Comenzar a transitar por aquel camino lleno de espinas y rosas.
Sonreír y decir: ¡Yo estoy acá y valgo como cualquiera!
Dejé a Fran durmiendo en su
moisés y Delfi me miró seria.
- ¿Qué pasa?
Ella se acostó y me dio la mano.
- Vení conmigo. –Reí y me acosté a su lado, la abracé por su panza y besé su
mejilla. Sonrió y suspiró.-
- ¿Estás bien?
- Sí mami.
- ¿Segura?
- Mmm… -Se acomodó, mirándome.-
- ¿Qué pasa hija?
- Me duele acá. –Dijo tocando su panza, abajo.-
-Sonreí.- Esos son los ovarios.
- ¿Y?
- Capaz… -Dije en su oído.- Te estés por hacer señorita.
- No, no sé si quiero.
- Pero no vas a poder evitarlo. –La abracé.- No va a pasar nada mi amor.
-Me abrazó también.- Me da miedo.
- No, no tengas miedo… -La abracé con más fuerza.- Tranquila.
- Pero me duele.
- Ya lo sé hija, es normal que te duela.
- No quiero crecer.
-Suspiré y me separé un poquito de ella.- Crecer es normal hija.
- Pero… No quiero.
-Sonreí.- No podes evitarlo.
- Ya lo sé.
- ¿Si te abrazo te tranquilizas un poco?
- Sí.
- Vení entonces. –Volví a abrazarla y suspiré.- No va a pasar nada malo Delfi,
es super normal lo que te pasa… Tranquila. –La abracé más fuerte.- Y podes contar
conmigo para lo que sea. ¿Sabes?
- Sí ma, gracias.
- De nada hija. –Besé su mejilla.-
Pedro entró en ese momento y nos miró extrañado. Le negué con la cabeza y él se
sentó al lado nuestro.
- ¿Qué pasa acá?
- Cosas de mujeres. –Dije y Delfi me sonrió.-
-Delfi se separó de mí.- No tenes por qué saberlas papá.
- Bueno, bueno che. –Pepe rio.-
- Cuando Fran sea grande, hablas con él las cosas de hombres. –Delfi rio y
volvió a abrazarme.-
-Susurré en el oído de mi hija.- Cualquier cosa, me preguntas. ¿Sí? Aunque esté
con Fran, no importa.
- Gracias mami. –Besó mi mejilla.-
- No tenes que agradecerlo. –Se separó de mí y me sonrió.-
- Me voy a ir a mirar la tele.
- Dale.
Se levantó y la seguí.
- ¿Queres que te dé una toallita? –Le dije bajito.-
- Mmm… No. Después.
- Bueno, dale. –Besé su mejilla y ella se fue.-
-
Pau volvió al cuarto y se sentó a mi lado.
- ¿Qué pasa amor?
- Le duelen los ovarios. –Dijo y suspiró.- Vino el nene y se nos va la nena.
–Dijo riendo y se acostó, hice que apoyara su cabeza en mis piernas y acaricié
su frente.-
- Los nenes crecen.
- Todos crecemos. –Buscó mi mano y la besó.-
- ¿Me estás diciendo viejo?
-Rio.- No, estoy diciendo que me encanta crecer al lado de ustedes.
-Besé su frente.- No das más de tierna.
- Ahora me va a agarrar de nuevo la sensibilidad extrema. –Dijo riendo.-
- Ay, ay, ay. –Tomé sus manos.- Y yo te voy a abrazar mucho.
- Eso es lo mejor. –Sonrió y nos besamos.-
- ¿Cómo estás? ¿Cómo te sentís?
- Mmm… Dolorida, pero bien. No puedo estar mal. –Sonreí.- ¿Vos?
- Feliz, muy feliz. –Besé su frente.-
- Te amo. –Dijo sonriendo.-
- Te amo bonita. –Nos besamos y sonreímos.-
- Vení, acostate conmigo… -Susurró.-
Me acosté a su lado y la abracé, ella se acomodó sobre mi pecho y mis brazos
rodearon su cintura. La sentí suspirar y besé su cabeza.
- Ay, necesitaba abrazarte. –Dijo.- Mucho.
- Siempre te voy a abrazar. -Sonrió y besó mi pecho.-
- Gracias… -Suspiró.- Me haces muy bien, a pesar de estar feliz, es mucho
cambio de golpe y las hormonas me vuelven un poco loca. –Rio.- Vos me
tranquilizas.
- Ya te lo dije, siempre te voy a abrazar cuando lo necesites. –La abracé más
fuerte.- Y cuando no lo necesites, también.
-Rio.- Sos tan lindo.
- Vos sos linda.
Nos quedamos un rato allí, hasta que Fran comenzó a llorar.
- Yo lo traigo. –Le dije y después de besar su frente, me levanté.- ¿Qué pasa
señorito? –Dije alzándolo y él rápidamente se acomodó sobre mi pecho.- ¿Era
solo caprichito? –Reí y volví a la cama, me senté al lado de Pau y Pau tomó la
manito de Fran.-
- Hola hermoso. –Besó su manito.-
- No, no, no. Ahora que se quedó conmigo no lo llames.
-Rio.- Tonto. –Me besó y se acostó a nuestro lado.- Me encanta verlos juntos.
–Sonreí.-
-
Delfi entró al cuarto, se sentó a mi lado y no dijo nada.
- ¿Estás bien Delfi?
- Sí. –Suspiró y se acostó, cerró sus ojos y yo la abracé.-
- ¿Segura?
- Me siento un poco mal.
- ¿Qué te pasa?
- La panza.
-Suspiré.- Tranqui, ya se te va a pasar. –Besé su cabeza y ella se quedó con
nosotros.-
Fran y Pepe estaban muy tranquilos allí y Delfi salió corriendo al baño.
La seguí y esperé un rato del otro lado de la puerta.
- Hija. ¿Necesitas algo? –Le pregunté.-
- Sí, pasa. –Dijo nerviosa.-
Entré y ella estaba temblando.
- Hey, tranquila. –Tomé su mano.- Tranquila. –Acomodé el pelo detrás de su
oreja.- No pasa nada Delfi. –Sus ojos estaban llenos de lágrimas.- Hey, no es
nada malo. –Besé su mejilla y busqué las toallitas.- ¿Te quedas acá que voy a
buscarte otra bombacha? –Ella asintió.-
Cuando volví, le enseñé cómo usar la toallita y puse su ropa sucia a lavar.
Nos lavamos las manos y ella me abrazó. Sonreí y la abracé con fuerza.
- Tranquila mi chiquitita. –Besé su cabeza.-
- ¿Podes venir conmigo a mi cuarto?
- Obvio que sí.
- ¿Y Fran?
- Está con papá, no te preocupes. ¿Me esperas ahí? –Delfi asintió.-
Delfi se fue a su cuarto y yo la seguí, pero frené en mi cuarto.
- ¿Se está quedando dormido? –Pregunté.-
- Sí, está muy pancho.
- Necesito ir con Delfi… Se indispusó. –Dije y sonreí.- Entretenelo todo lo que
puedas.
- Dale, no te preocupes.
Le dí un beso a cada uno y cuando fui al cuarto de Delfi, ella estaba acostada
en su cama, hecha un bollito. Me acerqué a ella y me arrodillé delante de su
cama, acaricié su frente y le sonreí.
- Mamá…
- ¿Qué hija?
-Suspiró.- ¿Me abrazas?
-Sonreí.- Siempre mi vida. –Me senté en la cama y ella se acercó a mí, la
abracé y comenzó a llorar.- ¿Qué pasa Delfi? No llores.
- Perdón.
- ¿Por qué?
- Porque pasa ahora que vos seguro queres estar con Fran y… No quería.
-Suspiré e hice que mirara.- Hey, hey, hey… -Tomé sus manos.- No tenes que
pedir perdón, los dos son mis hijos y siempre voy a estar… Para los dos. –Remarqué.-
Siempre, toda la vida. –Delfi se encogió de hombros.- Esta bien, pasó cuando
tenía que pasar… -Acomodé su pelo.- En serio, no pienses en eso. –Volví a
abrazarla.- Mamá va a estar siempre que la necesites y si yo no me doy cuenta
de que me necesitas, solo tenes que ir a buscarme… Porque siempre voy a estar.
-Suspiró y me abrazó con fuerza.- Me siento mal mami.
- Ya lo sé mi amor… Es normal que te pase eso.
- ¿Cuánto tiempo dura?
-Me separé un poco de ella.- Como mucho, una semana… Pero solo duele los
primeros días.
- Mmm… No me quiero levantar de la cama.
- Tengo una idea.
- ¿Cuál?
- Te preparo un submarino, con mucho chocolate y tostadas con dulce de leche… Y
merendamos mirando una peli. ¿Qué te parece?
- Sí, por favor.
-Sonreí.- Ahora preparo entonces. –Acaricié su mejilla.- Con una condición.
- ¿Cuál?
- Nunca más dudes de que mamá va a estar ahí, con vos, siempre. –Ella negó y me
abrazó.- Te amo hija.
▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼
Últimos cinco capítulos... Y personalmente, este que acabo de publicar es uno de mis preferidos.♥
OTROOOO <3 ESTO ES MUY TIERNO <3 AMO A DELFI <3 PERO ME DA PENA <3
ResponderEliminarClaramente este capitulo es tmb mi preferido. Me encanto y me emocione. Que momentooo ♡♡♡
ResponderEliminarMe encanto este capitulo! Lo ame! Me emocione y todo! Delfi es muy tierna!❤
ResponderEliminar