domingo, 6 de diciembre de 2015

123. Madre e hija.

Cuando sos madre, el mayor miedo es cometer los mismos errores que cometieron con vos… Esos que te prometiste una y mil veces que no ibas a cometer, esos que te marcaron y feo.

Ver a tu hija crecer te moviliza cosas que no creías que existían y cuando notas que pudiste revertir esos errores, te das cuenta que tan mal no hiciste las cosas.



El mundo estaba empecinado contra mí… ¡Sino no había explicación!

“Perdón Pau… Pero no pude.”

“Está bien…”

“¿Podemos hablar?”

“No quiero mandarte a la mierda.”

“Hay una explicación.”

“Ahora no la quiero…”

“¿Después?”

“No sé.”

“Mi amor…”

“Pedro, no quiero pelear.”

“Bueno, está bien… Pero quiero explicarte.”

“A ver… ¿Qué pasó ahora?”

“La llamaron, pasó algo con un familiar.”

“Siempre va a pasar algo Pedro.”

“La voy a dejar.”

“¿Cuándo?”

“Cuando pueda.”

“Está bien.”

“No te enojes.”

“Reacciono como puedo.”

“Lo sé.”

“Entonces no me presiones.”

“Perdón.”

Suspiré y tiré el celular contra mi cama.

¿Qué más? ¿Qué más?

-

- Mamá… -Dijo entrando a mi cuarto.-
- ¿Qué Delfi? –Pregunté dejando mi celular.-
- Quiero hablar con vos.
- ¿Sobre qué?
- Me da vergüenza.
-Sonreí.- Soy mamá y podes hablarme de lo que quieras… Lo sabes.
- Es que… -Tapó su cara con sus manos y yo reí.-
- ¿Qué mi vida?
- Para mamá.
- Bueno, está bien. –Me posicioné frente a ella y tomé sus brazos.- Mirame, no te voy a comer eh. –Rio y aflojó sus brazos, quité sus manos de su cara.- ¿Es una charla femenina?
- Mmm… Sí. En realidad, son varias cosas.
- Ah, bueno… Entonces me preparo. –Le sonreí y acaricié su mejilla, tratando de tranquilizarla.- ¿Qué es lo que pasa hermosa?
- Me siento rara.
- ¿Con qué?
- Con mi cuerpo, no sé. 
- ¿Pero con qué cosa?
- Con todo, tengo miedo de que esté pasando algo malo.
-Tomé sus manos.- Ya te expliqué que todo lo que te está pasando en el cuerpo es natural, es normal, a todas nos pasó cuando nos empezamos a transformar en mujercitas.
- Pero duele.
- ¿Qué te duele?
- Acá… -Dijo tocando su pecho.- Y acá. –Dijo tocando su panza.-
-Suspiré.- Es normal eso también, no tenes que preocuparte.
- ¿No?
- No, además, hace poco la doctora te dijo que estabas bien. ¿Te acordas?
- Mmm… Sí.
-Le sonreí y corrí el pelo de su cara.- Mi nena está creciendo. –La tomé por sus mejillas y ella sonrió.- ¿Me vas a seguir amando como siempre, no? 
- Sí.
- ¿Y me vas a seguir llenando de abrazos y de besos?
-Sonrió y me abrazó.- Siempre mami, siempre.
- Ay, te amo tanto. –La abracé con fuerza.-
- Te amo. –Besó mi mejilla y sonreí.- Pero, para… -Se separó de mí.- Porque no terminé.
- ¿Qué mas queres preguntarme?
- Tengo que decirte algo.
- ¿Qué cosa?
- Esto me da vergüenza de verdad. –Suspiró.-
- ¿Queres decírmelo al oído?
 -Mmm… Bueno.

Se arrodilló al lado mío y me susurró con los ojos cerrados, a mi oído.

- Me están creciendo pelitos.
- ¿En dónde? –Le pregunté, también a su oído.-
- Ahí. –Dijo riendo, me contagió la risa.-
- No pasa nada mi vida.
- ¿No?
- No… Cuando seas más grande, seguro te tengas que depilar, pero por ahora no.
- Bueno. –Suspiró y volvió a tapar su cara, sonreí y la abracé.- Me da miedo ma.
- Ya lo sé mi amor, a todas nos da miedo.
- Me gusta un chico. –Dijo y eso sí que me cayó como un baldazo de agua fría. ¡Mi nena!.-
- ¿De verdad? –Pregunté tratando de sonar lo más natural posible.-
- Sí, se llama Julián.
- ¿Es de la escuela?
- Sí, de mi curso.
- ¿Y es lindo?
- Muy lindo. –Sonrió y yo reí.- ¿Eso está mal?
- No hermosa… -Acaricié su mejilla.- Es todo normal lo que está pasando.
- No sé si quiero crecer.
- Eso no podes evitarlo.
- Ya lo sé. –Se acurrucó en mi pecho y yo la abracé.- Pero quiero que sigas siendo mi mamá, así, como siempre…
- Eso siempre va a ser así.
- ¿No va a cambiar?
- ¿Cómo va a cambiar? Vos siempre vas a ser lo más importante para mí, desde que supe que estabas en mi panza hasta la eternidad.
-Sonrió.- En la escuela dicen que está mal abrazar a tu mamá, porque somos grandes.
- No les des bola, es cualquiera eso.
- Me dicen que soy una nena.
- No te tiene que importar Delfi.
- A mí me hace bien abrazarte.
-Sonreí.- A mí también, me hace muy bien abrazarte y mamá siempre va a tener abrazos para vos. Siempre, siempre.
- Gracias mami, sos la mejor del mundo.
-Sonreí.- No me lo tenes que agradecer mi vida.

“¿Podemos vernos esta noche?”

“No sé Pedro…”

“¿Seguís enojada?”

“No, no sé. No es por eso.”

“No te creo.”

“Un poco sí y un poco no.”

“¿Pasó algo?”

“Delfi, pero no tenes de qué preocuparte.”

“¿Qué pasó?”

“¡Cosas de chicas!”

“Ah, bueno… Está bien.”

“Más tarde te digo. ¿Te parece?”

“Bueno, dale. ¿Segura no estás enojada?”

“No, ya se me pasó. Supongo que te entiendo.”

“Gracias por entenderlo.”

Delfi se había quedado dormida a mi lado y yo no podía dejar de mirarla. No me cabía ni tanto amor ni tanto orgullo en mi cuerpo.

Lo que más me importaba era transmitirle confianza y amor para conmigo, porque no quería que le pasara lo mismo que a mí. Quería ser una mamá presente, con la que pudiera hablar y me llenaba el alma saber que lo había logrado.

Me emocionaba ver como, de a poco, dejaba de ser esa nena que tanto tiempo me había acompañado, para transformarse en una mujercita.

Y me emocionaba, aún más, que me elijiera para hablar sus cosas.

Al fin y al cabo, tan mal no había hecho las cosas.


▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼

Creo que Delfi es el mejor personaje que escribí. La quiero materializar y tenerla para mí. Eso.

5 comentarios:

  1. Me encanta que Delfi tenga esa relación con Pau y confie tanto ! Que pasará con Pedro...

    ResponderEliminar
  2. Amo a delfi!! Es para comérsela se tan dulce!!! mimiroxb

    ResponderEliminar
  3. Que hermosa relación de madre e hija!!

    ResponderEliminar
  4. Delfi es una tierna de la vida, Pepe es un boludo, y Paula que ahora no se venga a hacer la de dejala o fue porque ella solita lo dejo irse de viaje estando mal. Ella no acepto la decision de Pepe. Y si, se que me odias por seguir "apoyando" a Pedro ajajaja

    ResponderEliminar
  5. Delfi es una tierna!!! Ame el capitulo!

    ResponderEliminar