viernes, 4 de diciembre de 2015

121. Unidos.

“En algún momento de tu vida vas a conocer a alguien y te darás cuenta de por qué no funcionó con nadie más.”



“Delfi ya duerme.”


“¿Puedo ir a tu casa entonces?”

“Necesito verte.”

“Me doy una ducha y voy.”

“Más vale que te apures.”

“Te prometo.”

“Usa tus llaves cuando vengas.”

“¿Por qué?”

“No tengo ganas de levantarme.”

“Vaguita.”

“¿Me vas a pelear o te vas a ir a bañar?”

“Jajaja, me voy a bañar.”

“Ponete el perfume que me gusta.”

“Obvio…”

“Te espero en la camita.”

“¡Me vas a volver loco!”

“Es la idea mi amor.”

“Sos tan linda.”

“¡Anda a bañarte que no sé cuánto agunanto!”

“Okei, okei.”

Me bañé, lo más rápido que pude. Me puse el perfume que a ella tanto le gustaba y luego, encaré el camino hacia su casa.

Llegué a su departamento e ingresé.

Caminé sigilosamente, hasta llegar al cuarto de Pau.

Pau estaba leyendo en su cama, recostada boca abajo, con un pijama de short y solerita. Cuando entré al cuarto, no pude evitar mirarla de arriba abajo y sonreí. Era tan hermosa.

Cerré la puerta y la trabé, me acerqué a ella, sentándome a su lado. Se hacía la indiferente y seguía concetrada en su lectura, mi mano acarició su pierna y mis labios depositaron un beso en su cola. Ella sonrió, pero aún así, no me miró.

Mi mano se deslizó por debajó de su short y cerró sus ojos, sonreí. Le quité el libro de sus manos y lo dejé a un lado.

- ¿Qué haces? –Preguntó.-
- Creo que tenes edad para saberlo.
-Rio.- ¿Sí? ¿Ya soy grande?
- Me parece que sí. –Dije acariciando su espalda.-
- ¿Y qué estás haciendo?
- Busco un poquito de acción.
- ¿Qué tipo de acción?
-Reí.- Sexual.
- Ah… -Revoleó sus ojos y se dio vuelta.- ¿Estás seguro?
- Muy seguro. –Quise besarla y no me dejó.- ¿Vos no?
- Me parece que vas a tener que convencerme.
- ¿Y cómo?
- No sé, fijate vos.
- Ay, como me tentas. –Y mis manos acariciaron sus muslos. Sonrió y cerró sus ojos.-
- Tenes que tentarme a mí, para que sea mutuo. –Mordí mi labio y besé cada uno de sus muslos.-
- ¿Así voy bien?
- Perfecto.

Hice que ella diera media vuelta y mis labios subieron por su cuerpo, encima de su ropa, hasta que llegué a sus labios.

Los besé lentamente, con suavidad y ternura. Sus brazos pasaban por debajo de los míos y sus manos estaban sobre mi espalda. Mi mano derecha estaba por debajo de su cabeza y con la otra me sostenía en la cama.

- Me parece que me estás ganando eh.
- ¿Sí? –Dije y besé su nariz.-
- Mmm… Sí. –Sonrió y me besó.-
- Bueno, mejor entonces. –Y volví a besarla con ternura. Sentí sus manos hacer presión sobre mi cuerpo y suspiré en sus labios.-
- Te amo, mucho más de lo que pueda explicarte. –Dijo en medio de aquel beso.-
- Te amo, más de lo que te imaginas. –Nos sonreímos y nos miramos con deseo por algunos segundos, hasta que nuestros labios volvieron a estar juntos.-

Mis labios, bajaron suavemente por la exquisita piel de su cuello, pasando por su mentón, hasta llegar a sus pechos. Mis manos los acariciaron con la tela de por medio y pude notar como sus pezones se endurecieron, sonreí y deslicé mis manos por su abdomen, para poder deshacerme de aquella prenda. Sus brazos se levantaron, ayudándome con aquella tarea.

Volví a besarla y acaricié sus labios con mis dedos… Los mismos dedos que bajaron por el centro de su cuerpo y volvieron a subir, varias veces.

Su cuerpo estaba relajado, sobre la cama. Era mía. Toda mía.

Humedecí mis labios, con mi lengua y besé la piel de sus pechos con excesiva suavidad, para aumentar con el correr del tiempo. 

Las manos de ella despeinaban mi pelo. Sentí que besó mi frente y sonreí, para continuar con mi tarea. 

Paula ya suspiraba con fuerza. 

La punta de mi lengua subió hasta su cuello y luego de marcarle un chupón allí, volví a su boca. 

Besé sus ojos cerrados, su frente, sus mejillas, su nariz, su mentón y por último… Sus labios nuevamente.

- Sos tan hermosa. –Susurré en su oído y besé detrás de su oreja.-
-Sonrió.- Vos sos hermoso.

Me tomó por las mejillas y depositó besos en toda mi cara, mientras yo sonreía. Sus manos comenzaron a desabrochar mi camisa y sus dedos recorrieron todo mi torso mientras nuestros labios se mantenían unidos.

Me arrodilló sobre la cama y besó mi pecho, mientras sus manos acariciaban mis brazos… Las mías, masajeaban su cabeza.

Me miró sonriendo y le devolví la sonrisa. La tomé por el mentón y volvimos a besarnos. Tomándola por la cintura, hice que se parara sobre el colchón y me encargué de quitar su short, abrí un poco sus piernas y mis dedos se deslizaron por entre medio de las mismas. Su sonrisa indicaba que lo estaba haciendo bien. 

La sostuve por su cola y mis labios besaron por encima de su ropa interior. Ella se arrodilló frente a mí y besó mis labios. Se acostó sobre la cama y subió sus piernas, sabía lo que quería. Quité su última prenda, para acariciarla entera.

Cuando recuperó el aire, desabrochó mi pantalón con una sonrisa y terminó de desnudarme. 

Su cuerpo estaba recostado y la abracé, posando mis manos en sus pechos. Besé su cuello y ella cerró sus ojos, acomodó sus piernas y comencé a hacerlo con la misma lentitud con la que estábamos haciendo todo. Aunque, claro está que en algún momento aceleré para que ambos podamos estallar.

- Me hace muy feliz tenerte en mi cama otra vez. –Dijo.-
-Sonreí y acaricié su nariz.- ¿Por qué sos tan linda?
- Vos sos lindo. –Besó mi mano.-
- Quiero que todas las noches de mi vida, sean así.
-Se encogió de hombros.- Depende de vos, y lo sabes.
- Sí, lo sé…
- ¿Y entonces?
- Mañana voy a intentar hablar con Macarena.
- ¿En serio?
- Sí…

Ella sonrió y se acercó a mí, para besarme.

- Cuando te revolee algo por la cabeza, vení que yo te pongo hielo. –Dijo riendo.-
- Que feo que te rías eh.
- Bueno, perdón che.

La tomé por la cintura, acercándola a mí.

- Es difícil para mí.
- Lo sé Pepe, solo fue un chiste. No te enojes.
- No, no me enojo.
- Mmm…
- Mmm… ¿Qué?
- Que si, te enojaste. –Dijo y comenzó a hacer cosquillas en mis axilas.-
- No seas forra. –Dije riendo.-
- Entonces no te enojes. –Y frenó.-
- No estoy enojado.
- ¿Seguro?
- Muy seguro.
- Bueno, mejor entonces. –Y me besó.- ¿Te quedas?
- ¿Se puede?
- No necesitas invitación vos. –Y guiñó el ojo, sonreí y la besé.-
- Entonces sí.

Apagó la luz y se acomodó para dormir, dándome la espalda. Sonreí y besé desde su cintura hasta su cuello, para luego rodearla con mi brazo sobre su panza.

- Que descanses mi amor. –Susurré en su oído.-
- Vos también lindo.



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El amor... el amor... el amor... ♥

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15 comentarios:

  1. Amor y mas amor!! Me das miedo Cami. Hoy se me ocurrio algo que puede llegar a pasar en esta novela cuando hable con Macarena. Espero que no sea así, veremos.... 😕

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  2. Mucho amor.... Se viene algo groso creo! Jajajja

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  3. Se viene bardo me parece!!

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  4. Ya quieto leer el próximo!!! mimiroxb

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  5. Que lindo capitulo! ojala Pepe pueda dejar a su "novia"

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