144. Bienvenido a casa.

Aquel lugar en donde empezarás a transitar por la vida. Tu hogar.

Entré a la habitación, con el alta firmada.

- ¿Ya estamos? –Pregunté.-

- Sí. ¿Delfi?

- Le dije que la pasábamos a buscar, así volvemos los cuatro a casa.

-Sonrió.- Buenísmo entonces. –Me besó.- ¿Vamos?

- Dale.

- ¿Llevas las cosas?

- Sí Pau, no te preocupes. Vos encargate del peque.

-Sonrió y me dio un beso.- Gracias.

- ¿A todo lo que haga me vas a decir gracias?

- Capaz. –Me volvió a besar y Fran, en sus brazos, se quejó dormido.-

- Capaz que hay alguien medio celoso. –Reímos.-

Agarré el bolso y la cartera de Pau, y ella llevaba a Fran en brazos. Salimos de la clínica, luego de agradecerles a los médicos y fuimos hasta el auto. 

Dejé las cosas en el baúl y Pau acostó a Fran en su butaca, quien dormía muy tranquilamente.

- ¿Puedo arrancar amor?

- Sí Pepe. –Se asomó y besó mi mejilla.- Te amo. ¿Sabías?

-Sonrió.- Te amo. –Giré y la besé.- ¿Estás bien?

- Muy feliz y muerta de amor… -Volvió a besarme.- Con los tres.

- Sos tan linda.

- ¿Sí? Yo me veo un desastre. –Dijo riendo.-

-Negué.- Sos hermosa. –La besé.- 

- No veo la hora de estar en casa, y que estemos los cuatro en la cama.

-Sonreí.- ¿Vamos?

- Dale. –Nos dimos otro beso y cada uno volvió a su lugar.-

- ¿Le avisas a Delfi que estamos yendo?

- Dale, ahí le mando un wap.

-

“Princesa, estamos yendo para allá… Esperanos lista.”

“¡Al fin mami!”

“Mira que estamos cerquita eh.”

“Ya me preparo, quiero estar con ustedes en casa ya.”

“Falta poquito hija.”

“Te amo mami y estoy muy feliz.”

“Yo también te amo hija y también estoy muy feliz.”

-

Estacioné en la casa de Vir y ella estaba esperándonos en el hall, cuando nos vio, corrió hacia mí.

- Hola loquita. –La abracé.-

- Hola. ¡Quiero ir a casa!

- Anda al auto.

- Bueno… -Delfi saludó a su tía y se fue.-

- Gracias. –Le dije a Vir.-

- No tienen nada que agradecer nene, además, amo estar con Delfi.

-Sonreí.- Si hubiese tenido una hermana, quisiera que sea como vos.

-Sonrió.- ¡Pero qué halago! –Nos abrazamos.-

- Gracias, en serio.

- Posta, no me agradezcas. –Nos separamos.- Cuando estén acomodados, los voy a visitar.

- Dale, podes venir cuando quieras.

- ¡Dale papá! –Dijo Delfi desde el auto y reímos.-

- Me voy… -Dije y Vir rio.-

Nos saludamos y volví al auto, para volver a casa. Cuando llegamos, abrí las cerraduras y Delfi abrió la puerta, para entrar primero.

- Bienvenidos a casa. –Dijo Delfi sonriendo y Pau y yo le sonreímos.-

- Gracias mi amor… -Dijo Pau, entrando con Fran en sus brazos.-

Entré detrás de ellos y cerré la puerta.

-

Fran se estaba despertando y miraba hacia todos lados, sonreí y me senté en el sillón.

- ¿Qué pasa que miras todo? Es nuestra casa… -Dije sosteniedo sus manitos, con él acostado en mis piernas.- Bienvenido. –Acaricié su panzita y tosió.- ¡Epa! ¡Qué tos! –Reí.-

Cuando me dí cuenta, Pepe y Delfi se habían ido. 

- Me parece que nos dejaron solitos. –Dije y acaricié su nariz, él hizo una mueca.- Sos tan lindo bebé. –Besé su pancita.-

Delfi se acercó a mí, con un repasador el hombro, lo cual me hizo reír.

- Está la comida mami.

- ¿Cocinaste vos?

- Con papá. –Sonrió.- 

- ¿Me ayudas con algo?

- ¡Sí! –Dijo entusiasmada.-

- ¿Me traes el cochecito de Fran?

- Ahora lo traigo. –Se fue corriendo y sonreí, a los segundos volvió con el cochecito.- Acá está ma.

- Gracias mi amor. 

- ¿Lo vas a acostar ahí?

- Sí, si se queda tranquilo… Así podemos comer. –Lo acomodé en el cochecito y se quedó super tranquilo, le sonreí.- ¿Queres llevarlo a la cocina Delfi?

- ¿Puedo?

- Obvio que podes.

- Entonces sí. –Sonrió.-

- Despacito.

- Sí mami.

Nos acercamos a la cocina y Pepe sonrió al vernos. Almorzamos y nos fuimos los cuatro a la cama. 

Fran dormía hecho un bollito sobre mi pecho, yo estaba a un lado de la cama. Delfi en el medio y Pepe del otro lado. La cabeza de Delfi estaba sobre mi hombro y no dejaba de mirar a su hermanito.

- Deseaba mucho estar así. –Dije y suspiré. Pepe acarició mi mejilla y sonreí.-

Delfi cerró sus ojos y se estaba quedando dormida.

- Amor… -Le susurré a Pepe.-

- ¿Qué?

- Acomodala así está más cómoda, a parte me parece que Fran quiere comer.

- Bueno…

Pepe acomodó a Delfi, en medio nuestro, quien dormía muy placidamente. 

- Estaba muerto de hambre. –Dije mirándolo mientras comía y lo miré a Pepe.- ¿Me traes un vaso de agua? Por favor.

- Dale, ahora te traigo. –Me dio un beso.-

- Gracias.

- Shh… -Me dio un beso y se fue.-

Fran terminó de comer y volvió a quedarse dormido sobre mi pecho.

- ¿Por qué no dormís Pau?

- ¿No te enojas?

- No tonta, tenes una carita.

- Estoy cansada.

- Dormimos todos.

-Le sonreí y tomé su mano.- Siento que no podría tener un hombre mejor a mi lado.

-Sonrió.- ¿A qué se debe eso?

- A que me mata de amor como nos cuidas… -Besé su mano.- Mis hijos tienen al mejor papá del mundo y yo al mejor… ¿Marido?

- ¿Es una indirecta?

-Reí.- No, soy muy feliz así como estamos. 

- Tengo muchas ganas de abrazarte.

-Sonreí.- Esta noche dormimos abrazaditos, te lo prometo.

- Te tomo la palabra eh.

- Por favor. –Reímos.-

- Dale, descansa…  -Cerré mis ojos y su mano acarició mi mejilla, me quedé dormida al rato.-

Cuando me desperté, me habían dejado sola. Me desperecé y me senté en la cama, me dolía demasiado todo el cuerpo. Hice un rodete con mi pelo y fui al baño a lavarme la cara. Luego, fui hasta el living. Sonreí, al verlos interactuar los tres juntos y estando escondida, les saqué varias fotos. 

- Vení mami. –Dijo cuando me vio. Le sonreí y me acerqué a ellos, me senté detrás de Delfi y la abracé por la espalda.-

- ¿Qué están haciendo? –Pregunté y besé su mejilla.-

- Jugamos… -Sonrió.- ¿Jugas con nosotros?

- Obvio. –La abracé con fuerza y ella rio. Fran nos miró con el ceño fruncido y reímos.- 

Pasamos un rato allí, jugando con Fran, hasta que tuvo hambre otra vez.

- Voy a la pieza a darle la teta. –Dije.-

- ¿Te puedo acompañar ma?

- Obvio Delfi. Vení… -Le di la mano y ella sonrió.-

Caminamos hasta el cuarto y me senté en la cama, para comenzar a amamantarlo.

- ¿Sigue sin dolerte mami?

- No, no me duele. 

- ¿Yo también tome la teta?

- ¡Un montón! –Le dije y ella rio.-

- Gracias.

- ¿Por qué?

- Porque me dejas ayudarte y estar con ustedes. –Sonreí muerta de amor.-

- Vení… Abrazame. –Le dije y ella me abrazó por la espalda, rodeando mi cuello con sus brazos.- Vamos a estar juntos toda la vida, te amo princesa.

- Te amo mami, y a Fran también. –Sonreí y besé su mejilla.-

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Queda cada vez menos... El domingo se termina! :'( ♥