Delfi estaba en la escuela.
“Gorda… ¿Tenes algo qué hacer? ¡Quiero verte!”
“En quince minutos estoy en tu casa Chunita.”
“Dale, te espero. Mandame un wap que Fran duerme.”
“Dale, no te preocupes.”
Cuando Virgi me avisó que estaba, le abrí por el portero y luego en mi
casa.
Cuando nos vimos, nos abrazamos… La última vez había sido en la clínica, cuando
había ido a conocer a Fran.
Virgi entró, con Mateo en el cochecito que venía durmiendo.
- ¿Algo para tomar? ¿Comer?
- No, acabo de desayunar… Vení, sentate tranquila.
-Reí y me senté frente a ella.- Acá estoy. –Sonreí.-
- ¿Cómo estás?
- Bien, feliz. –Sonreí.-
- Se te nota, en la cara, en la expresión del cuerpo, en todo.
- Estoy muy feliz, de verdad.
- Me encanta verte así Chu.
-Sonreí y la abracé.- Tenes que ver mucho con esto vos.
- ¿Yo?
- Sí, vos. Me bancaste siempre.
-Sonrió.- Siempre te voy a bancar hermanita.
-Me separé un poco de ella.- Lo que más feliz me hace de que ahora esté Fran,
es saber que van a tener una relación tan linda como la nuestra. –Sonreímos.-
- A mí me pasa lo mismo, te juro.
- ¿Te gustaría tener otro?
- Dentro de un par de años, sí.
Sonreímos como dos boludas y volvimos a abrazarnos.
- Te amo Chunita hermosa.
- Te amo melli linda. –Nos abrazamos más fuerte y reímos.-
En ese momento, Mateo comenzó a llorar.
- Alguien se despertó celoso me parece. –Dijo Vir alzándolo.- Tranquilo que vas
a despertar a Fran.
- Ya se va a despertar igual. ¿Preparo mate?
- No parar un segundo eh.
-Reí.- ¿Queres?
- Bueno, dale. –Buscó la mamadera de Mateo.- De paso, se la lleno.
- Dame que la lleno yo nena.
- Pero…
- ¡Sh! –Se la quité de las manos y me fui hasta la cocina.-
Obvio que cuando estaba por cebar el primer mate, Fran se despertó.
- ¡Era obvio! –Dije riendo.-
- Anda, que yo me quedo con esto.
- ¿Segura?
- Sí, además Mateo ya está jugando… -Hizo una pausa.- A parte, se te cae la
beba, te morís por ir a buscarlo.
-Reí.- Ya vengo.
- Dale, te espero.
Fui hasta el cuarto y cuando me asomé por el moisés, Fran sonrió y se
tranquilizó.
- Buen día hermoso, buen día. –Dije alzándolo y besé su mejilla.- Hola hijo.
–Le dí otro beso y lo acosté en mi cama.- Vamos a cambiarnos y a ponernos más
lindo para ir a ver a la tía y a conocer al primo. ¿Queres? –Me miró y me morí
de amor.-
Le cambié los pañales y luego su ropita.
- Ahora sí. –Dije tomándolo en brazos y él buscó mi pecho.- Ahora te doy de
comer, tranquilo che.
Fui hasta la cocina, tiré el pañal y me acerqué al living.
- Hola principito. –Dijo Virgi saludándolo con su mano.-
- No estamos con cara de muchos amigos porque mamá no me dio de comer. –Le
dije.-
-Rio.- Es hermoso igual.
- Me lo morfaría a besos todo el día.
- ¿Quién te lo impide? –Reí y comencé a amamantarlo.-
Mateo se acercó hasta nosotros y miraba todo extrañado.
- ¿Qué es esa cara hijo? –Dijo levantándolo y lo sentó en sus piernas.- Él es
Fran… Tu primito.
Mateo se acercó a Fran y acarició su mano.
- Cuidado hijo. –Le dijo Vir.-
- Dejalo. –Le dije.-
- Pero con cuidado.
Mateo lo miró mientras tomaba la teta y buscó su mamadera, para tomar su agua.
Reímos.
- Vir…
- ¿Qué Chu?
- ¿Queres acompañarme a buscar a Delfi y almorzamos acá? ¿O tenes algo qué
hacer?
- No, dale. Me encantó el plan.
- Genia. –Reímos.-
-
Esa tarde, en lo único que pensaba era en volver a mi casa. Cuando salí del
trabajo, pasé por el centro y compré regalos para todos porque no me resistí.
Me extrañó entrar a casa y no encontrar a nadie, fui hasta el cuarto y estaban
los tres en la cama.
- ¡Ah bueno! Veo que la pasan mal sin mí. –Todos reímos.-
- Vení papi. –Dijo Delfi.-
- Hola princesa… -Me acerqué a Delfi y besé su mejilla, ella hizo lo mismo
conmigo.-
- Hola al principito. –Besé la cabeza de Fran.-
- Y hola a la reina. –Pau rio y la besé.- ¿Cómo están?
- Acá estamos, con mucho stress. –Dijo Pau y reímos.-
- Veo, veo… -Volvimos a reír.-
- ¿Qué son esas bolsas pa?
- ¡Pero qué chusma esta chica!
-Delfi rio.- ¿Qué son pa?
- Cerra los ojos.
- ¡Dale!
- Dale vos, cerra los ojos.
Delfi cerró sus ojos y le di su regalo.
- Ahora podes abrirlo.
Delfi abrió los ojos y sonrió, abrió el regalo y me abrazó.
- ¿Te gustó?
- Sí pa, gracias. Me lo voy a estrenar para el cumple de Cata. –Dijo mirando el
vestido.-
- Dale. –Le sonreí y busqué el resto de los regalos.- Este es para vos amor…
-Dije dándole una bolsa.- Y este es para Fran, pero te lo doy a vos. –Reímos y
Pau abrió los regalos.-
- Gracias, me encanta todo. –Me besó.-
- De nada, tenía ganas de mimarlos un poco.
-Sonrió y volvió a besarme.- Tierno.
- Pa… -Dijo Delfi.-
- ¡Dejame darle un beso a mamá che! –Dije haciéndole cosquillas y ella rio.-
¿Qué hija?
- ¿Preparamos la merienda? Tengo hambre y Fran no quiere despegarse de mamá.
-Reí.- Dale… Traje algo para merendar también.
- ¿También? –Preguntó con una sonrisa.-
- Sí. –Me paré y le di la mano.-
- ¿Qué trajiste? –Preguntó dándome la mano y parándose.-
- Anda a ver a la cocina…
- Bueno, pero vos vení eh.
- Ahora voy hija.
Delfi se fue y le dí un beso a Pau.
- Anda, dale.
- Quería darte un beso che. –Sonreímos y volvimos a besarnos.- ¿Algo en
especial?
- Un té. ¿Puede ser?
- Dale.
- Gracias mi amor.
Le dí un beso y me fui a la cocina, con mi hija.
-
Quise dejar a Fran en su moisés, pero se largó a llorar otra vez.
- ¿Qué pasa hijo? –Dije alzándolo otra vez.-
Me acerqué a mi cama y me senté con él en brazos, revisé su pañal otra vez y
estaba limpio… Ya había comido y seguía llorando.
- Tranquilo mi amor. –Me paré y comencé a hamacarlo boca abajo sobre mis
brazos.- ¿Así te gusta? –Pregunté ya que se estaba tranquilizando.- Me parece
que sí. –Besé su cabeza.-
Continué hamacándolo hasta que se tranquilizó y volví a mi cama, con él a upa.
Volvió a buscar mi pecho.
- ¿Tenes hambre otra vez?
Y él seguía con su manito allí, haciendo fuerza. Reí.
- Bueno, ahora te doy de comer Fran.
Acomodé mi ropa y desabroché mi corpiño, él puso su manito sobre mi pecho y yo
lo ayudé con mis dedos, para que comience a tomar la leche.
- ¡Cuánta hambre gordito!
Tierno el peque! ♡
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