Le pedí a mi compañera si
me cubría para irme un rato antes y por suerte, no tuvo problema. Alrededor de
las once y media, estaba por entrar a mi casa.
Dejé mis cosas en el sillón y lo busqué a Pedro, estaba durmiendo en mi cama.
Sonreí. ¡Al fin era mío!
Me acerqué sigilosamente y me acosté frente a él. Acaricié su mejilla y lo
observé por un ratito.
- Hola mi amor… -Susurré rozando mis labios con los suyos.-
-Sonrió y abrió sus ojos.- Hola mi amor. –Sonreímos y nos besamos, para luego
abrazarnos.-
Así, sin decir nada. Solo abrazarnos, sentirnos.
- Te amo. –Susurré después de un rato.- No quiero que nada vuelva a separarnos,
no lo soportaría.
-Me abrazó más fuerte.- Nada va a separarnos, te lo prometo.
Hizo que lo miré y le sonreí, con lágrimas en los ojos.
- Te amo. –Dijo y me besó.-
- Te amo. –Lo besé.- Gracias.
- No, gracias no… Yo tengo que pedirte perdón.
- Ya está, ya pasó. –Suspiré.-
- ¿De verdad?
- Si me prometes que volvemos a empezar, que dejamos todo atrás… Ya está. Ya
pasó.
- Va a ser así mi amor. –Volvimos a besarnos y nos sentamos en la cama.-
Sus manos tomaron las mías y los dos seguíamos sonriendo, éramos dos nenes.
- Estoy muy feliz. –Dije.-
- Ay, linda que sos. –Me tomó de la nuca y me besó, haciendo que me acueste
sobre la cama. Él quedó sobre mí.-
- Vos sos lindo. –Sonreímos y nos besamos.-
-Tomó mi mano y entrelazó sus dedos con los míos.- Fue mucho. ¿No?
-Suspiré.- Bastante… Pero no quiero pensarlo más.
- Tenes razón. –Me besó y lo abracé por su nuca.-
- Quiero disfrutarte.
- Soy todo tuyo.
-Sonreí y lo besé.- Me estoy muriendo de hambre.
- ¡Uh! Corta mambo.
-Reí.- Pensaba comer y que vayamos a buscar a Delfi juntos. ¿No queres?
- Sí, dale.
- A la noche soy toda tuya. Te lo prometo.
- Te tomo la palabra.
- Soy una mujer de palabra, lo sabes. –Nos besamos y nos levantamos.-
- ¿Se lo queres contar a Delfi?
- Mmm… Capaz podrías contarle antes que cortaste con Macarena. Y en unos días,
se lo decimos… Para que no le explote la cabeza.
- Puede ser, igual, no le va a importar mucho si le decimos que estamos juntos.
- No, ya sé… Pero, no sé, es mi opinión.
- ¿Me dejas hablar a mí con ella?
- Sí, obvio.
- ¿Vamos a comer?
- Dale.
Almorzamos juntos y fuimos a buscar a Delfi a la escuela.
- ¡Vinieron los dos! –Dijo sonriente.-
- Hola hija. –La saludé.-
- Hola mi amor. –Pepe la saludó y ella nos abrazó a los dos.-
- ¿Nos vamos juntos? –Preguntó.-
- ¿Vos queres? –Le preguntó Pepe.-
- Sí…
- ¡Entonces sí! –Dijo Pedro.-
Comenzamos a caminar, con ella en medio nuestro, hasta que llegamos a mi auto,
con el que habíamos venido.
Yo manejaba y Pepe iba atrás, con Delfi.
-
- Cuando lleguemos a casa, tengo que hablar con vos. –Le dije al oído.-
- ¿De qué? –Preguntó.-
- Después te vas a enterar.
- Decime algo.
- Es algo que te va a gustar.
La vi a Pau sonreír por el espejito y le devolví la sonrisa.
Cuando llegamos a su casa, Delfi se fue a su cuarto.
- Se lo voy a decir Pau…
- ¿Seguro?
- Sí.
- ¿Queres que vaya?
- No Pau, quiero decírselo yo, quiero explicarle, quiero pedirle perdón por
todas las cagadas que me mandé.
- Bueno, está bien. –Suspiró.- Anda.
- Gracias. –La besé y fui rumbo a la habitación de Delfi.-
Entré al cuarto de Delfi y ella me estaba esperando, sentada en su cama. Me
senté frente a ella y tomé aire. Quería contarle todo, pero no me podía olvidar
que era una nena aún.
- ¿Qué pasa pa?
- Tengo que contarte algo.
- ¿Qué cosa?
- ¿Me prometes que me escuchas todo?
- Sí.
-Suspiré.- Bueno… Te voy a contar la historia desde el principio.
- ¿De quienes?
- De lo que pasó con mamá y conmigo.
- Mmm… Bueno.
- Mamá y yo nos conocimos cuando yo estaba terminando el secundario y ella ya
trabajaba en la facultad, empezamos a tener una relación de novios, pero una
noche papá se mandó una macana muy grande y nos separamos.
- ¿Qué hiciste?
- Eso no importa, sos chiquita para contarte detalles.
- ¡Siempre lo mismo!
-Reí.- Cuando crezcas, te cuento la historia completa.
-Revoleó sus ojos.- Seguí, dale.
- Bueno… Después de esa separación, tuvimos un reencuentro y al poco tiempo nos
enteramos que estabas en la panza de mamá.
- ¿Y no volvieron?
- No, no volvimos a estar juntos, como novios, hasta hace poco, la primera vez
que lo supiste. –Ella asintió.- Después nos peleamos, volvimos a estar juntos y
nos peleamos otra vez cuando yo me tuve que ir a Madrid.
- Eso ya lo sé.
- Paciencia señorita.
-Rio.- Bueno.
- Yo en Madrid conocí a Macarena, mi novia.
- Sí. –Dijo poniendo cara de asco.-
- Pero… Hoy le dije a Maca que no quiero que sea más mi novia.
- ¿En serio? –Preguntó con una sonrisa.-
- En serio, pero eso no es lo mejor…
- ¿Y qué es lo mejor? –Preguntó ilusionada.-
-Le hablé al oído.- Mamá es mi novia otra vez.
- ¡Sí! ¡Al fin! –Me abrazó y yo también la abracé.- Prometeme algo papá.
- ¿Qué mi amor?
-Se separó de mí.- No la vas a lastimar más a mamá.
-Negué.- Ni a mamá, ni a vos. –Sonrió.- ¿Me perdonas por todo el mal que les
hice?
- Sí papi. –Volvió a abrazarme y sonreí.-
- Te amo mi chiquitita.
- Yo también te amo, pero ya no soy tan chiquitita.
-Reí.- Siempre vas a ser chiquitita para mí.
Pau entró al cuarto, sigilosamente, y nos dimos cuenta cuando nos abrazó a los
dos.
- ¡Un beso!
Pau y yo reímos y nos dimos un beso, sonreímos y la agarramos a ella, para
llenarla de besos también.
- No quiero que se peleen más. –Dijo.-
- No mi amor, esta vez te lo prometemos en serio. –Dijo Pau.-
- Vamos a ser una familia, para siempre. –Dije.-
- Quiero tener un hermanito. –Tiró así de la nada y con Pau nos miramos,
sonreímos cómplices y la abrazamos.-
- A mí me parece que vos soñas mucho. –Le dije.-
- ¡No! Dale, quiero tener un hermanito.
- Pero no es así no más. –Le dijo Pau.-
- Dale, ya soy grande… No quiero ser tan grande.
-Pau rio.- Capaz que más adelante, no ahora.
- ¡Ufa! –Dijo Delfi.-
- Para un poco loca. –Le dijo Pau.- No es tan fácil tener un hijo.
- ¿No te gustó tenerme a mí?
- Fue lo más lindo que me pasó en la vida… Pero, hay que tener tiempo, espacio…
- ¿Y si nos mudamos? –Dijo Delfi.-
- Eso está en planes. –Le dije.-
- ¿Cuándo? –Preguntó entusiasmada.-
- Dentro de un tiempo hija. –Le dije.- Calmate un poco.
- Bueno. –Dijo y bufó.-
- Che… -Dijo Pau y le hizo cosquillas en el cuello.- Tanto esperaste que
estemos juntos, disfruta ahora.
-Rio.- Es verdad. –Y nos abrazó.-
Al rato.
- Me parece que tu hija está un poquitito acelerada. –Me dijo Pau riendo.-
- Tampoco tanto.
- ¿No?
- Me parece que los deberes los estamos haciendo muy bien.
-Rio.- Pero nos cuidamos.
- Ya sé tonta. –La abracé por la espalda.- Era un chiste.
- Me da un poco de miedo.
- ¿Por qué?
- Por la edad.
- Si te cuidas, va a estar todo bien.
-Suspiró.- No sé, ahora no quiero pensarlo.
- ¿No queres?
- No, no es que no quiera. Pero prefiero que primero nos mudemos, nos
acomodemos.
- Sí, eso es verdad.
-Se dio vuelta y me besó.- Me voy a acostar.
- ¿Te sentís mal?
- Tengo sueño.
- ¿Vos no estarás…?
-Rio y me pegó.- No, tarado. –Me besó.-
- Bueno, solo pregunté. –Reímos.-
▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼
Espero que les guste el capítulo.♥
Que lindo capitulo ♡ Me encanto! Y que lindo que Pepe a pesar de saber que su hija es chiquita sepa aceptar las cagadas que se mando y explicarselas y pedirle perdon ♡
ResponderEliminarQue lindo ♡♡
ResponderEliminarMe encanta la relación que tiene Pepe con delfi
Subí otro por favor !!!