede ir a buscar. –Sonreí.-
- ¿Saldrás muy tarde del laburo?
- A las dos, tres…
- Entonces no te preocupes, nos quedamos en la cama.
- ¿Segura?
- Sí, dale. Anda.
- Cualquier cosa me llamas.
- Dale, te lo prometo. –Sonrió y me besó.- Gracias…
- ¿Por?
- Por contenerme cuando sé que estás igual de muerto de miedo que yo.
- Siempre voy a cuidarlos, a los tres.
- Te amo, más de lo que te pueda explicar.
-Me besó.- Te amo. –Volvimos a besarnos y nos abrazamos.-
- ¡Pero la próxima que haces que Delfi falte a la escuela, te mato!
- Hey, no seas así. –Se separó un poco de mí.-
- No tiene que dejar de hacer su vida por el bebé, eso le va a hacer mal.
- Lo sé, es solo por hoy. Te juro que intenté convencerla.
-Reí.- Te creo.
- Menos mal. –Me besó.- Me tengo que ir.
- Anda entonces.
- Voy a tener el celu todo el tiempo conmigo.
- Cualquier cosa te aviso.
- Por favor.
- Tranquilo. –Lo besé.- Gracias.
- Sh…
Pepe bajó hasta mi panza y me dio varios besos allí.
- Se porta bien que mamá no puede levantarse de la cama, eh. –Sonreí y Pedro
volvió a estar a mi altura.-
- Vení…
- ¿Qué pasa?
- Estás todo desacomodado. –Acomodé su pelo y el nudo de su corbata.- Ahora sí,
estás mejor. –Le di un beso.- Anda que ya es tarde.
- Ahora te la mando a la enfermera.
-Reí.- Dale. Que tengas un buen día. –Lo besé.-
- Cualquier cosa me llamas.
- Ya te dije que sí. –Nos dimos un beso.-
- Cuidate.
- Pepe… -Reí.- Dale, anda.
- No quiero irme.
- Yo tampoco quiero que te vayas. –Lo besé.- Pero, tenes que irte. ¡Dale! –Reímos
y nos dimos otro beso, luego se fue.-
Delfi entró al cuarto y se metió en la cama conmigo.
- Tengo un super plan. –Dije.-
- ¿Cuál?
- Dormir hasta el mediodía.
- Me encanta. –Dijo riendo y yo la tapé.-
Nos acomodamos, frente a frente y acaricié su carita.
- Por esta vez, te dejamos, pero no vas a poder faltar siempre a la escuela.
- Quiero cuidarte.
-Sonreí.- Me encanta que te quedes conmigo, pero ir a la escuela es tu
responsabilidad y no vas a dejar de ir para cuidarme a mí.
- ¡Ufa!
- Ufa nada, eso no se discute… Podes estar conmigo todo el tiempo que quieras,
cuando estés en casa.
- ¿Por qué?
- Porque no tenes que dejar de vivir tu vida por mí o por el bebé.
- Pero me quiero quedar.
-Suspiré.- Ni papá ni yo, vamos a dejar que dejes de hacer lo que te gusta… Ni
de ir a la escuela… -Ella rio.- Porque vas a tener un hermanito. –La abracé.-
No tenes que preocuparte.
- Pero te sentís mal.
- Cuando me despierte, seguro me voy a sentir mejor.
- Entonces dormimos. –Dijo.-
- Dale… -Besé su mejilla.- Te amo princesa…
- Te amo mami.
Pasó un rato y ella acarició mi cara.
- ¿Qué pasa hija?
- ¿Por qué te sentís mal?
- Porque es normal que las embarazadas estemos así.
- ¿Por qué?
- Porque nuestro cuerpo se está esforzando mucho para formar una nueva personita.
-Sonrió.- ¿Es lindo estar embarazada?
- Es hermoso.
- ¿Aunque duela?
- Aunque duela. –Tomé su manito.-
- ¿Algún día yo voy a tener un hijo?
- Mmm… Mejor no pensemos en eso. –Besé su mano.- Sos mi chiquita todavía.
-Rio.- Sí, ya sé.
- ¿Dormimos?
- Bueno mami.
Y estando abrazadas, nos quedamos dormidas.
Otrooo
ResponderEliminarDale por ser sabado subite otro!!!
ResponderEliminarOtro xfvor
ResponderEliminarMe encanto! Amo como delfincuida a pau!❤
ResponderEliminarLa enfermera mas linda de todas ♡ Que lindo capitulo a pesar del susto. Y la pregunta de Delfi lo mas jajaja. Es muy linda.
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