129. Frenar y avanzar.

Decidirse una vez más. Decidir con quién avanzar y con quién frenar.

Decidirse por esa mujer: “Te conocía como a cualquiera, sin buscar nada, y terminé queriéndote como a nadie, encontrándolo todo.”

- ¿Me escuchas algo en serio?

- Sí… -Tomó mi mano y yo suspiré.-

- Fue la última.

- ¿Qué?

- Hasta que no te separes…

-Suspiró y acarició mi mejilla.- Está bien.

- Nos vamos a hacer mierda sino.

- Tenes razón.

- Quedate igual.

-Sonrió.- ¿Y te abrazo?

- Por favor.

Me rodeó con sus brazos y apoyó su cabeza en mi hombro.

- Ojala algún día me perdones todo lo que pasó.

- ¿Crees que si no te hubiese perdonado estarías acá, en mi cama?

- No sé.

-Posé mis manos sobre las suyas.- Ya está, pero necesito que termine.

- Mañana voy a hablar con ella.

- No me quiero alegrar, porque sé que ella va a sufrir.

- Va a sufrir más si sigo así.

- Sí, es verdad.

-Besó mi hombro.- ¿Dormimos?

- ¿Estás cansadito?

- Yo no. –Rio.- Pero vos mañana trabajas.

- Sos tan lindo.

- Descansa, dale.

- Vos también.

Me quedé dormida con una calma que no sentía hacia mucho tiempo.

-

Me desperté a la mañana siguiente para irme, antes de que ellas se despertaran. 

- Amor… -Besé su mejilla.- Buen día. –Besé sus labios.- Me voy.

- ¿Qué hora es?

- Cinco y media.

- Quedate.

-Reí.- Me tengo que ir.

- Bueno, está bien.

- Nos vemos…

- Espero que tengas una buena noticia cuando nos veamos.

-La besé.- Voy a hacer todo lo posible.

Pau se acomodó y yo la tapé.

- Dormí un ratito más. –Acaricié su pelo.- 

Besé su frente y me fui.

-

Me desperté, nerviosa, ansiosa. No sé, rara.

“Buen día.”

“Hola hermosa. ¿Cómo amaneciste?”

“Nerviosa…”

“¿Por mí?”

“Creo… Jajajaa”

“Dejalo en mis manos.”

“Sabes que confío en vos.”

“Espero no defraudarte esta vez.”

“Yo espero que no te defraudes a vos mismo.”

“Sí, puede ser.”

“Después contame como te fue.”

“Espero salir vivo.”

“¿Es para tanto?”

“No, no sé. Jajajaj”

“Suerte…”

“Te amo.”

“Te amo bonito.”

“Bonita vos…”

“Jajajaja, chamullero siempre.”

- ¡Arriba hija! –Dije entrando a su cuarto.-

- No mamá.

-Reí.- Hay que ir a la escuela.

- ¿Ahora?

-Volví a reír.- Sí, ahora.

- ¿Puedo desayunar acá?

- Dale, ahora te traigo el desayuno.

- Gracias ma. 

Preparé el desayuno y volví a su cuarto.

- Lo quiero ver a papá.

- Esta noche seguro lo veas.

- ¿En serio?

- Sí.

- Entonces voy a tener ganas de levantarme, todavía lo extraño… Y si me voy con él, te extraño a vos.

-Tomé su mano.- ¿Queres que venga a cenar otra vez?

- ¿No podemos ir a su casa mejor?

- Dale, después le pregunto.

- Gracias ma.

- De nada mi amor. Ahora desayuna, dale.

La dejé a Delfi en la escuela y yo me fui a trabajar.

“¿Podemos ir esta noche a cenar a tu casa? Pedido de Delfi.”

“Obvio, siempre son bienvenidas.”

“Pregunto por las dudas…”

“Sí, pueden. Las espero.”

“Nos vemos entonces.”

“¿Traes helado? Jajajaja”

“Dale, yo llevo. ¿No hablaste todavía, no?”

“No, le acabo de decir que se conecte.”

“Bueno, voy a estar cruzando los dedos por vos.”

“Jajajaja, sos tan linda.”

“Deja de chamullar y hace lo que tenes que hacer.”

“Está bien, tenes razón.”

“Nos vemos esta noche.”

“Dale, nos vemos.”

-

Le había pedido a Maca que se conectara, así podía hablar con ella. Estaba nervioso.

- Hola amor. –Dijo cuando prendió la cámara.-

- Hola Maca.

- ¿Cómo estás?

- Bien… ¿Vos? ¿Cómo está todo por allá?

- Más o menos, no sé. –Hizo una pausa.- Es todo muy reciente.

- Sí, lo sé.

- Pero ya me vuelvo.

- ¿Volves?

- Sí… Te extraño, te necesito.

- ¿Cuándo volves?

- Llego allá a la madrugada.

- ¿Ya tenes el pasaje?

- Sí.

- Ah, bueno…

- ¿No te pone contento?

- Sí, sí. Es que me tomó por sorpresa

- ¿Seguro?

- Sí Maca.

- ¿Puedo ir a tu casa cuando vuelva?

- ¿A qué hora llegas?

- Tipo seis.

- Te voy a buscar al aeropuerto. ¿Queres?

- Dale, por favor.

- Nos vemos entonces.

- Sí amor. –Sonrió.-

Cerré mi computadora y suspiré. ¿Por qué todo tan complicado?

▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ ▲ ▼ 


NO ME MATEN. Gracias.